𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 16

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𝔈𝔡𝔡𝔦𝔢 𝔐𝔲𝔫𝔰𝔬𝔫

—Eddie, yo sé que es raro — dijo Bonnie, amablemente—, pero de verdad no puedo dejar de compararte con él—bonnie aumento la velocidad con la que hablaba— Te lo pido que no me lo tomes a mal. Es decir....— se le notaba algo nerviosa, tanto así que el aire comenzaba a faltarle un poco. Deje a un lado la carpeta mientras ella seguia parloteando por su ansiedad—.Mis expectativas son gracias a él. Y tú las cumples a la perfección—me coloque de pie y me posicioné en frente de ella mientras seguía sentada, la seriedad que yo exhalaba ante su presencia le provocó mas nervios—. ¿Es una locura? ¿Creés que me pasé de intensa?... Lo hice ¿Cierto?  ¿Por qué me miras así? ¿Qué haces?

Tomé las manos de Bonnie, colocándola de pie frente a mi, posicioné sus brazos rodeando mi cuello y la tomé de la cintura, acariciando un poco esta. Deposité un tierno beso en sus labios, esto la desconcertó y la silenció por un par de segundos. Su entrecejo se arrugó y me miró confundida, esperando una explicación por la acción que acabo de tomar. Se había calmado.

— Creo que adoro tus locuras — mumure, mis labios se curveaban cada vez más al notar su reacción. Notó que era lo mismo que me había dicho cuando nos conocimos—. Te confesaré algo yo también...— susurré. La cercanía de nuestros rostros me permitía contemplarla, aún con solo la lámpara de la mesita de noche encendida. Bonnie me observaba con atención, con su boquita entreabierta mientras me observa, con una sombra innocencia invadiendo su semblante—. Temía a que si te lo dijera, posiblemente me calificarlas como un demente...— Bonnie movió la cabeza en señal de negación. Sin despegarme la vista—... pero luces idéntica a la mujer de mis sueños.

—¿De verdad?— suspiro Bonnie. Su curiosidad aumento,.y su rostro se suavizó. Su respiración salió de ella finalmente después de unos momentos reteniendo.

— Suena muy literario y de cuento de hadas, pero hablo en serio Bonnie. Lo digo jodidamente enserio— solté una rosita jadeante, y pase una mano por mi cara por la vergüenza que sentía un poco al decir eso, no sabria con plenitud si Bonnie reaccionaria positivamente. No me creía que estaba diciendo tal cosa.

No sé de dónde estaba sacando este valor. Sentía que me declaraba en cierto punto.

—¿Recuerdas que te había dicho, que sentía que te conocía?.

Bonnie asintió.

— Pues no estaba del todo incorrecto. Te he soñado.

—¿Enserio? sabes... Al principio llegué a creer que eras un acosador— agregó Bonnie, soltando una risita.

Me desconcertó. Mire con asombro a Bonnie, sorprendido por su pequeña confesión.

— ¡Eso no es cierto!— dije incrédulo—, ¿Lo dices enserio?—dije, sorpresivo pero de buen humor. Mi sonrisa no me abandona.

— ¡En serio!— exclamó en voz baja. Su cara se coloreó de rosa por la vergüenza de sus previos pensamientos al conocerme—. Me sorprendía que supieras tantas cosas sobre mi. Pero te me hiciste lindo— hizo una mueca levantando los hombros.

—¿Dejarías que te acosara solo por qué soy lindo?— bromeé. Obvio no haría esa mierda. Pero comprendo que ella lo pensará.

— Si.. digo no— movió su cabeza para reaccionar a lo que respondió—. No lo sé. Creo que no quería aceptar que de verdad teníamos algo.

— Te entiendo perfectamente— afirme—Tampoco quería aceptarlo—dije un poco temeroso de que ella pueda malinterpretar—. Me parecía irreal. Pero he pasado tiempo contigo como para estar seguro de lo que siento.

𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐭𝐞 / 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora