Hoy es mi primer día de escuela, se supone que mi hermano me llevara a la escuela como si fuera niño pequeño.
El camino a la escuela se me hizo eterno y no era por que viviera muy lejos vivía a 10 minutos caminando, yo quería ir solo incluso insistí en que me fuera caminando pero mi padre se negó.
—No irás caminando, todavía no sabes que calles tomar —dijo en el desayuno.
—Papá fuimos hace una semana puedo ir solo —insistí, sería vergonzoso si mi hermano me llevara.
—No irás y punto final —aseguró molesto.
—¿Por qué? —pregunte molesto.
—Eres nuevo aquí y es peligroso —contestó usando un argumento viejo.
—Se cuidarme solo, no me pasara nada —insistí volviendo a lo de siempre.
—Tienes 16 años Matt, no irás caminando y punto final —dijo él golpeando la mesa.
—No empieces a comportarte ahora como padre si nunca lo hiciste antes —ataque dolido.
Salí enojado de la casa, pero al irme acercando a la escuela el enojó se convirtió en nervios, al llegar mis manos me sudaban a más no poder, mi hermano me vio así que paró el auto un momento.
—Venga tu tranquilo todo saldrá bien —me calmó sonriendo.
—Claro —conteste nervioso.
—Tu solo se tu mismo, consigue un amigo y te aseguro que todo estará bien —aconsejo con la sabiduría de hombre mayor.
—Claro con lo amigable que soy —resalte con sarcasmo.
—Lo harás bien mientras no uses el sarcasmo —comentó poniendo los ojos en blanco— además tienes algo a tu favor.
—¿Qué? —pregunté confundido.
—Eres atractivo, no tanto como yo claro pero no estas tan mal —contestó riendo.
—Idiota —exclamé sonriendo.
—Vendré por ti en la salida —dijo él emocionado.
Salí del coche, mi hermano tenía algo de razón a comparación de él no estaba tan mal, mi hermano es alto mide un aproximado de 1.85 es de tes blanca, tiene ojos verdes y su cabello es castaño claro.
Para mí bueno suerte no me parezco mucho a él, mi cabello es de un castaño fuerte casi negro, tengo ojos azules y soy de tes blanco pero un blanco pálido, soy más bajo que mi hermano por unos diez centímetros, nunca me considere una persona atractiva pero tampoco me consideraba feo.
Seguí caminando hasta que entré a la escuela, era enorme, por lo normal estaba acostumbrado a ir a escuelas pequeñas, pero esta era enorme y estaba llena de adolescente que no paraban de hablar, era todo un caos.
Fui hacia el lugar de registros donde me dieron mi horario de la clases y mi número de casillero, no sabía muy bien donde era mi casillero así que intente preguntarle algunos chicos que pasaban por mi lado, pero solo se volteaban me miraban y seguían su camino, otros ni siquiera me hacían caso, hasta el final de los 10 minutos más largos de mi vida lo encontré.
Metí las cosas a mi casillero y me fui a mi primer clase que era lengua, el salón no estaba muy lejos de mi casillero así que llegue cuando todavía no habían muchas personas.
En ese gran salón solo estaban sentadas dos personas, un chico que llevaba puesta una chamarra gris con capucha que le cubría la cara y el pelo, esté estaba recostado en la mesa de su escritorio, no me hubiera dado cuenta de que estaba dormido si no fuera por que estaba roncando.
Adelante de él estaba una chica, tenía el cabello castaño largo y era de tes broceado, ella se encontraba leyendo matar a un ruiseñor.
Quise acercarme pero no parecer un acosador así que me senté dos filas después de ellos.
La chica ni siquiera había notado que estaba presente, en eso la campana sonó y el salón se empezó a llenar, la chica seguía concentrada en su libro.
Cuando todos se sentaron el profesor entro al salón, era un señor que ya era viejo, su cabello era blanco, era de estatura baja y llevaba unos anteojos de círculo, entro y escribió en el pizarrón Profesor C.Brown.
—Muy bien alumnos buenos días, soy el profesor C.Brown y yo les daré la asignación de lengua, como es su primer día y veo muchos rostros nuevos nos presentaremos, empezare yo, me llamo Christopher Brown, acabo de cumplir 53 años, me encanta enseñar nuevas cosas a los chicos y soy bueno en los crucigramas, bien así que ahora empezaremos con ustedes.
Poco a poco fueron pasando uno por uno hasta que toco mi turno.
—Me llamo Matt Dawson, acabo de cumplir 16 años, me gustan los deportes y los videojuegos —me presente simple y preciso.
—Muy bien señor Dawson, ahora señorita Jones podría hacernos el favor de dejar su libro a un lado y presentarse.
Ella lo bajo un poco molesta— bien me llamo Bea Jones, tengo 17 y me gusta leer —contestó sin ánimos.
—Bien Ahora señor Henderson su turno ... Señor Henderson —gritó el profesor.
El chico se levantó de su mesa sobresaltado.
—Yo no fui —exclamó asustado.
—Preséntese a la case por favor —ordenó el profesor probablemente odiándose por darnos clase.
—Claro me llamo Thomas Henderson, tengo 16 años y bueno soy bueno para el lacrosse —contó sonriendo.
—Bien señor Henderson, e oído hablar sobre usted, tuve a su hermana hace unos años, era una buena chica, muy estudiosa y sé que usted no es así y después del accidente de hace un año lo tendré vigilado entendió —amenazo el profesor.
—Si lo entendí —contestó irritado.
—Bien ahora siéntese y quítese esa chamarra esta prohibida en mi clase —ordenó molesto.
—Si señor –dijo él poniendo los ojos en blanco.
Thomas se quitó la chamarra y la guardo en su mochila, por fin pude verlo bien, era de un moreno muy muy claro, su cabello era medio rubio y medio castaño y tenía ojos cafés.
La siguiente hora se la paso hablando sobre como sería su clase y de las reglas que tenía.
Al terminar la clase todos salieron corriendo todo el día fue casi igual, presentarse hablar sobre ti.
Lo curioso fue que en todas mis clases estaban Thomas y Bea pero nunca les hable, sabía que este año estaría solito.
ESTÁS LEYENDO
No es otra historia de amor
Teen FictionMatt es un chico ordinaria. El típico chico que no se hace notar, está presenté en clases, él... es uno más del montón y como todos los adolescentes empezara a sentir el amor. Para él todas las historias de amor son lo mismo. La chica que no encaj...