No es otra historia de amor

Capitulo 31

—No estoy seguro de esto —le dije a Bea nervioso.

—Tranquilo todo saldrá bien —me calmo ella —solo respira será rápido.

—Nunca antes lo había hecho así y si algo no sale bien, ya sabes lo que puede pasar —exclamé más que nervioso.

—Vamos lo intentamos ayer,
no salió como debía pero esta vez lo lograremos —sonrió ella.

—Pero tenemos que hacerlo aquí —susurre confundido.

—Es el mejor lugar para hacerlo —sonrió ella —solo hagámoslo tomate el tiempo que necesites.

—Bien solo espero que no nos vean —dije.

—Estamos solos —contestó con una sonrisa pícara.

—Bien hagámoslo —me animé por fin.

—Oh por favor tanto drama para estacionar el coche —exclamó Thomas molesto.

—Pudiste no haber venido —contestó molesto.

—Hey mi coche mis reglas —aclaro él.

—Dijiste que era un regalo de cumpleaños —respondí molesto.

—Y lo es, un regalo de cumpleaños para mi —contestó riendo.

—Bien entonces me voy —dije bajando del coche.

—Oh vamos solo fue una broma —calmo Bea mirando a Thomas molesta.

—Vamos no seas dramático té pones peor que Bea en sus días —se burló.

—Tu te callas —le grite.

—Matti solo estás un poco alterado por qué mañana es tu examen, pero estarás bien hemos practicado las últimas dos semanas, eres un buen conductor solo necesitas aprender a estacionar el auto —me explicó.

—Lo sé pero de verdad teníamos que traerlo —dije irritado.

—Se que puede ser irritante, molesto, insoportable...

—Ya entendió Bea soy una mala persona —interrumpió rodando los ojos.

—Si que lo eres Tommy pero ese no es el punto, ahora tu estacionaras ese coche y nos iremos a casa a tener sexo te parece —ofreció con una gran sonrisa.

—Muy bien hagámoslo —acepté subiendo al auto.

Respire y prendí el auto, era un lugar abandonado, habíamos colocado dos botes de basura para practicar.

Mi examen sería mañana y estaba muy nervioso, Bea me había contado ya que era la prueba en la que te daban más puntos.

—Muy bien cuando quieras —sonrió ella.

Arranque y después de cinco intentos ya había chocado bastante.

—Sabes no importa mucha esta prueba —dijo Thomas dándome ánimos.

—Jamás conseguiré mi licencia —exclamé molesto.

—Ánimo Bob esponja tampoco lo hizo —dijo Thomas con una sonrisa torpe.

—Muy bien si vuelves a decir algo te dejaré aquí —le grite molesto.

—Bien ya los dos será mejor que nos vayamos ya es tarde —nos calmo Bea.

—Tienes razón —suspire cansado.

Nos fuimos a casa de Thomas, esa noche no tuve sexo, decidí irme a casa para descansar y repasar el libro de reglas y señales para la ronda de preguntas.

Llegué con el coche de Tommy, ya estaba mi padre.

—Llegas tarde —exclamó él.

—Lo siento pensé que no era cenicienta para llegar antes de las 12 —dije irónico.