3.25- Loyalty 3/4

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Narra Marion

Alfea estaba tan distinta a como la había conocido, era extraño volver encontrando todo tan cambiado, jóvenes con ropas modernas se paseaban por la escuela mirándome con mucha curiosidad y otros con seriedad que me hacían sentir demasiado juzgada. Aunque una parte de mi extrañamente los comprendía con todo lo que pasaron en los dos años anteriores, el que Bloom y yo hayamos regresado ahora complicaba aún más las cosas.

Ellos no sabían lo peligroso que podría llegar a ser Valtor con Qetsiyah de su lado, había mucho que hacer y aprender a vivir en este siglo que dolía tanto que las personas que amaba ya no estaban a mi lado, Amara, Dante y sobre todo mi amado Oritel.

Eran mi familia, los habían traicionado y ahora solo quedábamos dos, pero estaba molesta con Jeremiah por no proteger a mi hija lo suficiente de todo el peligro que había en ese entonces, sé que debería de escuchar su explicación de cómo fueron las cosas pero aun no quería hacerlo, estaba molesta y con miedo de todo lo que llegaría a enterarme mientras estuve encerrada.

Al volver tampoco me esperaba ver por primera vez a algún doppergänger, sabia de ellos perfectamente, mi suegro había sido egoísta al querer ser eternamente joven que no midió sus consecuencias y condeno a su hijo a ello sin ponerse a pensar. Elijah Martel tenía el rostro de mi esposo pero en sus ojos notaba que poseía una personalidad completamente distinta a lo que era el amor de mi vida, dicen que los ojos son la ventana del alma y en los suyos vi mucho dolor como si se sintiera culpable de algo que lo atormentaba.

Entendía ese dolor que él estaba sintiendo, lo comprendía a pesar de que no sabía el porque tenía ese dolor. Yo no me sentía bienvenida en ningún lugar, no sabía si podría lograr conseguir a los aliados que necesitábamos para pelear contra el enemigo y me sentía mal de que colocaran toda su fe en mí. Sin ponerme a pensar que el lobo blanco de mi mejor amigo había reencarnado en el primer trihibrido existente en el Otro Mundo, es solo un niño que apenas sabe de todas estas fuertes peleas que se aproximaban ahora, pero de alguna forma cuando oi todo su discurso a los lobos, pude ver que estaba dispuesto a tener esa responsabilidad y vi parte de Dante en el cuándo era más joven.

Extrañaba mi antigua vida, lejos de aquella guerra de los bastardos Hale molestando a mi gente por ser diferente, provocando disturbios y que las hadas éramos los aptos para el control del Otro Mundo. Solo mi esposo y yo estábamos en contra de ello, habían incluso criaturas sobrenaturales que estuvieron antes que nosotros, los vampiros originales, la familia Portier que con los años fueron creando vampiros y eran de los más temidos que nadie se atrevía a desafiar, esa era la familia de Jeremiah. Después llegaron las manadas de los hombres lobo siendo siempre liderados por los labonair, los lobos blanco era algo que ocurría en aquella familia al menos una vez por cada siglo respectivamente, pero siempre un Labonair estaba a cargo así este no tuviera un lobo blanco, el primero había sido Finnick Labonair, el abuelo de mi mejor amigo y confidente, este lidero muchas batallas llenas de éxito en muchos años, ellos jamás presionaban a su gente a romper sus maldiciones, pero los que los seguían a pelear sabían lo que pasaría una vez tuvieran su primera muerte y activar aquella maldición que en lunas llenas, después llegaron las brujas ancestrales quienes fortalecían su magia consumando las almas de sus ancestros, usando pociones curativas entre otras cosas como también mostraban lo poderosas que podrían ser en campo de batalla, los brujos de sangre que para llegar a la magia usaban sacrificios animales, algunos los usaban más que todo en la medicina y otros en batalla controlar los cuerpos de sus oponentes, hasta que llegaron las hadas y guerreros, yo soy una hada con un poder que gira en mis antepasados por miles de años, un poder que en manos equivocadas podrían llevar a muchos peligros

Mi madre siempre repetía una frase a diario, la cual era: "No todo aquel que parece un héroe es un héroe, y no todo aquel que parece un monstruo es un monstruo" Yo me sentía uno después de lo que había hecho con mi reino, mi hogar y el lugar donde mi pequeña dragona pudo haber crecido, en un universo donde esa guerra nunca existió, Oritel estaba conmigo con la oreja pegada a mi enorme panza de embarazada y muy feliz de finalmente darle una pequeña hija. Pero ya era el momento de despertar, esa guerra había pasado, perdí el control de mi magia, asesine a inocentes y seguiría siendo algo que me atormentaría por el resto de mi vida.

Bitter Love (Fate: The Winx Saga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora