Día 11: Fingering

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Cuando una persona se molesta con su pareja, por lo general el motivo es algo importante (dependiendo del punto de vista claro).

Algunos se molestan por cosas como no lavar los platos cuando se le pidió, llegar tarde a una cita o algo como que uno de los dos se adelantó la serie que estaban viendo juntos.

Bueno, Jeonghan estaba molesto con Seungcheol ya que este llevaba ignorándolo toda la semana. Y ni siquiera sabía por qué era, solo ocurrió. Y cuando trataba de preguntarle a Seungcheol, este solo decía que exageraba y volvía a ignorarlo.

Ahora me la pagas, desgraciado, pensó. Quería hacer algo para que el otro volviera a prestarle atención, quería que sufriera por tenerlo en abstinencia.

– ¿Qué te parece esto? – pregunto Hwangwoong, señalando un lindo conjunto de lencería masculina. Había pedido ayuda a varios de sus amigos, siendo Hwangwoong el único que no tenía vergüenza en acompañarlo a una Sex-shop.

– No lo sé, no es muy mi estilo, no es lo que busco – negó examinando la ropa –. Te luciría más a ti, en realidad. Podrías lucirlo para Youngjo.

Las mejillas del menor se coloraron rápidamente de rosa, mostrando vergüenza por la frase dicha por su hyung.

– N-no, no se d-de que hablas, hyung – dijo rápidamente dejando el traje en su lugar y alejándose de allí.

– Claro, como si no notara que ambos se comen con la mirada cada vez que están cerca.

– Hyung, estamos aquí para ayudarte a ti, no para hablar de mi – el más bajo trato desesperadamente por cambiar el curso de la conversación, y Jeonghan debía admitir, si no fuera por que faltaban solo dos horas para que su novio saliera del trabajo, seguiría molestando a su dongsaeng.

– De acuerdo, pero no te libras – le advirtió. Se alejaron de la zona de la ropa, alegando que no serviría de mucho y que sería mejor intentar con unos juguetes.

Ya estando en esa área, Jeonghan se desanimó un poco, no sabía muy bien que comprar, ocasionando que comenzara a dudar de su objetivo. Afortunadamente, Hwangwoong capto el sutil cambio en su actitud y lo llevo hacia un área en específico.

– ¿Esposas, Hwangwoong? ¿En serio?

– Hyung, solo piensa – le reto tomando un par de esposas de cuero, eran un par más ancho que los demás y Jeonghan no se imaginaba con eso puesto –. Esta vez, no serás tú quien este sin poder moverse, espósalo a él. Puedes torturarlo por no prestarte atención esta semana.

Desde esa perspectiva, la idea del menor no sonaba tan mal; la imagen de Seungcheol esposado y totalmente a su merced, lucia bastante tentadora y excitante.

– Hyung, tendrías el control – eso basto para que Jeonghan tomara la decisión de llevarse un par de esas. Compro varios lubricantes (de sabores por insistencia del menor) junto a las esposas y se fueron de la tienda.

En cuanto dejo al menor en su casa y llego a la suya, comenzó con sus preparativos.

No prepararía la cena, dejaría eso para después del castigo (como decidió llamarle). Se dio un baño bastante largo y bastante concienzudo, no dejaría un solo rincón imperfecto. Ya cuando estuvo vestido con una simple camisa blanca del mayor y un bóxer, puso sus instrumentos de tortura a la mano.

Estaba abajo, preparando la primera parte de su castigo cuando escucho el auto del mayor llegar. Sonrió sin poder evitarlo, iba a divertirse mucho.

Escucho la puerta principal abrirse y como Seungcheol se movía por la sala, probablemente dejando sus cosas en los muebles.

– ¡Hannie! ¡Llegue! – grito para avisarle al menor su llegada, sin saber que este ya lo había visto.

30 Days Smut Challenge - JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora