Bitter Love (Fate: The Winx Saga)

2. 10 - In The Stars

Narra Heaven

El funeral de Edward fue demasiado doloroso, tuve que contenerme de no derrumbarme, pensé que Sam vendría a despedirse y ser igualmente mi apoyo, pero no vino, mis amigas hadas y las personas que el conocía también estaban mientras el no.

Entendía que Alfea ya no era su hogar, que el no estaba bien por el daño hizo Rosalind, pero que al menos vendría para despedir a su mejor amigo y no vino. Eso me destrozaba porque siempre estuve ahí para Sam, ahora lo necesita y no estaba.

- Hola pequeña, estoy contigo - dice Gray colocándose a mi lado mientras acaricia mi espalda, no respondo por el nudo en mi garganta y casi no podía ver por las lagrimas que amenazaban por salir.

Suspira colocando un mechón de cabello tras mi oreja, una lagrima resbala y la seco rápidamente, me agacho dejando la flor en la tierra donde hace unas horas habían dejado un ataúd.

- Diosa - dice Riven agachándose a mi lado, lo miro y traga saliva secando las lagrimas silenciosa que caían sin control - Ven aquí - finaliza abrazándome con fuerza obligándome a levantarme, mis brazos rodean su cintura y acaricia mi cabello.

- No pude salvarlo, Riven - digo débilmente, no dice nada y el otro especialista baja la cabeza con unas cuantas lagrimas bajando por su mejilla - No pude salvado y no tuve opcion de matar a Andreas con Sky, iba a matar a Silva, no tuve elección - continuo soltando un sollozo, me apega mas a el y el chico se une al abrazo - Beatrix me odiara, no me he atrevido a ver a chispita, ella me odiara por matar al hombre que la crio, duele, ya no se que hacer - finalizo mientras el llanto se hacia mas fuerte y otros brazos se unían al abrazo.

Edward era un buen chico que adoraba los libros, a sus amigos, bromear, se preocupaba por todos, estaba siempre para apoyarlos en cualquier loca idea suicida que se nos ocurría, adoraba pasar el rato conmigo y Sam, siendo el mas cool trió de oro posible, aunque eramos la versión pirata del trió de oro de Harry Potter.

Era el novio mas dulce que cualquiera pudiera tener, atento, caballeroso, de esos que te recordaban lo especial que eres, de darte los momentos mas hermosos posibles, te daba los mejores cumplidos, te apoyaba en todo momento y jamas dudaba del poder que los demás no creen que tienes. Que cuanto me odia por no poder amarlo, darle ese amor indispensable que se merecía, alguien que lo amara por completo, porque el lo tenia todo y no pude hacerlo.

Pero estaba segura de una cosa, y es que tomaría venganza por el, no dejare que su muerte fuera en vano.

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Despierto sobresaltada a lo que llevo mis manos a mi cabeza sintiendo como unas lagrimas salen de manera involuntaria, un nudo en mi garganta se formaba y miro a dos de mis amigas hadas dormidas, no quería siquiera sollozar para no despertarlas, ya tenia las suficientes miradas de pena y lastima sobre mi, una habitación rodeada de ello me llenaba de angustia y ira pero mas que todo dolor.

Toda la suite Winx estaba de luto e incluso sintiéndose culpables de no haber creído en lo que decía Edward, todo el tiempo tuvo razón sobre Sebastian Valtor, desde que lo había conocido, siempre menciono que no era de confiar, que no le daba buena intensión y que no nos confiemos con el. Siempre tuvo la razón, todos nos cegamos y eso acabo con su vida.

No pude salvarlo de esa espalda que lo atravesó, no pude ayudarlo, no pude decirle que lo amaba porque no lo sentía y el en cambio si lo hacia, aun sabiendo que solo lo quería, no pude darle lo que el quería, lo que se merecía y no podía evitar sentirme culpable de no poder amarlo como lo estaba del especialista.

Musa ya no tenia poderes, fue atacada por raspadores, pero cuando la había visto en brazos de Riven, fue como revivir la muerte del hada de hielo murió en mis brazos, que pensé que la había perdido también. La había acompañado esperando a que despertara de las mordidas, por mucho que tanto las chicas, como Silva, Sky y Riven querian que descansara, pero yo solo quería estar para mi amiga cuando despertara.