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¿Buscas a alguien?

Nyx

Lunes. Lamentablemente lunes.
Odio tener que despertar temprano. El dolor de cabeza es lo primero que aparece y, adoro quedarme entre las sábanas tibias.

Despejo mi mente de todos esos pensamientos y pongo un pie fuera de la cama. Me ducho apresuradamente, al salir, elijo el outfit y me visto.
Tomo dos manzanas de la nevera y las guardo en mi mochila.
Después de comprar cinco barritas energéticas de frutas, espero el autobús.

La primera clase del día es historia de la moda, a las 8:00 a.m.
Con el transcurso de las horas mi ánimo incrementa, ¿Gracias a las barritas energéticas? Problamente, pero, creeré que fue por mi voluntad.
A la hora de almuerzo me dirijo al comedor de la universidad y luego de una hora de receso, regreso a mis clases.

Concluyo la última lección, extenuada. Con la mochila colgando del hombro, atravieso el umbral y camino deprisa a tomar el autobús.

Al llegar a mi departamento, dejo la mochila en mi habitación y me ducho.
Opto por unos jeans negros, un cárdigan corto, color lila y tennis negras.
Dejo mi cabello suelto y salgo de casa, rumbo hacia la biblioteca Letters Nook.

Luego del trayecto de veinte minutos, empujo la puerta de la biblioteca y tintinea la campanita.
La desilusión me golpea al mirar la recepción y ver que, quién está allí, es una chica. Sus ojos castaños se posan en mi y me dedica una amplia sonrisa. Le regreso la sonrisa a la morena y camino hacia ella.

-Tú debes ser Nyx Wortendyke. -asiento y estrecho su mano.- Kaedy Green, fui yo quién te contactó. -libero su mano y sonrío.- Necesito saber tu horario universitario.

Luego de responder a su petición, ata sus rizos, logrando que la liga desaparezca en su cabello y escribe algo en su libreta.

-De acuerdo. Lunes a jueves, 5:00 p.m a 9:00 p.m, viernes y domingo libres, y sábado, día completo, de 10:00 a.m a 9:00 p.m. Inicias mañana.

-¿Mañana? ¿No me harán alguna especie de entrevista? -niega.

-Órdenes del jefe.

-De acuerdo. -giro mi rostro e inicio a buscar al bombón, pero no logro verlo.

-¿Buscas a alguien? -interroga Kaedy.

-¡No! -me aclaro la garganta. -No. -me mira con diversión y me recuerda no llegar tarde al trabajo.

Me alejo de la biblioteca y, a mitad del camino compro una hamburguesa para cenar.
Me desprendo de los zapatos al cruzar el umbral, cambio mi ropa a pijama y sujeto mi cabello en un moño desordenado.
Termino mi hamburguesa, pensando en que mi jefe posiblemente será un anciano malhumorado.

Lluvias de Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora