30 Days Smut Challenge - Jeongcheol

Día 6: Vestidos a medias

Todos estaban agitados y no era para menos. Faltaba poco para salir al escenario, los miembros estaban siendo maquillados a toda prisa, los del staff iban de aquí para allá y los que ya estaban listos, calentaban sus voces, pasos y demás.

Todos estaban tan atentos a lo que estaban haciendo que no notaron la ausencia de dos personitas, más específicamente, del líder y del ángel del grupo. Ellos estaban muy ocupados atragantándose con la lengua del otro.

En uno de los armarios (vayan a saber de qué) estaban los mayores del grupo, Jeonghan siendo aprisionado contra la pared por Seungcheol, sus piernas alrededor de su cintura hacia que su trasero quedara contra la erección del pelinegro y este simulaba embestidas, haciendo que el rubio soltara pequeños gemidos.

– Maldición, Seungcheol – el nombrado había empezado a besar su cuello, ocasionando que se desesperara por más contacto –. Vamos, Cheollie. N-no hay... tiempo.

El pelinegro le hizo caso al rubio; a penas su pies tocaron el suelo lo volteo, haciendo que este colocara sus manos en la pared, teniendo un mejor soporte.

– Separa las piernas – exigió mientras bajaba el pantalón de Jeonghan hasta las rodillas, le encantaba tocar las piernas del rubio, era magnifico ver como se erizaba cada vez que lo hacía – Trata de no gritar mucho, ángel.

– Sera d-difícil si sigues... haciendo eso – suspiro bajito. Sentía todo su cuerpo ser recorrido por un delicioso escalofrió, Seungcheol había metido dos de sus dedos, previamente ensalivados, los movía queriendo dilatar al rubio más rápido, pues como había dicho, no había tiempo.

Cuando Seungcheol considero que estaba listo, saco sus dedos y tomo las caderas de Jeonghan, empinando más su trasero y penetrándolo de una sola estocada, provocando que el menor mordiera su mano para no gritar.

Las embestidas comenzaron rápidas y fuertes, Jeonghan mordiendo su mano o sus labios para no gritar, aunque eso no detuviera que alguno gemiditos salieran de vez en cuando.

Seungcheol no estaba mejor que él; se había inclinado lo suficiente para morder la espalda del menor (aun con la camisa puesta) para amortiguar sus propios gemidos; aunque eso no evitara que gruñera por lo bajo.

– ¡Ahí! Dios, Seungcheol... – Jeonghan no pudo evitar gritar cuando sintió su punto dulce ser tocado, le fue imposible contenerse.

Seungcheol por su parte, tapo la boca del menor con su mano, lo último que necesitaban era que los descubrieran. Dejo de moverse pero Jeonghan estaba a punto de correrse aun así: Seungcheol había dejado su miembro contra su próstata.

– Si vuelves a gritar, te castigare muy duro, ángel – le susurro directamente en la oreja, su voz ronca mandando un escalofrió a Jeonghan, sacándole un largo y lastimero gemido –. ¿Entendido?

El rubio solo atino a asentir rápidamente, tenía lágrimas en sus mejillas y estaba desesperado porque su novio se moviera; lo que hizo en cuanto el menor asintió, pero empezó a moverse en círculos, sin sacar su miembro y acariciando el punto dulce de su novio todo el tiempo.

Jeonghan se sentía desfallecer. Era tanto el placer que estaba recibiendo que sus brazos perdieron la fuerza. Seungcheol al notarlo, pego el cuerpo del menor a la pared, sin dejar de moverse y sin dejar de complacer a Jeonghan.

El mayor estaba a punto de correrse, por lo que tomo el miembro del rubio, masturbándolo, aunque bastó solo un par de caricias para que este se corriera en la mano de su novio y manchara la pared. El otro se corrió con un par más de embestidas, llenando el interior de Jeonghan de su esencia.

– Dios... amo cuando te corres dentro – confeso el menor en medio de su nube post-orgásmica.

– Yo amo dejarte con esa sonrisita de ''mi novio es un puto dios del sexo'' – le respondió mientras salía de su interior, observando como su semen salía y comenzaba a escurrirse por los muslos del rubio.

– Es que mi novio es un puto dios del sexo – dijo con la respiración ya normalizada –. Ayúdame a vestirme, idiota. Creo que si me doblo no me levanto.

– Creo que deberías limpiarte primero – le reprocho, cerrando su propio pantalón y acomodando su ropa; recién se dio cuenta de que estaban en un armario de limpieza y buscaba algo para limpiar a su novio.

– Mejor déjame así.

– Hannie, estarás pegajoso e incómodo toda la noche.

– Pegajoso si, incomodo no y lo sabes perfectamente – le tranquilizo llevando su mano a uno de sus muslos, llenándolo de semen y luego llevárselo a la boca –. O mejor, me limpio así ¿qué dices?

El mayor se acercó y volvió a estamparlo contra la pared, se besaron duramente, con ganas de repetir pero ambos sabían que no se podía.

– Deja de provocarme – el mayor lo tomo del mentón duramente, separándolo –, sabes que no hay tiempo pero tal vez mañana, podamos repetirlo.

– ¿Y por qué no cuando termine el concierto? – preguntó el otro débilmente. Seungcheol estaba subiendo su pantalón y acomodando su ropa pero también lo estaba acariciando, provocándolo esta vez.

– ¿En serio crees tener energía para cuando terminemos hoy aquí? – cuestiono mientras miraba que nadie pasaba por ahí para poder salir los dos.

– Tienes razón, mejor mañana.

Ambos salieron, casi trotando para llegar a donde los demás miembros estaban.

– ¡Por fin aparecen! ¿Dónde mierda estaban? – preguntaban los miembros.

– ¿En serio preguntan dónde estaban? – Pregunto Seokmin – Solo miren el aspecto que tienen, se nota a leguas que estaban cogiendo.

– ¿No pudieron aguantarse un poco? – pregunto Joshua claramente molesto, sin los otros dos, él quedaba a cargo y ya lo habían regañado varias veces en el pequeño descanso que se habían tomado los mayores.

– ¿Cómo te aguantas tú con Seokmin en la sala de practica? – le devolvió Jeonghan a su mejor amigo con una pequeña sonrisita.

– Es diferente, al menos nosotros no retrasamos el concierto casi media hora por que no aparecíamos – contesto Seokmin al darse cuenta que el otro se había avergonzado por lo que había dicho Jeonghan.

– Bueno ya, si empezamos a discutir antes del concierto entonces no saldrá bien – interrumpió Seungcheol, retomando su papel como líder.

Después de unas pocas palabras de aliento, todos fueron a sus posiciones para empezar el concierto y reunirse con CARAT.

– ¿En serio, Seokmin y Joshua hyung lo han hecho en la sala de practica? – pregunto Hansol, siendo respondido por Mingyu.

– Si, y Soonyoung y Jihoon hyung lo han hecho en el estudio de grabación.

Vernon no sabía si quería volver a pisar esos sitios.