XIX

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Chase.

Miraba a Omar crédulo, esperando que me dijera lo que debería de hacer. Si ir con él o solo quedarme ahí. Pero lo único que hacía era mirarme contento, esperando a que le dijera algo.

—¿Quieres ir con ellos o prefieres que nos quedemos aquí?— amable me preguntó, al notar que no decía nada. Complicando aún más mi batalla interna con sus intenciones, dentro de mis propias conclusiones.

—Conoces a los míos, es justo que yo conozca los tuyos— me levanté, tomé mi chocolate caliente y lo seguí. Frente a mí un grupo pequeño de gente se hizo presente.

—Estoy harto de tener que venir durante nuestras vacaciones, solo por ser voluntarios— habló uno.

—Son puntos extras, todo es bueno para aprobar— respondió la chica que minutos antes estaba junto a Omar.

—He vuelto— festejo Omar, acercándose a ellos. —Y conmigo traigo una sorpresa— se hizo a un lado, exponiendo mi presencia frente a ellos.

—Con que tu eres el famoso Chase— la chica se acerco a mi, tratando de analizar mis rasgos. —¡Eres más adorable de lo que Omar te describe!— eufórica me abrazó, restregando su cuerpo con fuerza.

—Ella es Eva y el Teo— sin soltarme, chillo feliz al momento en que Omar mencionó su nombre, mientras que Teo simplemente, me saludo, estático en su asiento.

—Eva déjalo respirar, lo asfixias— se quejó Teo.

—Lo siento, es solo que se tanto y a la vez tan poco de ti, que estoy emocionada por conocerte, Omar nos ha hablado mucho de ti— no espere escuchar algo de ese tipo. Por un momento pensé mal las cosas, ella simplemente era muy expresiva y no necesariamente debía estar interesada en él, mientras que él, les ha contado de mi, soy un tema de conversación entre ellos, así como él lo es con Cleo o los demás.

—¿Al final si quedaste en programación?— preguntó Teo, mientras lo miraba confundido. —Fue él quien nos dijo que ibas a estudiar eso, no sabes lo emocionado que estaba por compartir la universidad contigo— voltee a mirarlo, notando como sus mejillas estaban rojas, mirando enfadado a sus amigos, por ventilar sus secretos.

—Bueno, mientras ustedes están ventilando mis intimidades ante...— se detuvo sin sabes que decir para referirse a mi. —Iré a comprar algo, ¿Quieren algo?, les traeré algo— se fue, mientras enlazaba sus propias palabras, dejándolo sin la oportunidad de responder.

—¿Les habla de mí?— pregunté curioso.

—Todo el tiempo, eres alguien importante— me respondió Teo.

—La verdad es muy adorable cada que habla de ti, su tono se vuelve emocionado y el de verdad está muy entusiasmado, he de admitir que desde que lo conocemos no lo habíamos visto tan feliz.

—Así que no le hagas daño, él de verdad está entusiasmado por lo que están pasando— comentó amenazante Teo.

—Pueden dejar de amenazar, solo pasemos un rato agradable antes de volver al servicio— Omar le entregó una Malteada a Teo, un té a Eva y me dejó otro chocolate caliente, mientras que él se tomaba un café frío.

—¿Cómo te sentiste en el examen?— cambio de tema.

—Mucha información que no podía administrar. Fue muy complicado, pero le tengo mucha fe— les sonreí, mirando el envase vacío de chocolate caliente, pensando en si tomarme el otro, mientras que sutilmente Omar lo acercaba a mi, incitando a que lo tomara.

—¿Cuándo te dan los resultados?— preguntó ella.

—En tres semanas— respondí.

—¿También estudian derecho?— continúe con el tema de la universidad.

—No, pero podría— respondió Teo. —Estoy en el tercer semestre de Psicología, mientras que Eva está en su segundo semestre de Biología— asintió respondiendo.

Al final continuamos conversando sobre su paso en la universidad. Contándome cómo se conocieron, dejándome estático con su revelación, al sentirse atraídos por Omar en un distinto punto de su relación. Dejándome nuevamente dudas en mi, creyendo en la posibilidad de que aún podrían tener sentimientos entre ellos.

Después de un periodo de tiempo en el que mi mente se dejó ir, pensando en la cercanía de Eva o tal vez la que aún no he visto con Teo, creyendo que cada mirada entre ellos podía significar cualquier cosa.

—¿Si vienes con nosotros o seguirás esperando a Cassey?— me preguntó Omar, obligándome a salir de entre mis pensamientos.

—¿A dónde?— pregunté desorientado.

—Iremos a reportar nuestra salida y pensamos en pasar un rato en mi departamento— se levantó, esperando aún mi respuesta. —¿Vienes?

—Si, solo déjame decirle a Cassey— tome mi teléfono, le informe a Cass que iría con Omar, solo para que supiera, ya que nunca me dijo de esperarla y sin más los seguí.

—¿Estás bien?— me preguntó después de haberme abierto la puerta de la cafetería, indicando que pasara.

—Si, solo estoy un poco cansado por el examen— me extendió su mano indicando que la tomará. Entrelazando nuestros dedos, mientras caminábamos en dirección al estacionamiento.

—¿Quieres que te llevemos a casa?— preguntó, aparentemente preocupado.

—No, estoy bien— sujeté con fuerza su agarre, mientras que aún caminábamos. —Aunque creo que no les caigo del todo bien— mire a sus amigos, quiénes caminaban varios metros por delante de nosotros.

—Es solo cuestión de tiempo, no han hablado casi nada— me soltó por un momento, rodeándome por los hombros. —Les caerás bien, no tienes de qué preocuparte, ¿Vale?— asentí y como respuesta inmediata besó mi frente.

Caminamos en dirección al estacionamiento, por un momento pensé que podríamos ir por separado y que tendría que subirme a la moto de Omar sin casco. Pero no fue así. Al llegar un auto perfecto para cinco personas nos esperaba.

Subimos y mientras ellos aún hablaban de su servicio, yo permanecí en absoluto silencio, mirando de reojo a Omar, quien comenzaba a parecer incluso tenso por la poca convivencia entre todos.

—¿Por qué decidieron entrar en el servicio?, ¿Es muy difícil la universidad?— pregunte, aun siendo esta la peor pregunta que pude haber hecho.

—No, solo fue un conjunto de malas decisiones al ingresar— me respondió Teo, mientras que Eva conducía.

—¿A qué te refieres?— cuestione curioso, notando que Omar simplemente relajaba su expresión. Escuchando la conversación.

—Cuando entre, me dedique tanto a las salidas, conocer gente, salir de fiesta, dejando de lado lo que realmente importa, siendo la universidad— se giro, me miro y detenidamente continuo. —Por eso es que podría estar en derecho, pero perdí todo un año en fiestas, así que decidí salirme e iniciar mi carrera en psicología, siendo lo que siempre quise estudiar.

—Aunque sea más paciente que doctor— se burló Eva, interrumpiendo la seriedad de Teo.

—¿Y por qué estudias biología?— le pregunté a ella.

—Porque es hippie— respondió Teo. Provocando que tanto Omar con él no pudieron evitar reírse.

—Porque siento que la Biología es el inicio de todo, la vida el conocimiento, todo y simplemente amo eso; a los animales, las plantas, todo lo que me rodea con vida— respondió ignorando por completo las burlas por parte de sus amigos.

—¿Y por qué estudias derecho?— gire a Omar, obligándolo a participar en la conversación.

—Pues por la justicia, tal vez es una respuesta muy trillada o cegada, pero es lo que me motiva, dar justicia a quienes lo merecen— respondió.

—Por ejemplo a Eva, cada que la detengan por fumarse a la naturaleza— argumentó Teo, generando nuevamente que la chica se molestara y él junto a Omar, se rieran, contagiándome su risa.

—Me ayuda con el estrés y cállate, porque eres el primero en pedirme un porro— se defendió, mientras con facilidad estacionaba su auto bajo el edificio donde vivía Omar.

Entre Las Estrellas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora