𝔈𝔡𝔡𝔦𝔢 𝔐𝔲𝔫𝔰𝔬𝔫
Abro la puerta, y lo que me recibe en estas primeras horas de mañana es una fría ráfaga de aire, en el momento oportuno que me encuentro sin camisa, la gente sale de sus remolques directo al trabajo y otros autos salen por las calles terrosas del vecindario echando humo. Son las siete de la mañana, no quería levantarme, no tenía ánimos de hacerlo, pero los sueños que he tenido me han hecho despertar de golpe, y por mas entretenidos que sean, fueron situaciones en las que me sentía vivo, no parecían sueños realmente. Desperté aterrado pero aliviado de que mi cabeza me haya jugado mal con fantasías.
A mis pies se encuentra varios pliegues de papel periódico, doblados por el viento, el impedimento de que estos salgan volando es porque hay una piedra encima que los mantiene en el lugar. Tomo el periódico con mi mano y leo recargándome en el borde de la puerta.
Los pactos satánicos se han vuelto tema popular hoy en día. creen que todo lo divertido como los videojuegos, la música y películas. Lo tomo como una ignorante gracia, los actos violentos que han sido temas destacados en el país han sido la razón, es ridículo. Sin embargo, no dejo de pensar que Bonnie fue una víctima de este pánico satánico, y que este pánico está tocando la puerta del club para perjudicarnos en la superficialidad solo porque jugamos un juego de fantasía.
Entro de nuevo al remolque, mi tío está tomando su café, le pongo sobre la mesa el periódico, en cuanto lee la primera plana sacude la cabeza, y desaprueba lo que dice el papel.
—No saben que otra mierda inventar para justificar las ineptitudes y fallas de la policía –comenta mi tío, con una fuerte voz ronca provocado por el cansancio matutino—. Es lamentable.
<<Si que lo es.>> pienso.
Llego al estacionamiento de la preparatoria, como suele ser habito. Aparco la camioneta, y me encuentro en frente a los muchachos, charlando con Bonnie muy amistosamente. Me llamo mucho la atención de lo bonita que se ve, se había cortado el cabello en capas, y tiene puesto un vestido con los hombros descubiertos, ahora si parecía una autentica florecita. Es divertido que Bonnie se encuentre explorando sus estilos, un día puede parecer alguien que te rompa la nariz y además de que te diga el peor de los insultos, y al día siguiente es como si te dijera Bendito seas con la simple apariencia. Es gracioso. Tiene una fuerte dualidad.
Bonnie se acerca a la camioneta cuando ve que aún no bajo, lleva consigo un paquete de papel en las manos, se sube a mi ventanilla y apago el motor. Mi galantería se hace presente, estoy sonriendo como tarado y mi autoestima se eleva. Me hago la misma pregunta que una pelirroja una vez me dijo: ¿No estuvo ebria cuando le pedí salir conmigo?
—¿Pero ¿qué es lo que tenemos aquí? –digo coquetamente.
Toma el impulso y se eleva en el estribo alcanzándome en la ventana. Mete la cabeza y me da un beso en los labios como saludo, ocasionando una sensación cálida en mi pecho.
—Te ves preciosa el día de hoy. ¿Ya te lo han dicho? –le pregunto con el tono más dulce que le causaría caries, sin dejar de verle los labios, está sonriendo y trata de ocultar su rostro con los mechones que caen frente a sus ojos.
—No, no me lo han dicho, solo tú –responde tímida.
—Más les vale a estos bastardos –musito secamente, cambiando de un segundo para el otro mi manera de ser, mirando a través del vidrio del parabrisas a todos mis amigos.
Binnie reacciona riendo, vuelve a entrar y me arrebata un beso de los labios, sus manos me toman del mentón con delicadeza, tiene medio cuerpo dentro del auto, de no ser porque nos fundimos en el beso me habría percatado, pero fue cuando los chicos exclamaron comentarios burlándose de nuestro momento que Bonnie se separa de mí, pasando su lengua sobre los labios, y al mismo tiempo los dos mostramos el dedo del medio hacia el club, ocasionando risas y otros balbuceos, Jeff y Gareth se tomaron las nucas y actuaron un fingido beso pasional como burla hacia nosotros, intensificando la risa de los presentes.
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𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐭𝐞 / 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧
FanfictionSiento que te conozco, aunque jamás te haya visto. Siento que te quiero aunque no te conozco. Siento que te he extrañado aún sin siquiera saber quién eras. Pero sé que te amo, te amo tanto que ni una vida puede ser lo suficientemente larga para deci...