30 Days Smut Challenge - Jeongcheol

Día 24: Tímido

Este capítulo va dedicado para todas aquellas personas que me dejan esos bonitos mensajes en los capítulos anteriores. Todo my love para ustedes ♥

Jeonghan sabía que ese hombre ocultaba algo. No podía engañarlo después de lo que había visto. Su vecino, ese atractivo hombre de tez muy clara (en serio, era muy blanco, pareciera que nunca salía al sol), cabello negro lacio y labios gruesos y de un rosado que te invitaban a besarlo hasta que se desgastaran... ¿Qué estaba pensando antes?

¡Ah, sí!

¡Su vecino tenía un secreto oscuro y lo iba a averiguar!

¡Concentrado!

Para Jeonghan, Joshua y Minghao su nuevo vecino era una de las personas más adorables que habían conocido. El chico tenía la misma edad que Joshua y Jeonghan, pero era tan tímido e inocente que a menudo creían que en realidad era menor.

Minghao comentó una vez que lo había visto en el parque del condominio jugando con sus perros y dos niños, hijos de una pareja que también vivía ahí y que, cuando estaban a punto de irse, había sido él el que les había pedido a los padres poder jugar un rato más con sus hijos.

— ¿Deberíamos presentarnos formalmente? — pregunto Joshua un día. Los tres chicos tenían mucha curiosidad por el chico y por qué nunca lo habían visto acompañado de nadie, solo sus perros (dos lindos cocker spaniel) querían saber si es que él, simplemente, no gustaba de la compañía de nadie más.

Dicho y hecho, lo cazaron una tarde cuando, sabían, bajaría al parque para jugar con sus mascotas y que estas hicieran del baño. Los chicos se presentaron directamente, haciéndole saber que eran sus vecinos del apartamento de arriba y que podía reunirse con ellos cuando quisiera.

— Realmente no suelo tener ganas de ir a ningún sitio — se excusó Seungcheol, como se había presentado. Se veía sonrojado y un poco incómodo por ser el foco de atención de tres personas que aparecieron de la nada —, me quedo en mi casa y a veces vienen uno o dos amigos, pero gracias por la invitación.

Después de eso, no volvieron a acercársele ni a hablarle, mas allá de un breve saludo. Joshua había concluido que él era alguien introvertido y que se sentía más seguro en su propio mundo con las cosas que ya conocía, y que, de darse una amistad, tomaría tiempo. Minghao mencionó que sería mejor dejarlo tranquilo y los otros dos estuvieron de acuerdo.

"Una lástima" — pensaron los tres — "Es muy atractivo".

Y así estuvieron varias semanas, apenas un saludo por acá, un encuentro en el elevador, en las escaleras o en el parque, ningún contacto duro más de treinta segundos. Jeonghan estaba a punto de olvidarse de su vecino, hasta ese momento que lo cambió todo.

Jeonghan trabajaba de barista y su turno solía ser toda la tarde hasta las siete, que era cuando el café se convertía en un bar. Esa noche uno de los bartender había faltado por estar enfermo, así que Jeonghan decidió tomar ese turno, aprovechando que también se desempeñaba bien en ese puesto.

Pasaron las horas y nada nuevo pasaba en el lugar, cervezas por aquí, una ronda de cocteles para unos chicos, whisky para tontos que siquiera sabían apreciar uno bueno, los que se quejaban de que el servicio era lento; todo normal. Su turno terminó y volvió a casa, esperando poder ducharse y darse un masaje en los pies pues no los soportaba.

Claro que, no esperaba ver a su vecino llegar en una moto con un chico abrazado a él que poco hacía por disimular como le metía mano por debajo de la ropa. Jeonghan tuvo que analizar bien la escena para estar seguro de que ese era Seungcheol. El chico tenía una chaqueta de mezclilla oscura, unos pantalones igual de oscuros y rasgados y un crop top negro de cuerina que dejaba ver el marcado abdomen que cargaba; también tenía puestos unos zarcillos largos y Jeonghan estuvo seguro que había un piercing en su labio.