Día 14: Posición de perrito

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Jeonghan estaba harto. Estaba cansado de los alfas idiotas que lo perseguían por todos lados. Le fastidiaban los regalos, los coqueteos y las propuestas que parecían más una súplica. Nadie entendía que ya tenía pareja y que no quería saber nada de ningún alfa que no fuera el suyo.

Bueno, aun no lo mordía, pero igual era su alfa.

– Hola, precioso, ¿Por qué tan solito?

Y aquí vamos de nuevo.

– Porque me da la gana, adiós – estaba alejándose de aquel alfa cuando sintió su brazo ser sostenido y luego se vio acorralado contra la pared de una de las oficinas de la empresa en la que trabajaba –. Suéltame, idiota.

– ¿Acaso no respetas a tus superiores, omega? – el agarre en su brazo se apretó más, comenzando a dolerle y haciendo que se enfadara más.

– Tenemos el mismo cargo aquí, no me vengas con...

– Recuerda que soy un alfa, siempre seré superior a ti – Jeonghan se asqueaba cada vez que algún alfa hablaba de ese modo. Era bastante obvio que ese tipo vivía en el siglo pasado –. Si me da la gana, te pongo de rodillas ante mí, bonito, ¿comprendes? – podía sentir como el alfa usaba su voz de mando, por lo que luchaba bastante para no hacer lo que le exigía hacer – De rodillas, omega.

– El que va a estar de rodillas va a ser otro si no lo sueltas – se escuchó una voz, bastante conocida para Jeonghan, cerca de ambos. Al girar la cabeza, vio a Youngjo acercándose, listo para defender a su cuñado.

– Lárgate, Kim, esto no te incumbe – espeto el alfa que lo mantenía acorralado, a estas alturas su brazo estaba dormido.

– Es la pareja de mi hermano, por lo que si me incumbe, suéltalo por las buenas.

– No perderé el tiempo peleando con un niño – Jeonghan aprovecho la distracción del más alto para soltarse, yendo hasta su cuñado quien, rápidamente, lo coloco detrás de él.

– Más te vale dejarlo en paz, no querrás que Seungcheol se entere de que intentas forzar a su novio – le advirtió.

– No son nada hasta que ese omega no este marcado. Mejor dile que, si no se apresura, será mi marca la que tendrá en el cuello y no la de él – dicho esto, se marchó, dejando el pasillo oliendo a alfa enojado, aunque Youngjo también contribuía a que el olor fuera más fuerte.

El alfa se volteó para examinarlo, gruñendo bajo al ver como había quedado el brazo de Jeonghan por el agarre del tipo.

– Hyung, debes reportar este ataque – le sugirió, realmente preocupado.

– Técnicamente no me hizo nada, sabes que no lo tomarían en cuenta, Youngjo – le restó importancia, bajando lo más que pudo la manga de su camisa para cubrir la marca, lamentablemente, esta no era de mangas largas –, pero igual, muchas gracias por ayudarme.

– De nada, hyung, aunque sé que no te gusta que te salven – ambos caminaban hacia la salida de la empresa, llegando hasta el auto de Youngjo –. Te llevaré a tu casa, hyung.

El mayor iba a negarse, pero mentiría si dijera que no había quedado algo nervioso. Ese alfa prácticamente había amenazado con morderlo a la fuerza si lo veía solo y no le ayudaba mucho el que viviera cerca de él.

– Prefiero que me lleves a casa de tu hermano – finalmente acepto, montándose ambos al coche.

– Por supuesto – dicho esto, encendió el auto y sin más, arranco. El viaje fue con ellos hablando de cosas de la empresa.

30 Days Smut Challenge - JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora