Final

86 16 2
                                    

7 años después

—Muy bien llevamos pan, carne y verduras —enliste— ¿Algo más?

—La salsas Tío Matti —me recordó la pequeña rubia.

—Cierto que si no tu padre me mata —exprese cansado, camino por las salsas.

Mi vida había cambiado bastante, mi hermano había terminado la carrera y se había especializado.

A Derek le había ido bien, se había casado ya con una doctora llamada Mónica, una chica muy linda para él, ahora tenían esta pequeña que estaba frente a mí que acababa de cumplir los seis.

Dani seguía estudiando pero le faltaba poco para terminar y yo me volví doctor como mi hermano, aunque aún no acababa pero al menos sentía que ayudaría.

Nos mudamos de nuevo cinco años después, cerca de donde vivía mi padre.

Lamentablemente cuando llegue Bea se había ido así que no la había vuelto a ver.

—Entonces yo le dije a Samara si vuelves a tomar mi muñeca la que recibirá el corte de cabello serás tú —contó indignada.

—Pero que no Samara es tu mejor amiga —comente confundido, el drama infantil era muy complicado.

—Pues si pero eso no le da derecho a querer cambiarle el estilo a mi muñeca —exclamó ella.

—Bueno Emily pero los mejores amigos suelen tener derechos extras, así como ella deja que uses sus vestidos no —le recordé tratando de arreglar la situación.

—Ya pero yo no les doy un cambio a sus vestidos o si —gritó arrugando la nariz como lo hacía mi hermano.

Me quede pensando, no sabia como responderle, era muy lista para su edad y yo seguía siendo algo tonto para la mía.

—Tío Matti —me llamó ella sacándome del trance.

—Si princesa —respondí mirándola a los ojos.

—Papá dijo que tú mejor amigo murió —susurro nerviosa.

—Si Em —conteste sonriendo.

—Eso le puede pasar a Samara —contestó preocupada.

—No Em, lo que le pasó a Tommy no le pasara a tu amiga —la calmé.

Ella me abrazo fuerte, yo la abracé, seguimos con nuestras compras.

Salimos del centro comercial y baje a Em para que me ayudara con las compras sin antes abrigarla bien pues hacía mucho frío.

Del otro lado se escuchaban un par de gritos de niño pequeño, no les di importancia hasta que un niño pequeño salió corriendo hacia mí.

Tendría unos cinco años tal vez, tenía cabello castaño al igual que sus ojos y era muy blanco, tan blanco como la nieve.

—Auxilio me quieren secuestrar —gritó el pequeño en ese momento, me puse en alerta hasta que escuche la voz de una mujer.

—Thomas si vuelves a decir algo como eso te dejaré lo más lejos posible para que en verdad te secuestre —dijo la mujer acercándose, yo no despeje la mirada del niño— lo siento este niño es algo imposible —se disculpó.

No es otra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora