Capitulo 11

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Habían pasado dos semanas desde lo del accidente de Thomas.

Como lo dijo mi hermano el salió al día siguiente, faltó unos días a la escuela pero después regresó.

Los días se pasaron rápido y eso de fingir ser el novio de Bea me estaba empezando a gustar, pero como todo lo bueno llega a su fin el viernes era la fiesta de despedida de Rubí.

Bea parecía tan emocionada y no por que la fiesta iba a ser en su casa, si no que ella se iba a ir por fin.

La verdad su prima se portó muy linda conmigo y se preocupó con lo de Thomas pero para Bea era el anticristo, era una dos caras.

Para mi era una chica normal muy linda, incluso me ayudo en matemáticas.

Bea y Rubí se dedicaron hacer llamadas para invitarlos mientras Thomas y yo íbamos de compras.

—Bien creo que ya tenemos todo —sonreí.

—Si así párese —dijo mirando todo.

—Nunca vi a Bea tan emocionada por algo —comenté feliz.

—Yo si pero si te digo me mataría —exclamó nervioso.

—Oh vamos no le diré —anime para que me dijera.

—Bien cuando ella era pequeña amaba a Barney, tanto que cuando vino a dar un concierto hizo que la llevarán, se quedo acampar desde un día antes para comprar los boletos y estar hasta adelante, cuando comenzó el show subió al escenario y abrazo a Barney pero se aventó tan fuerte que lo tiro —contó tratando de no reír.

—Como una niña de cuatro años pudo tirar a un hombre con botarga —cuestione.

—Si sobre eso no tenía cuatro tenía nuevo —sonrió.

—En serio no lo puedo creer —me burlé.

—Pues sí, ahora si dices algo en serio ella me matará y yo te mataré a ti —amenazo sin sentido.

Cuando llegamos a la casa las chicas ya estaban preparando todo, empezamos a servir todo y a prepararnos.

Ellas se fueron a cambiar, Bea traía un lindo vestido negro y Rubí un vestido rojo y un collar con un rubí, se veían muy bien.

La gente empezó a llegar poco a poco.

En la casa de Bea había alberca así que muchas personas se habían metido.

No contaban con que antes de que empezara la fiesta Thomas había puesto en la alberca más de veinte botellas de shampo para perro, en si no hacia nada pero salía más espuma de lo normal.

Había tanta espuma que no se podía ver a las personas nadar, toda la fiesta fue genial e incluso algunas personas le llevaron regalos.

Creo que fue la primera vez que me embriague y no solo yo, Thomas también.

Después de un buen rato ya estaba a punto de vomitar así que subí a uno de las habitaciones, apenas y llegue al baño cuando empece a vomitar.

Estaba tan borracho que ni siquiera supe que era la habitación del hermano menor de Bea, hasta después.

Se notaba que estaba súper consentido, su cuarto estaba repleto de juguetes, coches y consolas, también tenía varias fotos de él con Bea.

Después de lavarme los dientes con pasta de dientes como seis veces me senté en la pequeña cama, estaba algo mareado cuando escuche la puerta abrirse, era Rubí.

—Yo te vi subir ¿Estás bien? —preguntó nerviosa.

—Si sólo creo que estoy muy borracho —confesé.

—¿Primera vez? —preguntó burlona.

—Si —confesé.

—Siempre es dura la primera vez —sonrió.

Ella toco mi pierna pero al momento la aparte.

—¿Qué no te gusta? —preguntó coqueta.

—Soy novio de tu prima —le recordé.

—Claro siempre es mi prima —se quejó.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunté confundido.

—Desde que éramos pequeñas siempre a querido ser mejor, si me compraban un oso a ella le compraban un panda enorme, si me compraban colores a ella plumones que brillan en la oscuridad, siempre me a querido superar pero ya no más —atacó.

Ella se lanzó a mi y me empezó a besar en la boca, la puerta se abrió y Bea nos vio.

Ella me miro y sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas, salió de la habitación corriendo yo fui tras ella, salió de la  casa corriendo hasta que llegamos a una casa del árbol.

—Bea no es lo que crees —le dije nervioso.

—Ah no, que me vas a decir que ella te beso —dijo furiosa.

—Pues sí eso es lo que paso, dijo que siempre quisiste superarla y entonces me beso —explique.

—Y te creíste no, como siempre yo soy la mala —se molesto.

—No claro que no, ella me besó y no se por que te enojas tanto ni siquiera somos novios —me queje.

—Bueno al menos como mi no novio debiste haberle dicho que no —me atacó.

—Yo le dije que no —exclamé— pero no eres mejor que ella, tu me usaste.

—Oh vamos ahora tu eres la víctima —se cruzó de brazos.

—Aquí no hay víctimas Bea —grite.

—Vete ahora —gritó molesta.

—Bea por favor —pedí.

—Largo —exclamó desesperada.

—Bien —acepte molesto.

Me fui, cuando salí vi a Thomas enojado, el ya se iba a su casa.

—¿Qué pasa Thomas? —pregunté confundido.

—Nada —exclamó molesto.

Se fue a casa hecho una furia sin decir más.

¿Qué demonios había pasando?

No es otra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora