⸂ Sugar ♡ Ice ; gruvia, au.

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Cana mira a la ventana de la habitación con total desánimo sin tener la suerte de Levy en encontrar el amor. El tipo este, Laxus, con quien habló esa noche, está comprometido. Al principio le dijo que dejara de insinuarse porque no tenía interés en ella, ser amable es su trabajo, no es para salir. Cana insistió de nuevo pensando que lo rudo no sólo es por los músculos, también la personalidad. Los rudos le atraen, una presa difícil.

¿Cómo supo que ya estaba ocupado? Le escuchó una llamada. Se alejó de ella en la barra, en silencio bajo la música, luchó en concentrarse, acercándose con una botella de cerveza en la mano, dispuesta a escucharle. ¿Será gay? Pensó.

En eso, sin oír bien la conversación, le vio el anillo de plata brillando. No era de matrimonio, ¡era de compromiso!

Todas sus ilusiones se fueron por la cloaca.

Al otro día no fue a clases, no estaba de ánimos, recién le rompieron el corazón.

Vamos, no es como si se hubiese enamorado, le dijo Juvia.

― ¿Qué sabes tú? Saliste con Lyon un mes sin gustarte y ese Gray ni le muestras las tetas.

―No estábamos hablando de Juvia ―sí le mostró las tetas a Gray, ni al caso―. Por lo menos te quitaste una ilusión y no irás a verlo siempre.

―Tendré que cambiar de bar ―toma una difícil decisión, volteando hacia su invitada sentada en la cama, revisándole los bolsos de maquillaje―. No podré ir y verlo como si nada.

―Ajá.

―Para colmo, mi papá me dio un sermón de irresponsabilidad con mis estudios ―ahora sí, Juvia levanta la cabeza―. Falté un día, no es para tanto. No tiene descaro para hablarme de responsabilidad cuando él nunca la ha tenido con sus novias.

―Estás tirando tu molestia hacia otra parte. Tu papá se preocupa.

―Tch ―chasquea la lengua―. Sabes que tengo razón. ¿Cuántas veces lo hemos visto con mil novias?

―Muchas. ―no le agrada recordar, le enfada por dentro.

―Con la única que fue responsable, la pierde ―no le hable de esa mujer―. Erza me dijo que quizás, su mamá le dé una oportunidad.

Por favor, no. No ahora que su plan por tener al señor Gildarts va bien. No le apresure a tomar medidas drásticas.

Hoy, Gray no está para salir. Lo único que le hizo reír fue el video enviado por Erza en esa noche de junta con los compañeros de trabajo. Gray, la primera vez que lo vio, dijo que no era bueno bailando, y mírenlo, hace los pasos de Michael Jackson. Los hace bien, se ve guapo. No significa que no esté molesta con él al cancelarle, necesita tomar otra clase de sexo, necesita coger con él, antes de que la señora Belserion dé el primer paso a seducir a Gildarts.

―En fin, dormiré un rato, puedes maquillarte o ponerte mi ropa, o lo que quieras. ―cayendo de espalda a la cama, acomodándose la cabeza en la almohada, se duerme a tomar su siesta. Juvia, mira todos los sets de sombras, brochas y bases en los bolsos, probándolos en la piel de su mano, pensativa. ¿Hoy no vendrá Gildarts? No. Ni mañana tampoco. No lo verá en la semana si no lo visita o si acuerdan juntarse. Ella debería dar el paso en ir a verlo, presumirle sin ser directa en ser buena en la cama y el que ya tiene experiencia. Sería un paso apresurado, pero como van las cosas, la empujan a tomar esa decisión. Ojalá no sea la equivocada.

Ordenando la habitación de Cana, se toma su tiempo en probar labiales. Hay colores que no le quedan bien, sí los más suaves. Su apariencia cambia a ser más sutil. Utilizando colores más fuertes contra su piel blanca, el contraste es demasiado, se ve más pálida de lo que es.