Accord [Chankwan/Omegaverse]

XI

Tan pronto llegó a la casa de los Kwon recibió la llamada de Hoshi. Despues la de Jeonghan, y al final la de Joshua. Dino se limitó a responder cada una de las preguntas y mantuvo silencio en cuanto el asunto con Minghao y Mingyu. El omega se había negado a entrar en la casa de los Kwon, así como se había negado a que Vernon entrara, por lo que Dino hizo lo posible por encontrarles un lugar aunque Jun dijera que podían quedarse con él y Seokmin. Despues, cuando pudo tranquilizarse, la llamada de un Jeonghan furioso lo puso contra la espada y la pared.

—Ella no se quedará en esa casa.— Se quejó Jeonghan a través de la línea.

"Fue lo mismo que dijo Minghao" Pensó caminando entre los pasillos deshabitados.

Jeonghan se quejó un largo rato para despues colgar. Suspiró

Bien, haría lo siguiente; convencer a la familia de Minghao de vivir dentro de la casa de los Kwon, y convencer a Jeonghan de vivir allí también, ninguno soltaría a sus hijos, pero tenían que hacerlo. El señor Kwon había sido claro; reintegrar a Jisoo a su familia, junto a Jeonghan, no importaba si era con Jihoon o con quien fuera, pero Jeonghan tenía que estar allí al ser la única petición del joven alfa, y Dino aun no sabía si esto era petición de Jisoo o de Joshua, pero de cualquier manera el señor Kwon le aclaró que debía acatarse.

"No solo le sirves a Jeonghan, le sirves a los Kwon"

Bien, Dino lo sabía. Así que, tener a Jeonghan dentro de la casa, ¿Cómo lo convencía? Estar bajo el cuidado de Hoshi, y que Jihoon y Seungcheol estuvieran allí para hacerlo sentir cómodo, o por capricho del omega y de la cachorra, porque Jiwoo tampoco quería estar demasiado tiempo en la casa de los Kwon. Ahora, con el tema de Minghao... Tenía que meter a Vernon para que este pudiera reintegrarse como Jisoo y en un futuro, quizás, tomar el lugar que le correspondía, casi como un concurso. Como un jodido concurso.

El punto era... Nadie quería vivir en la casa de los Kwon. Así que Dino había resuelto desalojar una de las zonas para meterlos a todos allí, como una ratones, porque no sabía que más hacer.

—Lobo Dino.— Alguien lo llamó mientras recorría los pasillos solitarios. Giró encontrándose con Jisoo, quien ya estaba en una de las habitaciones junto con su hermano menor. Dino saludó cortésmente. —¿podrías traer agua para mi hermano? La cocina se encuentra lejos y no quiero dejarlo.

Parpadeó un par de veces pero asintió.

Un detalle que nadie mencionó; Jihan parecía débil todo el tiempo, delicado, pequeño, y como Jeonghan, se parecía a Jeonghan, los mismos ojos y la misma sonrisa de cuando era más joven, el cabello rubio y la apariencia un tanto delicada. Contrario a su hermano que era un poco más grande y alto, siempre mirando al frente tal y como Joshua lo hacía. Ambos chicos se mantenían donde se les ordenase, no se quejaban, no hacían ruido, y casi parecían no existir.

Hoshi fue amable con ellos desde un principio.

Cuando regresó con el vaso de agua en la mano tocó la puerta de la habitación. Tendría que asignar a algunos lobos de servicio a la zona, en las habitaciones que no estarían ocupadas. Y tendría que mudarse de habitación porque Hoshi también lo haría... si es que Minghao no se quejaba. Suspiró. ¿Por qué eran los omegas quienes estaban causándole tanto trabajo? Quizás porque ellos habían sido maltratados y acosados por ciertos lobos. Dino deseó no haberse respondido.

La puerta se abrió dejando ver al joven Jisoo.

—Gracias.— Dijo el alfa entrando a la habitación sin cerrar la puerta. Dino se mantuvo allí, observando el montón de pastillas sobre la mesa. —Puedes entrar.

—¿Necesitan algo más?— Preguntó con calma dando un paso adentro.

Jihan estaba allí, sentado cerca de la ventana con los ojos cerrados. Y Dino se sintió mal por ellos. Joshua no estaba allí para cuidarlos, se había ido alegando que volvería por ellos si algo pasaba. Y es que Joshua podría ser una mala persona, o una persona agresiva, podía ser todo, menos un mal padre.

—Jihan quería preguntarte algo.— Respondió Jisoo tomando las pastillas una por una para acomodarlas sobre la mesa.

Miró a Jihan y esperó.

—¿Por qué papá se fue tan rápido?— Preguntó el chico con la voz delgada. Le recordó a Jeonghan.

—¿Joshua?— Preguntó, pero el cachorro negó. —¿Jeonghan?— Hubo un asentimiento.

—No lo he visto desde que llegamos. Pensé que querría vernos... ¿la cachorra que estaba con él es mi hermana? No se parece a nosotros.

Asintió.

—Jiwoo se parece a su padre Jihoon, no a Jeonghan.— Explicó. —Jeonghan vive junto a su pareja Jihoon, por eso no se encuentran en la casa.

—El abuelo dijo que vendrían.— Jihan parpadeó largamente. Ah. Así que por eso querían a Jeonghan dentro de la casa. —Jisoo no me quiso contar nada sobre papá.

Miró al lobo mayor y como este se mantenía ocupado. Dino dio un paso enfrente.

—Si estás interesado responderé todas tus dudas.— Le dijo a jihan. —Lobo Jisoo ¿te gustaría que yo hiciera esto por ti?

Jisoo negó.

—Puedo hacerlo por mi mismo.— Respondió Jisoo con una amable sonrisa. —Respecto a hablar de Jeonghan... Le dije que no había mucho que contar. Realmente no lo conocemos así que hará un par de preguntas tontas.

—No son preguntas tontas.— Se quejó Jihan. —Bien... hay dos preguntas tontas, pero nada más.

—Responderé cualquier pregunta que pueda.— Le dijo a Jihan.

—¿sabes su color favorito?— Preguntó el cachorro y Dino apretó los labios.

Jeonghan le había hecho tanto daño a ese cachorro que su corazón se apretó en su pecho. No culpaba a Jeonghan, no era nadie para decidir o juzgar, él solo era un lobo de servicio que obedecía sin quejarse, mirando todo sin criterio. Así que el sentimiento que cruzó en su cuerpo fue una mezcla de culpa y vergüenza, pena, lastima por el cachorro que si bien era mayor que Vernon parecía mucho más pequeño, se parecía más al tamaño de Jiwoo.

—Te dije, preguntas tontas.— Jisoo se burló rodando los ojos y le entregó un par de pastillas a su hermano. —Apuesto que la siguiente pregunta será su comida favorita.

—Me parece que su color favorito es el azul.— Respondió. —Su comida favorita cambia cada semana.

—Que gracioso, la mía también.

Jihan sonrió.