Día 26: Aburrido

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Buenas, saludos a toda personita que vaya a leer esto. Hace casi un mes que ocurrió, pero no me importa. Feliz año nuevo, espero que les esté yendo bien y que haya mucha homosexualidad en sus vidas. ♥


La mejor parte de tener una noche con tus amistades es, sin duda, el momento de quejarse de otras personas. Es la mejor oportunidad para dejar salir todo el veneno que se va acumulando por culpa de la convivencia con otros. También sirve para dejar salir todo aquello que molesta, incomóda o hace sentir mal de cualquier manera. Además, se suele hacer comiendo o en medio de una sesión de skincare... aunque Jeonghan, Joshua, Vernon y Mingyu, tenían puestas sus mascarillas, cintas para el cabello y comían helado mientras chismeaban sobre sus relaciones.

—A ver, explícate bien, ¿cómo que no te gusta usar juguetes? —preguntó Joshua, con tanta cara de sorprendido que Jeonghan podría apostar que, en realidad, se había ofendido.

—No es que no me gusten, es solo que pareciera que no podemos tener sexo sin que sea utilizando alguna de esas cosas. —Se explicó, viendo las expresiones asombradas de sus amigos a través de las mascarillas.

—O sea que, en pocas palabras, te aburrió usar juguetes. —resumió Mingyu. Jeonghan asintió y siguió comiendo su helado.

—Si. Nunca pensé extrañar el sexo vainilla —admitió.

—¿Por eso escogiste helado de vainilla? —preguntó Vernon riéndose. Los otros dos lo imitaron y Jeonghan le lanzó una almohada, haciendo que el otro se quejara— Pero hyung, ¿por qué no se lo dices? No es como si Seungcheol-hyung te vaya a terminar por querer sexo menos extravagante.

—La cosa, querido hijo mío —dijo Joshua a lo que Vernon hizo una mueca por la insistencia del chico en llamarlo así —, es que fue Jeonghan quien le insistió hasta el cansancio para que probaran juguetes.

—Pero es normal que se canse en algún momento, ¿no? —opinó Mingyu, echando más galletas a su helado— Solo dile que quieres volver al sexo normal.

—No lo sé... creo que lo haré, pienso que si vuelvo a ver un par de esposas me volveré loco. Nunca pensé no querer utilizar más mi vibrador.

—La cosa es más seria de lo que pensamos —dijo Joshua.


Al día siguiente, cuando Jeonghan llegó a su casa, la encontró vacía. No le extrañó, pues su novio solía trabajar hasta las siete los sábados y apenas era la una. Cualquier otro día, seguiría durmiendo, pero decidió limpiar un poco al no sentirse cansado. Se cambió de ropa a algo más cómodo y puso música, dándole todo el volumen que quiso y comenzó a limpiar el apartamento.

Estaba tan ensimismado tratando de quitar una mancha del mesón de la cocina que no se dio cuenta que Seungcheol había llegado antes y que llevaba observando cómo luchaba con esa mancha desde hace diez minutos. No fue hasta que la música perdió volumen que vio al pelinegro parado junto al equipo de música.

—¡Cheollie! —fue hasta él y saltó para abrazarlo, sabiendo que su novio lo atraparía. Se besaron durante unos segundos, tomándose su tiempo para saludarse como solía gustarles.

—Pensé que te encontraría dormido —dijo el pelinegro. Se dirigió al sofá, aún con Jeonghan colgado y se sentó, aprovechando para meter sus manos por debajo de la ropa de su novio.

—No tenía sueño y pensé que podría darle una limpieza al lugar antes de que llegarás. —Le dio un vistazo al reloj y notó que apenas eran las cinco— ¿Te escapaste acaso?

—No, solo terminé todo más rápido de lo que pensé, así que pude salir antes.

—Perfecto —dijo, para luego seguir besándolo.

30 Days Smut Challenge - JeongcheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora