Chase.
El sol iluminaba completamente la ciudad, marcando la tarde calurosa de verano, aunque eso no importaba, dentro del departamento de Omar. Donde degustamos un plato de ensalada hecha rápidamente por él, almorzando juntos.
—¿Has mirado el móvil? me pareció que te llamaban o al menos no paraba de encenderse, desde que desperté— sin pensarlo mucho me dirigí a mi teléfono, dejando que él recogiera los platos sucios.
A pesar de que parecía estar casi muerto, encendió y pude ver que tenía más de veinte llamadas perdidas, algunas seguidas y otras con un par de horas de diferencia, pero todas de Cassey.
Mi cabeza comenzó a dar vueltas. Podría ser urgente, tal vez ella había necesitado de mi o le habrían dicho algo en el hospital, no lo sabía, pero debía irme inmediatamente a donde estuviera.
—¿Está todo bien?— se acercó a mi. —Te has quedado estático, mirando asustado la pantalla— trato de mirar mi móvil por encima de mi, tratando de saber lo que sucedía.
—Son llamadas de mi hermana, no sé qué haya pasado, pero son muchas, debo irme, aunque no se si al hospital o a casa— lo miré preocupado, esperando que pudiera ayudarme.
—¿Por qué no le llamas o mándale un mensaje para que te lo diga?— sin pensarlo dos veces busque su contacto entre los míos mandándole un mensaje.
"¿Qué ha pasado?"
"¿Estás bien?"
"No lo sé, pensé que no te encuentras en casa y no quería llegar, ¿Dónde estás?"
"En otro sitio, ¿Qué ha pasado?"
"Salí del hospital, nuestros padres me mandaron a casa, pero nunca llegué, solo divague por la ciudad, estando perdida y nadie me responde, ¿Puedes ayudarme?"
"Mándame tu ubicación e iré por ti"
Dudando mire a Omar, esperando que entendiera que necesitaba de su ayuda para poder llegar con ella.
—No tienes ni que preguntar, dime donde e iré por ella— le envíe la ubicación de Cassey y el salió en busca de ella, tomando su casco y al parecer tomando otro que tenía guardado dentro de su casa.
"Omar irá por ti, estoy en su casa"
"Ya veo..."
"Aquí lo espero"
Esperé impaciente por la llegada de ambos, estando de un lado para otro sin parar recorriendo cada rincón que la casa de Omar me proporcionaba.
Al pasar unos cuantos minutos el tintineo de las llaves entrando en la cerradura de la puerta principal, anunciando su llegada.
Al mirarlos pasar sentí incomodidad, nunca antes había imaginado quedar junto a Cassey, incluso ahora, a pesar de haber sentido tanta preocupación, ahora mismo no lo entendía.
—Estás aquí— musito.
—¿Qué ha pasado?, ¿Te dijeron algo dentro del hospital?— le pregunté.
—No quiero parecer molesto, pero yo ahora vuelvo, los dejaré solos para que puedan charlar en privado— tomo sus llaves, su casco. —Chase, avísame cuando terminen, ¿Está bien?— asentí como respuesta y salió.
—¿Son íntimos?— pregunto intrusiva.
—Somos amigos— nervioso tome asiento en el sofá, seguido por ella. —Cassey— la mire. —¿Qué pasó?— notaba como sus manos jugaban entre ellas, mientras que ambos evitamos el contacto visual.
—Nada de qué preocuparse— soltó un gran suspiro. —Chase, ¿Qué fue lo que nos pasó?— un nudo en mi garganta se formó.
—Nos separamos, eso fue lo que nos pasó— miraba mis manos sobre mis piernas, nervioso por todo lo que podría avecinarse.
—Lo sé, pero, ¿Por qué te fuiste?— abrí los ojos sorprendido, ¿Estaba culpándome?
—¿Es de verdad que me estas culpando?— evitando exaltar, le pregunté de vuelta.
—¿Y no es así?, fuiste tú quien decidió encerrarse en su habitación sin decir nada, simplemente me dejaste a un lado, simplemente te fuiste.
—¿Es real lo que estás diciendo?— suspire tratando de relajarme. —Cassey— me detuve por un momento. —¿O debería decir Cordelia?
—Eso ni siquiera fue decisión mía— desvió la cabeza negando, parecía que comenzaba a enfadarse. —¿Sabes lo difícil que fue estar ahí encerrada, haber perdido el cabello por completo, sentir que todos te tienen lastima y que podrías morir cualquier día?
—¡No, por supuesto que no!— eleve la voz de manera incontrolada. —Porque yo no viví nada de eso, yo estuve solo, mirando como nuestros padres me decían que era un peligro para ti, sin dar algún tipo de explicación, ¿Tu sabes lo que es crecer viendo como solo te miraban lo que hacías mal, viendo como a tu hermana le aplauden todo y a ti simplemente te dan dinero?— no dijo nada. —Por supuesto que no Cassey y no te culpo, ahora que lo digo se que es culpa de nuestros padres, ¿Pero, por qué decidiste ser una desgraciada conmigo?, ¿Qué fue lo que te hice para que me odiaras?
—Nada— dijo por lo bajo, casi en un susurro. —No hiciste nada y yo tampoco, solo nos rendimos el uno con el otro y mientras tu te internabas en la soledad, yo decidí que me odiaras para que no sea tan difícil verte todos los días.
—¿Y ahora?— la mire obligando a que también me mirara. —¿Me seguirás odiando?— no respondió.
—Nunca te logre odiar, al final en cada insulto, queja o rabieta por ti, solo hacía que me odiara más a mi, por haber nacido defectuosa— su voz se quebró por un instante, llamando mi atención de inmediato.
—No digas eso, lo has combatido, ahora estás bien y tienes un gran don, aunque a veces pueda ser un fastidio escucharlo todo el día, todos los días— soltó una pequeña risa por lo bajo. —Pero lo venciste— no reaccionó. —¿Lo venciste no es así?— y comenzó a llorar.
—Estoy harta Chase, de esta estúpida enfermedad, de tener que ser una "prodigio" musical, de ser fuerte, de no ser quien soy— sin más se soltó, dejando atrás cualquier impedimento sentimental. Dejándome entender que su cáncer había vuelto, atormentando su vida nuevamente.
—¿Y quien eres realmente?— me miró confundida por un momento, dejando sus lágrimas detrás.
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Entre Las Estrellas.
Teen FictionMellizos que tal vez en algún momento fueron inseparables, pero siempre hay una grieta en las relaciones. Y la de ellos fue cuando ella descubrió su don con la música, dejándolo a el atrás sin poseer ningún talento. Creció solo, viendo desde las gr...