⸂ Sugar ♡ Ice ; gruvia, au.

08... ❨❨🍧❩❩

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El domingo no supo nada de Juvia, él no podía preguntar cómo estaba, le daría el mensaje equivocado, el estar preocupado e interesado. Si ella no lo hace, menos él.

Tiene el número que tanto buscó, y lo dejará ahí. Sin embargo, en sus pensamientos en pleno descanso en la terraza del tercer piso de su trabajo, se pregunta si será buena idea recogerla de sus clases. Ella no querría eso, preferiría ver a ese hombre mayor.

Estirándose en el extenso sofá, acomoda la cabeza en el cojín, revisando su teléfono. Lyon le contó que fue a dejar a Meredy en el hotel alojado esa noche, aceptando salir ayer en la tarde. La llevó a conocer algunos lugares, a comer y a pasar entretenidos jugando a los juegos de arcade, no sabía que ella era buena en eso, cada día le gusta más.

Ojalá su primo tenga más suerte que él, a diferencia de la suya, le tocó una chica enamorada de otro y lo quiere usar.

―Todo me sale mal. ―y complicada. La menos complicada era Ultear, nada de complejos, atados, ni estar enamorado de otro, ni querer experimentar para el otro...

Tenía la idea de decirle su nuevo avance con Juvia, pero no. Es secreto y así será.

"Anybody seen my baby" queda muy bien en esto.

Si tan sólo se hubiese enamorado de ella...

Bien, ya pasó, no sucedió, vuelta la página tal cual lo hizo con Lucy. Debe mirar su presente y su futuro, tomar como un juego lo que tiene con Juvia. Es joven todavía, no hay nada de malo disfrutar esta "relación" ...

Disfrutará hasta lo que su cuerpo aguante.

Hasta que su mente lo tolere.

Levantándose del sofá, regresa al segundo piso a seguir trabajando, sentándose en la silla frente a la pantalla de su computadora. Jellal no está, seguro fue por café con exceso de azúcar. Warren está concentrado en su trabajo.

―Sting nos invitó este viernes a beber en la noche, ¿te apuntas?

―Eso me suena a una salida de compañeros de trabajo ―ríe―. Ya estamos viejos.

―Todos lo estamos ―afirma, levantando la vista a Gray―. Sólo nos falta que nuestros padres nos pidan nietos, ¿ya te pidieron a ti?

―Sí... ―responde desganado al recordar a su papá deseando ser abuelo― A mi edad ya me tenían...

―Es molesto, más si pasas los treinta como yo.

―Le ofrecí una mascota virtual como nieto. La más feliz fue Wendy.

― ¿Cómo está tu hermanita?

―Hace dos semanas que no la veo, supongo que bien ―ni a sus padres ha visto. Debería verlos. Mañana irá al hospital a hacerse un examen de ETS completo de todo, de paso saludará a su papá―. Él único que puede cumplir con bebés, es Jellal.

―Apuesto a que en tres meses más, Erza dará la sorpresa.

―O al revés.

―Cierto, hablamos de Erza ―dice, pensativo―. ¿Tú no eres el amante de Jellal?

― ¿Qué me estás queriendo decir? ―todo era broma, no venga él con esto de un hombre embarazado, ¿está leyendo historias raras como las que lee Erza?

Warren se encoge de hombros.

―Sólo les sigo el juego ―se pone de pie, recogiendo una carpeta―. A ustedes les gusta bromear y a mí me hacen a un lado... ―y se va susurrando.