30 Days Smut Challenge - Jeongcheol

Día 30: Libre Elección

Buenas, buenas, mi gente, espero que se encuentren muy bien. Aquí llego yo con el último capítulo de este challenge. 

Les recuerdo que publicaré cinco especiales como un regalo especial para ustedes, así que espérenlos. 

Dicho esto, espero que les guste y que su vida siga llena de muchos momentos homosexuales y de deluleo. 

Cenar con sus amigos se había vuelto una tradición imposible de romper. Gracias a que todos crecieron e hicieron sus vidas por partes separadas, se les hacía difícil reunirse con la misma frecuencia de cuando eran jóvenes. Por eso, cada tres meses se reunían, alquilando algún lugar para los trece (a veces incluían amigos o familiares) y hablaban y jugaban hasta bien entrada la noche o lograban ver los rayos del sol anunciando que no durmieron en lo absoluto. A veces, algunos se debían ir más temprano que otros, pero siempre asistían, ese era el trato.

Ahora, se encontraban haciendo las preguntas más íntimas y personales gracias a un juego que había llevado Soonyoung, por supuesto, todos tenían varios tragos encima, pero aún estaban muy conscientes de todo.

—Ok, veamos —dijo el rubio sacando una tarjeta. Luego batió el recipiente donde estaban los papeles con los nombres de los trece escritos y sacó uno, sonriendo maliciosamente al leer el nombre de su víctima—. Entonces, Seungcheol hyung, dinos ¿Qué tipos de juguetes les gusta utilizar a Jeonghan hyung y a ti?

Seungcheol se atragantó con la cerveza que estaba bebiendo, siendo objeto de burlas del resto por su reacción y el muy evidente sonrojo que se formó en su rostro, era una desventaja de ser tan blanco. Jeonghan le dio toquecitos en la espalda para ayudarlo.

—Por favor, ¡no me digas que sigues siendo tímido con el tema! —se quejó Mingyu— Llevamos más de diez años siendo amigos, ¿cómo te sigue dando pena hablar del tema con nosotros?

—Solo es tímido al respecto, es normal —lo defendió Jeonghan. A eso le siguió una horda de comentarios quejándose al respecto, alegando que era falta de confianza y que compartir ese tipo de cosas era normal entre amigos; también, estaban los que defendían el derecho de Seungcheol de ser tímido respecto a algunos temas.

—¡Esperen! ¡Ya sé que pasa aquí! —gritó Soonyoung, llamando la atención de todos en la mesa. Señaló a Seungcheol con dramatismo, como siempre lo hacía cuando jugaban a la mafia y él resultaba no ser parte de esta—. La cosa es esta, mi querido público. Como saben, nuestro hyung aquí presente destaca por tener una apariencia muy masculina y varonil, con todo esos músculos, esa ropa y actitud toda autoritaria de macho alfa, bueno, lo que la gente no sabe... ¡Es que resulta que él es el pasivo en esa relación!

La mesa se llenó de carcajadas, expresiones de sorpresa y comentarios divididos entre los que creyeron esa teoría y los que se negaron a verla como verdad.

Seungcheol por su parte, estaba tan sonrojado que a Jeonghan le preocupó su tensión por un momento. —Cariño, relájate, aquí ninguno está en condiciones de manejar para llevarte al hospital.

—¿En verdad es tan raro que no pueda hablar de estos temas con ellos? —preguntó. La mesa ya se estaba calmando, por lo que terminaron susurrando para no ser escuchados.

—Claro que no, es tu comodidad y nadie debería pasar sobre ella.

—Seungcheol hyung —llamó Soonyoung. Jeonghan notó que estaba acariciándose el brazo y a Jihoon viéndolo con desaprobación—, lamento si te incomodé, no era mi intención.

—Tú tranquilo, Soon, a veces me da pena hablar de esto hasta con Jeonghan —aseguró. Luego, una pequeña sonrisa adornó su cara y Jeonghan conocía de sobra esa expresión traviesa—. De hecho, como muestra de que todo está bien, dejaré que me hagas tres preguntas de esas con la promesa de que serán contestadas.