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― ¿Te gustó subirte al yate, Juvia? ―bajando del transporte marino en el club de yate del río Ottawa, Wendy le toma la mano, ya compartiendo más cercanía desde que llegó con Gray a visitarlos a casa. Él avisó días antes en ir a almorzar un día domingo, el día más desocupado que tienen los dos. Al pasar la tarde, todos se animaron a dar un paseo en el yate del señor Silver.

Juvia estaba maravillada con el paseo, la brisa, el cielo del atardecer, y abrazar a Gray con la excusa de tener mucho frío. Frío tenía, mas era soportable.

Asintió feliz hacia Wendy, lo repetiría mil veces.

―Tendré que pedirle prestado el yate a papá mil veces. ―Gray se posa a su lado, sonriendo, agarrado por las manos de su padre, que le desordena todo el cabello.

―Pagarás por usarlo ―no es gratis darle paseo a su novia, si quiere uno, que se compre―. Ni sabes usarlo. Vas a estropearlo.

―Juvia lo dice en broma, señor Silver, no lo repetiré mil veces ―viendo la "complicada" situación de Gray, aclaró―. Con pasar el tiempo con Gray, me basta y sobra. ―sus ojos y sus labios se sienten como en una danza serena rodeando a Gray quien se va lejos en su mundo, regresando por el leve codazo de Wendy en el brazo, resistiendo sonreír. En eso, la mamá de Gray llama a Juvia a regresar a casa caminando juntas y conversando, la casa no está muy lejos, apenas y quince minutos de distancia.

Para Juvia no es molestia, le es grato acompañarla. Le ha agradecido todo el día en recibirla tan bien, ella misma les trajo un pastel de manzanas que le pidió a Erza enseñarle, fue el postre. Por el estómago se conquista a la gente, y a la familia Fullbuster ya la tiene encantada, más si la señora Mika insiste en que se quede a dormir, pero ya advirtió que no pueden hacer cosas de adultos, a Gray también le advirtió.

Wendy, viendo que se ha quedado con los dos hombres de la familia, avisa que se unirá a mamá para que los dos conversen. Se va detrás de las dos mujeres, mientras Gray y Silver las observan a distancia pisándoles el paso.

―Si quieres pasear a Juvia en el yate para San Valentín, te lo arrendaré. Pero me lo dejas limpio.

― ¿Enserio crees que te voy a pedir el yate? ―ofendido por la oferta, Silver asiente con la cabeza― Tengo otros planes para ese día.

― ¿Una velada romántica en el yate de tu mamá?

―Nada de yates. ―increíble la paciencia con el sentido del humor de su papá, quien no se detiene añadiendo más.

― ¿Una velada romántica en la playa?, ¿tengo que hablarte del sexo en la playa?

― ¡Nooooo! ―la paciencia se va, sonrojándose, parando el paso― No hay una velada romántica, ni yates.

― ¿Sexo en la playa?

―Tampoco.

―Juvia te encontrará aburrido.

―Gracias a Dios no seguí tus consejos, ni los de Jellal ―de lo que se salvó―. Mamá te regañó, ¿verdad?

―Me dijo que mis consejos eran horribles y que se alegraba que le hayas dado tiempo a Juvia ―admite cabizbajo, alzando la vista gris a su hijo―. Me alegra verte feliz... Porque estás feliz, ¿cierto?

―Más que eso. ―en estos días han sido gloriosos; el juego otome al fin se lanzó al mercado recibiendo buenas críticas, una que otra descreditándolos, pero es normal dentro de la industria, lo importante es la puntuación máxima y la mayoría de opiniones. Fue tanta la euforia de felicitarse en la empresa, que hicieron una fiesta en la noche, con invitados si querían.

⸂ Sugar ♡ Ice ; gruvia, au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora