XXIV

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Chase.

Los días pasaban en intriga por la espera de los resultados, el encuentro con Omar se repitio una vez más después de varios días del acontecimiento principal, sintiéndome más unido a él todavía.

—No te puedo creer que no me hayas contado, ¡Le hiciste sexo oral y no me lo dijiste!— se quejo indignada una Cleo, ignorando nuestra presencia en un lugar publico.

—¡Baja la voz!— le exigí, notando la mirada del resto de la gente alrededor.

—Lo siento, pero estoy muy enojada de que no me lo contaras— se cruzó de brazos, aunque no por mucho tiempo puesto que la presencia de su pastel sobre la mesa lo impidió.

—Es lo que estoy haciendo ahora— respondí renegado.

—Bueno ¿Y como fue que paso?¿Fue después de que te presentará a sus amigos?¿Lo hiciste bien?¿Él también te lo hizo?¿Lo penetraste?¿Te penetro?¿Es muy grande?...

—...Demasiadas preguntas— me queje. —Déjame responder una al menos— resignada se quedó callada y sin más espero mi respuesta.

Durante una conversación sin privacidad y con la sensación de varios oídos ajenos escuchando la historia, le conté todo, la confesión en la azotea de su edificio, la fiesta de festejo, el encuentro en los baños del mismo bar, la noche en su casa, evitando contarle por completo la historia que Omar me reveló, continuando con la ducha y todo lo que sucedió derivado de eso.

—¿Y la tiene grande?— volvió a preguntar fascinada por toda la historia.

—¡Basta!— le respondí un poco molesto. —Si, si la tiene grande o bueno, no lo se, es la segunda que veo en toda mi vida, si, no, no se.

—Tu primera respuesta fue un sí, entonces me quedaré con eso.

—Quedate con que eres idiota, con eso quedate— fastidiado comence a reir, ante su insistencia por el tamaño del miembro de mi novio.

—¿Quieres saber cómo fue el encuentro entre Roy y Nill?, es mucho más vergonzoso de lo que podría parecer— intrigado respondí que sí, cambiando de tema.

Las reuniones volvieron, tardes en casa con todos, mirando películas o series de todo tipo, evitando que todas fuesen Marvel, gracias al cielo. Aunque acompañados no solo por mis amigos, sino que el grupo cada vez se hacía más grande. Omar un día decidió invitar a los suyos y parece que entre todos se llevaron bastante bien, habiendo una conexión entre Casey y Teo un tanto sospechosa.

—¿Te gusta Teo?— le pregunté sin discreción mientras almorzaba mirando su móvil.

—¿Te gusta Omar?— respondió sarcástica.

—¿Eso es un si?— sonrojada me miró, tratando de mantener el contacto visual, sin poder conseguirlo. —¡Joder Casey, es increíble!, ¿Has hablado con él o han tenido alguna cita?— le pregunté emocionado.

—¿En qué momento?— respondió abrumada. —He hablado con él cuando ha venido y es bastante listo, creo que es por lo que me gusta, pero siento que me ve como si fuera alguien muy pequeña para él o no lo se, tal vez y no le gusten las chicas, es solo que no he visto ningún tipo de interés de la misma manera, ¿Crees que debería invitarlo?— pregunto.

—Por supuesto que sí— respondí. —Invítale un café, salgan al cine, comer, o un día por el parque, no sé, vayan a charlar entre ustedes, conocerse un poco más ¿Tienes su número?

—¿Desde cuándo eres tan romántico?— pregunto curiosa. —Veo que tener novio te hace más risueño— se burló. —Es lindo ver que eres feliz con él.

—Bueno basta. Teo y tu, ¿Quieres su número?— volví a preguntar.

—Fue lo primero que le pedí, junto con su Insta— me sonrió victoriosa, mostrando la pantalla de su móvil, donde se veía el perfil de Teo en Instagram. Sin dudarlo le arrebate el aparato, huyendo de la habitación, hasta el cuarto más cercano, encerrándome ahí.

“Me preguntaba si te interesa quedar conmigo un dia de estos?”
“Me has caido muy bien y me interesa conocerte un poco más”
“Esperare tu respuesta”

“Es la manera más extraña en la que me han pedido una cita, pero acepto, di cuando y nos vemos”

Respondió casi al instante, mientras que Casey golpeaba la puerta del baño, exigiendo que saliera del cuarto. Sonriendo salí, mostrando el móvil junto en su conversación y mientras que ella se debatía entre golpearme o agradecerme tomó su teléfono.

—Listo, ahora solo tienes que poner fecha para tu cita— la deje mirando contenta la pantalla de su teléfono mientras que volvía a la cocina y poder servir el almuerzo.

El correo había llegado, la plataforma actualizada y los nervios estaban a flor de piel. Todos estábamos reunidos bajo un mismo techo, cada uno recargando la página, mirando la respuesta que nos habían enviado.

El primero en entrar fue Liam, quien iba para la carrera de medicina, todos le prestamos especial atención mientras leía su respuesta. Siendo esta una afirmativa, provocando que la habitación explotara en un huracán de emociones y festejos.

El segundo en lograr ingresar fue Nill, quien se había dedicado en entrar a la carrera de comunicación, ya que para él podría ser una bastante sencilla. Sorprendiendo a todos, al leer cómo había quedado aceptado para cursar su carrera seleccionada.

—Bastante fácil parece— mencionó bufona Cleo.

En tercer puesto del dispositivo que logró ingresar a la página de la escuela fui yo, el texto no parecía demasiado explícito como ellos lo hacían parecer, sin embargo la respuesta fue positiva, quedando entre sus seleccionados para estudiar programación.

En cuarto lugar Roy logró entrar dentro de la web, leyendo detenidamente, aunque con dificultad su respuesta, hacia la carrera de derecho, notando cierto apoyo por Omar, ya que era la profesión que estudiaba. Recibiendo un fuerte “felicidades compañero” de su parte al leer por adelantado el ingreso de Roy.

Quien continuó en quinto puesto fue Cleo, siendo ella quien menos nerviosa parecía, su expresión estaba tan serena que todos creímos que ya sabía la respuesta y no quería compartirla con el resto, provocando que entre Liam y Layla le arrebataran el móvil y la leyeran en voz alta. Disminuyendo cada vez más el volumen de su voz al leer la respuesta negativa por parte de la universidad.

—Lo siento mucho Cleo— confesé, rodeándola por la espalda con un brazo. —Tal vez para la próxima.

—Necesito un poco de aire— salió después de pedir que nadie la siguiera.

Antes de ir tras ella, ignorando la orden de dejarla un segundo sola, Layla entró en la página, recibiendo su respuesta ante la carrera de periodismo, inundándose de felicidad por su resultado afirmativo.

Por último quien recibió su respuesta fue Casey, aunque sin sorprender a nadie por sus recomendaciones y talento siendo recibida con una carta incluso más personal que la del resto, suplicando por su presencia en la carrera de música dentro de la universidad.

Entre Las Estrellas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora