XLII*

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Chan jamás tiraba las cosas, no como Jungchan que había tirado los ocho huevos que había cargado desde el gallinero hasta la casa, solo quedaban dos ahora y no serían suficientes para alimentar a su manada. Así que caminaba con la cabeza agachada mientras que su hermano llevaba dos cubetas de leche en cada brazo. Su hermano mayor era tan alto y fuerte como cualquier adulto, o como cualquier alfa.

Su hermano se detuvo a unos cuantos metros de llegar a la puerta de la casa, y Jungchan chocó contra él.

—Auch...

—Hey, cachorro ¿Por qué esa cara?

Jungchan hizo un puchero mirando en sus manos los dos huevos de gallina que le quedaban, su madre estaría molesta, pero su mamá solo le diría que estaría bien y que no se preocupara demasiado, por eso Jungchan se sentía peor, saber que no pudo ayudar y que su mamá estaría decepcionada de eso, o peor, no lo estaría.

—Los rompí todos.

Chan se arrodillo frente a él.

—No fue asi, mira, quedan dos.

—No es suficiente para la manada.

—Pero es suficiente para mamá ¿no te parece? ella se merece un buen desayuno por cuidar de nosotros.

—¡Pero los demás trabajan! ¡Cortan leña y cuidan de los animales! ¡Y...!

—Y no lo harían sin mamá cuidando de ellos.— Chan dejó las cubetas en el suelo arrodillándose frente a él. —A veces las cosas no salen bien ¿sabes? Cuando tenía tu edad tiré estas mismas dos cubetas de leche.

—Imposible.— Jungchan negó. —Tu siempre haces todo bien.

—No siempre. Esa vez solo pude llevar un vaso de leche a casa ¿y sabes que hice?

Jungchan miró ambos huevos y pensó bien en su respuesta, siempre pensaba en sus respuestas cuando su hermano mayor hablaba de esa forma. Terminó negando.

—No lo sé. ¿lo repartiste entre todos los cachorros?

—Nop. Te lo dí a ti. Solo a ti.

—¡No debiste! ¡Los demás cachorros...!

Chan colocó un dedo sobre sus labios.

—Como parte de la manada tenemos el deber de cuidarnos entre nosotros. Pero cuando las cosas no salen bien, hay solo una cosa que escucha un lobo.

—A su lider.— interrumpió y Chan negó. — ¿su cabeza?

—Cierra los ojos.— Jungchan cerró los ojos. —¿Qué escuchas?

—Nada.

"Intenta de nuevo"

¿Qué escuchaba? Quizás...

—¡Jungchan! ¡Chan! ¡¿Por qué tardan tanto?!— Su mamá abrió la puerta de golpe dejando salir a algunas gallinas que intentaron volar, y el sonido del interior comenzó a salir.

—¡Ya vamos!— gritó Chan. —¡Las gallinas no pusieron huevos!

¿Qué escuchaba?



—¡Dino!— Despertó de golpe con el grito de Seungkwan y despues sintió las manos sobre sus hombros. Los dos niños, Jihan y Jisoo lo miraban justo detrás de Seungkwan. —¡Dios! ¡pensé que te habías desmayado y solo estabas durmiendo! ¡Eres un idiota! ¡Me preocupe por nada!

Tardó un par de segundos en reaccionar, Seungkwan estaba quejándose a un y los niños comenzaban a burlarse de él, al parecer quedarse dormido por unos cuantos minutos era perderse de patinar en hielo, grandiosa actividad. Como fuera. Sacudió su cabeza y trató de olvidar su propio sueño. No tenía tiempo para dormir, en cualquier momento debía regresar a la casa de los Kwon y hacerse cargo del desastre.

—Dino, estas sangrando de nuevo...— La voz de Jihan sonó preocupada señalando las gotas de sangre en su mano, asi que la llevó a su nariz tratando de detener el sangrado. Pero no había nada allí.

—No es...— Alzó el rostro. —Vámonos ahora.

Dino se levantó tomando un pañuelo de su bolsillo y colocándolo en el rostro.

Jihan era quien sangraba.


Accord [Chankwan/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora