⸂ Sugar ♡ Ice ; gruvia, au.

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― ¿Grave? ―los ojos azules de Juvia tiritan y se cristalizan al punto en el que Jellal ve su propio reflejo en ellos. Él se siente lastimado, herido, con un dolor punzante y agonizante, que le hace sentir culpable por lo que acaba de ocurrir hace más de veinte minutos.

Juvia se pregunta, ¿por qué la ropa de Jellal está con sangre?, ¿de quién es toda esa sangre?

El borde de la camiseta de la cintura, los vaqueros y las manos tienen sangre. ¿Esa sangre es de Gray?, ¿por eso está grave?

En la mejilla izquierda también hay sangre. Jellal pudo haberse limpiado las lágrimas y se manchó.

―Juvia... ―la voz de Fernandes se reprime, frotándose los ojos con las manos, luchando por no llorar. No puede luchar, no puede luchar con la salud delicada de su mejor amigo, lo supera, menos al tener al frente a Juvia, quien necesita una explicación ya, o se desesperará.

― ¿Qué pasó? ―entrando, Totomaru cruza las puertas al avanzar hacia Juvia, parando en seco al verlos. Juvia bajó disparada de la moto, no entendía por qué, no le dijo. ¿Hay alguien aquí?, ¿por qué ese hombre de pelo azul tiene sangre en la ropa?, ¿qué pasa aquí?

―Era un auto ―con valentía, baja las manos mirando al rostro pálido de Lockser―. Estábamos cruzando la calle. Gray ya estaba en la otra acera, a mí se me cayó una moneda y un auto venía hacia mí... Gray me empujó y...

― ¿Dónde está Gray? ―Juvia pregunta frunciendo el ceño, asustada. Habían pasado lindos momentos juntos hace semanas atrás. Meredy llegó al país, la recogieron en el aeropuerto con Lyon, olvidando el mal sabor que les dejó Ultear respecto al tema de Jellal. Celebraron el cumpleaños de Gray entre los seis, Juvia, Meredy, Lyon, Erza y Jellal en un bar tranquilo, porque Gray no quería nada escandaloso. Pasaron la tarde yendo al cine, hacía tiempo que no veían una película. En otros días, llegó un festival de primavera repleto de tulipanes, sin perdérselo por nada del mundo. También hubo un festival de luces, aprovechando ir en un grupo más grande, con Levy llevando a los niños, maravillados con las luces.

Todo iba perfecto, a una semana de la boda.

Su vestido estaba listo. Les mostró a Erza y a Meredy el cómo le quedaba ya con todas las modificaciones hechas, se veía hermosa. Se ilusionaban más ellas que la propia Juvia.

Pasaron días tranquilos, Erza y Jellal seguían bien, con un leve cambio en éste último al sentir que no merecía el amor de Erza.

Juvia se acercó a él en estas semanas, intercambiando palabras, conociéndose más. Entendía el arrepentimiento y que no podía hacer nada más sin que nadie saliera herido. ¿Juzgarlo? No. Gray le hizo un comentario no hace mucho; la gente va a criticarte por no cambiar y por cambiar, ya sea para ser mejor persona. Así es la gente, siempre condenará el pasado, pero el pasado es parte de uno, es lo que dice de una persona, si aprendió de los errores o se mantiene igual de imbécil.

Jellal hizo lo que tuvo que hacer y se admira, muy arrepentido. ¿Culpa? Sí, el mismo sentimiento con Gray, el mismo sentimiento que tiene Juvia al pensar en Cana. No es fácil, duele esconder una verdad dolorosa.

Ella trata de seguirles los pasos a Gray, mirar hacia adelante, tener como prioridad a los dos, a su relación. Dejar todo lo que hizo daño y centrarse en el presente, en los sueños a futuro.

Si el sueño de Jellal es formar una familia con Erza, enfóquese en eso, en ser digno para ella y superarse, no permitir que el pasado lo arrastre.

Eso le ha enseñado Gray, ¿sabe? No han hablado nada del tema de su ex mejor amigo desde que le comentó el encuentro con Zeref, y nada extrañado ha pasado.