Bitter Love (Fate: The Winx Saga)

3.4 - Slipping Through My Fingers

Narra Elijah

Decir que estaba nervioso de conocer a mis ahijados quedaba muy corto, estaba aterrado de sus reacciones, de como tomarían el verme después de muchos años, aunque posiblemente no me recordaran porque solo estuve con ellos físicamente cuando eran unos bebes y que estén por venir me pone nervioso.

- Si sigues así harás un agujero en el estacionamiento - dice Silva sacándome de mis pensamientos, me detengo y lo miro.

- ¿Ya vienen? - digo alzando mis cejas, asiente con una sonrisa y se acerca a mi.

- Respira, ellos mueren por conocerte y tenerte en sus vidas - dice palmeando levemente mi nuca, mi corazón se acelera y también me aterraba el ver en ellos a mis dos amigos.

Siempre soñaba en el momento en que al fin los conocería, tomándome confianza y con ganas de pedirme consejos o hablarles de mi juventud con sus padres y mis amigos, muchas veces me había replanteado la idea de venir en muchas ocasiones, admito que en el 2021 quería venir, hasta que mi amigo me había avisado el que los quemados habían vuelto al Otro Mundo, eso no me había traído los mejores recuerdos del mundo y mas con el hecho de que seguía sintiendo la culpa por no poder haber llegado a tiempo a salvar a Samara.

Hubiera encontrado una posible manera de ayudarla con el veneno del quemado que la hirió, si ella no hubiera muerto, habría visto a sus hijos crecer junto a Andreas, el no habría cambiado, ni se habría convertido en la mala persona que mis ahijados conocieron sin tener la oportunidad de conocer su lado bueno y lo mucho que el los amo.

- ¿Que tanto les contaste de mi? - digo inclinando la cabeza aun lado, sonríe y nos sentamos en el maletero de uno de los tanto autos que usan los especialistas.

- Digamos que les conté parte nuestra juventud a ellos y a sus amigos, solo les había contado algo mínimo hasta que se volvieron mas curiosos y quisieron saber mas - dice encogiéndose de hombros, alzo una ceja y palmea mi espalda - Les conté de tu historia con Samara, la mía con Farah, el momento en el que te convertiste en híbrido, la juventud de Ben, casi todo, quiero que sigan pensando que no se de la fiesta de especialistas y que yo la organice - finaliza divertido, suelto una risa negando con la cabeza y lo miro incrédulo.

- ¿En serio los harás pensar que eres un gruñón anti diversión? - digo para molestarlo, me muestra su dedo del medio y suelto una carcajada.

- ¡No soy un gruñón anti diversión! Imbecil, a veces eres insoportable - dice ofendido, sigo riendo y lo abrazo besando sonoramente su mejilla.

- Y así me amas papito - digo burlón, pone mala cara y le guiño un ojo lanzandole un beso.

- ¿Ya no pararas de llamarme así? - dice entrecerrando los ojos, alzo el mentón y sonrió inocente.

- Oh por supuesto que no 

- Eres un caso perdido

Ambos soltamos una risa, es una suerte que haya mandado a retirar a los estudiantes que estaban por aquí organizando el armamento. Mis mejores recuerdos los tenia en Alfea, nunca me había gustado en mi "hogar" con un padre que solo se encargaba de darme palizas y mi madre no hacia nada para evitarlo, al principio odiaba mis primeros años en la escuela, pero una vez que Silva y Andreas se unieron a mi vida, las cosas cambiaron y nos encargamos de dejar nuestra marca, luego tratamos con Samara, Farah y Ben, lo que nos había convertido en una gran familia y que ahora el estar de nuevo por aquí, solo sentía pura nostalgia al ver los pasillos, el áreas de las hadas y especialistas, el campo de entrenamiento y sobre todo el vitral que había del año en que me había graduado.

Habían fotos desde el primer año hasta el ultimo, incluso mi fotografía favorita en el baile de Alfea donde justo había una en la que bailaba con Samara y tras nosotros estaban Farah junto a Silva. El recuerdo de como aquellas dos chicas nos habían dejado sin aliento al verlas con esos vestidos azul y rojo, unas hermosas chicas de las cuales estábamos tan enamorados y que amábamos con cada parte de nosotros y que ahora las habíamos perdido.