III

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Dino no era una persona tan apuesta, ni siquiera era la persona más entretenida o la de mejor carácter ¿si quiera era su nombre real? Dino no sonaba real, era como el nombre de un perro, o de una mascota, Seungkwan estaba seguro de que Dino estaría en una lista de mascotas, así que no quería creer que fuera un nombre de una persona, o de un lobo. Pero lo era, y había pasado tanto tiempo recordándolo que era irritante.

Dino no tenía nada de especial, pero aun así Seungkwan había pasado noches recordándolo, había pasado noches esperando a que él entrara a su habitación y se recostara a su lado, algo que hizo antes, muy pocas veces. Dino solo entraba a su habitación en silencio y se recostaba allí, se encogía un poco en su espalda y Seungkwan rodaba en el colchón para abrazarlo. Y Dino lo abrazaba igual, sus ojos siempre puestos en Seungkwan, como si no quisiera perderlo de vista.

En esos momentos se sentía tan amado y lleno que cuando despertaba por las mañanas la soledad era inmensa. Porque Dino siempre se iba sin avisar. Era como si hubieran tenido sexo y a la mañana siguiente lo hubieran abandonado, pero no, Dino nunca estaba interesado en el sexo, nunca le molestó que Seungkwan fuera lento y tardado para tomar confianza, nunca le molestó las veces que Seungkwan no quería ni ser tocado. Dino estaba bien con solo verlo, con solo estar allí, cerca de él. Y eso era un amor especial. El amor que Seungkwan amaba.

Y ese mismo amor estaba mirándolo de vuelta, despues de diez años lejos, esos mismos ojos grises pareciendo complacidos del simple hecho de estar allí. Ahora Seungkwan lo odiaba, quería golpear a Dino en el rostro. Diez veces, una por cada año.

—¿Por qué razón buscarías a Mingyu?— Preguntó Seungkwan despues de que Dino le contara solo un poco de todo el problema. —Pensé que se había casado y se había ido a china. O algo así.

Su perrito ladró en los brazos de Dino y volvió a acomodarse entre ellos, quizás encariñándose con el lobo. Seungkwan hizo una mueca.

—Necesitaba que Mingyu y Minghao regresaran a la casa de los Kwon.— Respondió Dino con rectitud. Seungkwan odiaba eso. —No... Necesitaba que Vernon fuera a la casa de los Kwon. Despues de todo Vernon es un Kwon.

—Minghao y Mingyu se fueron huyendo de Hoshi, no creo que quieran regresar, cuando Minghao estaba embarazado...

—No usamos la palabra embarazado para referirnos a los omegas gestando.— Seungkwan rodó los ojos cruzándose de brazos.

—Cuando ellos estaban en la casa que compartía con Wonwoo estaban aterrados. Y yo también.

Dino bajó el rostro como si estuviera apenado.

¿Cómo olvidar cuando fue secuestrado? Estaba saliendo de compras, lo lanzaron a un vehículo y el descarado Hoshi le habló de como quería que "su omega" volviera a sus brazos, de cómo llevaba a su cria y que perdonaría a Mingyu si todo se hacía con calma, porque era una buena persona o algo así, fue la primera vez que vio a Dino, tan recto e increblantable que cuando Seungkwan intentó escapar lo primero que hizo fue irse contra él, únicamente porque era más bajito que los otros y parecía más débil. Pero Dino no era más débil, al contrario, tomó a Seungkwan con facilidad y lo obligó a sentarse.

—Lamento los daños cau...

—¿puedes dejar de hablar así? Me haces recordar ese día.

Dino tomó aire y asintió suavizando su postura.

—Estoy intentando contarte, deja de presionar.— Se quejó Dino haciendo una mueca y tomando al perro entre sus manos. —Toma tu rata.

—¡No es una rata!— Lo tomó indignado.

—Déjame hablar ahora, no me interrumpas.

—¡Debería sacarte de mi casa solo por eso! Yo no tengo nada que ver en los problemas de los lobos.

Dino hizo una señal de silencio como si estuviera estresado y Seungkwan le lanzó una almohada al rostro. Dino la esquivó. Y segundos despues le mostró una sonrisa acompañada de una corta risa graciosa. Y su corazón se volvió cálido.

Otra vez.

Accord [Chankwan/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora