XXXVIII

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—...Y despues se subirnos al tren papá perdió mi sombrero en la estación, me gustaba mucho ese sombrero pero le dije que estaba bien así que Jisoo me dio el suyo, aunque la gente no suele usar sombreros como antes, bueno, no del lado de los monos, los monos son muy interesantes, mi padrastro Jihoon es interesante aunque no hemos hablado con él, pensé que daba miedo pero creo que es alguien amable y...

—Jihan, deja ya a Dino.

Dino exhaló una pequeña sonrisa acomodando la habitación para ambos cachorros, Jihan había estado hablando sin parar por los últimos treinta minutos, y estaba bien, en realidad Dino no sabía que hacer cuando ambos se quedaban callados, hacía su trabajo, pero el que hablaran llenaba su cabeza y le permitía olvidarse de todos los problemas al menos momentáneamente. Era como estar con Seungkwan. Porque todo el departamento se sentía como Seungkwan.

Jihan hizo un puchero y saltó al extremo de la cama donde estaban las almohadas, empujó varias y se metió bajo las sabanas negándose a hablarle a Jisoo. Dino se acercó solo para asegurarse de que todo estuviera en orden, y casi por reflejo miró las medicinas amontonadas en la mesita de noche y comenzó a ordenarlas.

—¡No las toques!— Jisoo casi gritó y Dino dio un paso atrás de inmediato. Cuando el cachorro llegó a él comenzó a ordenar las medicinas por si mismo ocultándolas de Dino. —Esto... Yo me encargo de esto.

Asintió.

—Son solo medicamentos.— Dijo Jihan encogiéndose en hombros. —Son míos, en realidad no estoy enfermo, bien, siempre lo estoy pero no ese tipo de enfermo. Mi cuerpo es débil por dentro y por fuera.

—Jihan, cállate.— Jisoo lo cubrió con las sabanas hasta el rostro.

—Está bien, Dino es amable.— Y Jihan se descubrió. —¿verdad?

—Intento serlo.— Respondió.

—Eso no deja de hacerlo un lobo de servicio para la familia Kwon, familia que no nos quiere, así que deja de contarle todo.— Jisoo regañó pero Dino se mantuvo callado. Siempre tenía que mantenerse callado. —Solo... estamos bien, Dino, puedes irte.

—Yo no quiero que se vaya.

Dino apretó los labios mirando a Jihan y a Jisoo. Intentó mantener su mente en blanco deshaciendo cualquier pensamiento conforme llegaba, sin embargo aun estaban allí, sus pensamientos y el hecho de que estos niños temían de todo. Jisoo tenía miedo de cada persona con la que se cruzaba, y tenía una razón para hacerlo. Jihan solo era un niño un poco demasiado inocente, y demasiado frágil, claramente su hermano estaría preocupado por él.

—Tu nariz...— Jisoo murmuró y Dino llevó una mano a su rostro. —Ve a dormir, lobo Dino, deja de preocuparte por nosotros.

—Ya son las diez, legalmente de este lado del mundo Dino ya no está trabajando.— Dijo Seungkwan desde la puerta. Ambos cachorros lo miraron y Dino intentó hablar, pero cuando se dio cuenta Seungkwan ya sostenía un pañuelo contra su nariz. —Así que no se preocupen, en la zona de los monos Dino está sujeto a mi autoridad, porque es mi departamento.

Dino intentó sostener por si mismo el pañuelo, pero Seungkwan golpeó su mano. Jihan soltó una pequeña risa, y Jisoo también lo hizo.

—Si Dino ya no está trabajando ¿puedo preguntar cosas sobre la familia de papá? Como nuestro padrastro.— Jihan salió de entre las sabanas.

—Jihan...— Balbuceó Jisoo.

—¿Qué querrían saber sobre Jihoon?— Preguntó aun con Seungkwan cubriéndole la nariz.

—¿Cómo se conocieron papá y él?

Oh, mala pregunta.

—Es una larga historia.

—Tenemos toda la noche.— Jihan insistió.

—Es mejor que no.— Balbuceó. Para por fin apartar a Seungkwan y retirar el pañuelo. Miró a ambos cachorros. —Hablar del pasado es difícil. Y cruel. No me gustaría crearles ideas erróneas a ambos... Si quieren saber mañana podrán preguntarles ustedes a Jihoon personalmente.

Jisoo miró a Dino.

—¿Por qué Jihoon querría hablar con nosotros?

—Jihoon es mejor persona de lo que aparenta. Está preocupado por ustedes.

—Tambien pueden hablar con Mingyu.— Murmuró Seungkwan para despues encogerse en hombros. —Mingyu también es amable, y no busca lastimarlos.

Jisoo suspiró.

—¿Podrías hacerlos venir mañana?

Venir, porque ellos no querían volver a esa casa. Al menos no aun.


Accord [Chankwan/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora