Accord [Chankwan/Omegaverse]

XXII

—¡¿Qué está haciendo aquí?!— Dino casi le gritó en el rostro cuando abrió la puerta, ni siquiera lo tuvo que invitar a pasar, él lo hizo, Dino entró a su departamento buscando como si fuera algún tipo de inspector.

Azotó la puerta y casi corrió para atraparlo. Le dio un golpe en la frente y lo obligó a sentarse ¡¿Qué culpa tenía él?! Seungkwan era la victima en la situación, no el culpable, él solo se mantuvo tranquilo en todo momento y actuó como pensó que era correcto. No era su maldita culpa. Aun así Dino le había fritado y ahora parecía molesto, le dio otro golpe en la frente e insistió con más sintiendo la sangre hervir. Era un idiota. Un lobo idiota.

—¡Yo soy el que debería estar molesto! ¡no tú!— Le gritó cruzándose de brazos y Dino por fin bajó la cabeza.

—Lo siento...— Murmuró el lobo con los labios apretados.

Como si eso solucionara algo. Rodó los ojos y se sentó frente a Dino buscando calmarse también. Había sido una mañana extraña, muy extraña, y lo que menos quería era un escándalo en su departamento.

—¿están enojados?— Preguntó el niño detrás de ellos, con su cachorro en las manos. Seungkwan suspiró.

—No, linda, no te preocupes.— Le respondió con una sonrisa amable.

La pequeña se encogió en hombros abrazando al perro y despues se acercó haciendo a Dino ponerse de pie. Y Dino tomó ese maldito rostro frívolo como si fuera un robot y pareció calmarse frente a ella, a pesar de que estaba enojado. Y Seungkwan lo odiaba ¿Por qué demonios Dino siempre tenía que actuar asi de desagradable frente a todos? Ah, pero cuando se trataba de Seungkwan se volvía peor, porque a Seungkwan si le gritaba y si se molestaba con él, el desgraciado se enojaba tanto que a veces ni le hablaba. Lo odiaba mucho.

—Jiwoo ¿Cómo llegaste aquí? Tus padre deben estar preocupados. Será mejor que regresemos a...

—No quiero.— Jiwoo dio un paso hacia atrás. —Papá está... él está enojado y no me quiere dejar respirar ni un momento, y tio Cheol solo le presta atención al otro, y tio Hoshi... Tio Hoshi tio Hoshi está con mis hermanos, así que no me puedo acercar porque papá se enoja...

La niña se encogió más y Seungkwan suspiró poniéndose de pie para caminar hasta ella. No supo como la pequeña lo había encontrado, pero ella le marcó desde un teléfono publico y le preguntó si era "Kwannie", la siguiente pregunta fue más extraña, ella quería saber si era "ese algo" de Dino y finalizó pidiéndole que fuera por ella hasta una zona alejada de los lobos. Ella no le dio las indicaciones hasta prometer que no le avisaría a Dino.

Cuando Seungkwan fue por ella la niña se encontraba sola. ¿Qué hacía una niña sola en medio de la nada? Bien, había una parada de autobús, pero ciertamente no era nada tranquilizador. Decidió llevarla a su departamento porque la niña se negó a regresar a su casa. Así que Seungkwan intentó mantenerla a salvo mientras la convencía de llamar a Dino, o algún otro adulto.

—Jiwoo...— Dino dio otro paso al frente y Seungkwan se interpuso.

—Dino, ella está asustada. Peleó con su papá.— Explicó tomando al lobo de los hombros y obligándolo a sentarse. —Cree que mató a su hermano.

Dino lo miró con sorpresa y confusión para despues sentarse. Entonces Jiwoo por fin se acercó, colocándose justo detrás de Seungkwan.

—Papá se enfadó mucho.— Dijo Jiwoo. —él casi se desmalla cuando estaba gritándome, le dije que no era bueno para su cachorro y se enojó más. Dijo que no había ningún cachorro, pero estoy segura de que lo hay, tio Cheol me lo dijo.

Dino suspiró.

Seungkwan abrazó a la niña cuando ella se sostuvo de él, casi como si Dino fuera a gritarle, pero no, Dino tan solo bajó la cabeza y apretó los labios asintiendo. Se volvió a poner de pie reajustando todo en él y despues miró a Jiwoo con calma. Seungkwan aun la hizo hacia atrás, estaba seguro de que Dino seguía molesto, podía verlo en su irritante cara.

—¿Por qué estaban discutiendo?— Preguntó Dino.

—Quiero conocer a mis otros hermanos.— Jiwoo respondió con seguridad. —Papá Woozi está de acuerdo, pero papá dice que no, y no quiere que los conozca... ¡Quiere encerrarme en esa habitación y yo no quiero!

Dino volvió a asentir, como si comprendiera las razones de Jiwoo.

—¿Cómo encontraste a Seungkwan?

—Es el número que más aparecía en tus últimas llamadas...— Jiwoo se ocultó más. —Necesitaba ayuda, y no podía pedírtela a ti o a tio Cheol, me llevarían de regreso con papá en un abrir y cerrar de ojos. Por eso llame a Kwannie. Pensé que si tu no podías ayudarme él lo haría.

—Tienes suerte de que me llamara a mi. Pudo ser peligroso.— Regañó Seungkwan a Dino. —¿Cómo puedes dejar que una niña de diez años tome tu celular así?

Dino hizo una mueca.

—Por suerte no tomó el de Seungcheol.— murmuró Dino. —¿Cuándo memorizaste su numero?— Preguntó alzando su celular.

—Ayer en la noche.— murmuró Jiwoo encogiéndose en hombros. Había algo raro en ella.

—Sabías que discutirías con Jeonghan.— Dijo Dino y Seungkwan dejó de entender. —Si planeaste todo esto no tenías tanto miedo como decías.

¿Qué?

—Solo era el plan B.— Balbuceó la niña. —Solo lo haría si papá se enojaba tanto que decidía encerrarme, no esperé que se pusiera mal... entré en pánico y el plan B se convirtió en el A. Sabía que iba a molestarse en cuanto le dijera sobre mis hermanos, pero él casi se desmayó... Creo que mate a mi hermano.

La pequeña niña bajó la mirada, ahora viéndose arrepentida, para nada maquiavélica como Dino la hacia ver. Seungkwan suspiró abrazándola para darle consuelo y despues miró a Dino. Bien, no entendía a los lobos, la niña que tenía entre brazos había formulado todo un plan para discutir con su padre, pero al final del día era una niña, y se había asustado por lo que ocasionó.

Dino suspiró extendiendo su mano hacia la niña, y ella por fin se apartó de Seungkwan tomándola con seguridad. Era solo una niña, asi que enojarse con ella no tenía sentido, al menos no en ese momento. Su pequeño cachorro ladró en protesta y saltó para mostrarle el estómago a Dino, meneando la cola para que él le diera atención. Jiwoo solo soltó la mano de Dino para abrazarlo. Y Seungkwan sonrió con ternura.

—Es solo una niña.— Le recordó a Dino.

—No me lo digas a mí, mi deber es cuidarla, no reprenderla.— Suspiró el lobo. —Gracias por avisarme y mantenerla a salvo.

Ah. Dino solo le traía dolores de cabeza, pero sonrió despues de escucharlo.