XLIV

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—¡Jisoo!

—¡Déjame en paz!— Gritó Jisoo caminando por las calles oscuras. —¡No soy parte de los Kwon! ¡No tienes por qué cuidarme!

Dino quería correr detrás de él, pero temía que si apresuraba su paso Jisoo comenzaría a huir y no podría encontrarlo. Mantuvo la calma mientras lo seguía.

—No puedes irte, Jihan...

—¡Regreso con mi papá para que haga entrar en razón a Jihan!— Jisoo se giró y Dino se detuvo. —¿eso no es lo que todos quieren? Nos quieren fuera ¡no les pediré nada a ellos!

Parpadeó sintiendo su pecho arder en llamas, le dolía la cabeza y su respiración era fuego, pero aun así no titubeó frente a Jisoo, mantuvo su postura y su cabeza en blanco mientras escuchaba a los coches pasar como un destello de luz. El mundo de los monos era ruidoso, pero esa noche parecía lluvia.

—Dime la verdad.— Pidió, y no supo porque lo hizo. —¿Por qué están aquí?

Jisoo se quedó a casi dos metros de él, mirándolo fijamente mientras su respiración se regulaba. Este cachorro era un alfa, pero se veía pequeño y perdido, temeroso. Jisoo comenzó a calmarse, y su rostro enojado se llenó de tristeza.

—Mi hermano...

"Mi hermano."

—Papá y yo ya no podemos cuidar de él.— Jisoo sonó firme, pero la comisura de sus labios bajaban. —No tenemos a donde ir. Jihan piensa que papá está en casa pero ni siquiera tenemos una. ¿Por qué crees que iríamos a ese lugar? Sé que Jeonghan no nos quiere. Lo recuerdo.

Jisoo era demasiado pequeño en ese entonces, pero Dino también. Jungchan lo era. Estar obligado a ser el líder... sentirse obligado a ser el líder porque de no serlo ellos jamás lo aceptarían, tener que cuidar de las personas que los odian. Tener que cuidar a quienes odia. Jisoo había comenzado a llorar limpiando sus lágrimas con la mano.

—Déjame en paz... Vete...— Jisoo balbuceo. —Si les sirves a los Kwon... vete.

—Hey, no llores. Estaremos bien.

—No quiero estar aquí, quiero ir a casa.

—Jungchan... Ahora esta tiene que ser nuestra casa.

—¡No quiero!

—Lo sé.

Dino cerró los ojos mientras respiraba. La ciudad era ruidosa, el sonido de los autos, las voces y la música a lo lejos, los gritos, los televisores, radios, los lugares. El sonido estaba en todos lados, pero aun así podría escuchar el llanto de Jisoo tan claro y fuerte como si fuera en sus oídos. Mantuvo los ojos cerrados mientras pensaba una respuesta.

¿Qué escuchaba?

—Di-no. Es fácil de pronunciar. Di-no.

¿Qué escuchaba?

—¡Hey, di-no, él es un idiota.

¿Qué?

—Estas aquí para servir, levanta la cabeza y asiente.

...

—Hey, cachorro. Di no.

La cabeza del niño rubio se movió de un lado a otro mientras se reía.

Di-no.

Que apodo más tonto.

Si te dan una orden. Di no.

—No.— Dino se acercó a Jisoo sin miedo a que él huyera. Y lo abrazó.

¿Qué estaba escuchando?

Quizás su corazón.

Jisoo lloró con fuerza.


Accord [Chankwan/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora