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Desenlace

Nyx

Se acabó el frío invierno y dió inicio a la primavera. Las flores empiezan a florecer, las aves a migrar y yo sigo en el mismo lugar.

He recibido múltiples propuestas, todas lejos de aquí y he tenido suerte en ocultarlas pero eso no me ha hecho sentir mejor.

Pasamos navidad en casa de mis padres y año nuevo con Kaedy y los padres de Venus. La señora Anne con su típica expresión pétrea, su elegancia y su comportamiento ruin. El señor Wade estuvo encantado de que Kaedy los visitara y por supuesto, nosotros.

Anne no recibió la noticia de Venus con mucho entusiasmo, pero él dijo que no le afectaba en lo absoluto. En cambio el señor Wade se alegró tanto de que Venus fuera el propietario de la biblioteca que lo abrazó hasta más no poder.

La biblioteca fue cerrada por una semana, complicada pero necesaria decisión. Venus tenía mucho tiempo sin tener vacaciones, ese fue el motivo principal y el segundo que mi cuerpo anhelaba un pequeño paseo.
Cuando le ofrecimos a Kaedy acompañarnos saltó de alegría y se le abalanzó a Venus. Sé que él la aprecia aunque diga lo contrario; son años de amistad.

Hoy es el último día de la semana y volvemos a casa. Las piedrecillas se incrustan en mis pies y la brisa hace revolotear mi cabello. El sol primaveral broncea mi blanca tez y observo las gaviotas volar por el celeste cielo.

Venus se acerca, toma mi mano y me dejo guiar hacia el muelle de Brighton. Mi vestido con estampado de florecillas se eleva al compás del viento y sujeto mi sombrero beige con la mano libre.

Observo a Kaedy, su piel chocolate brilla por los rayos del sol y sus rizos despeinados le dan un aire bohemio.
Su falda naranja cae hasta los tobillos, sus ojos castaños destellan al ver un ave con un peliculiar tono rosa y al girar sonríe al vernos.

-Allí están tórtolos.

-¿En qué momento quise traer a Green?

-Compórtate como un adulto.

-¿Acaso no lo parezco?

-No, pareces un niñito. -suelta la morena.

-Nyx...

-¿Ya vas acudir a mí? -interrogo.

-Hubiera venido solo a estas vacaciones.

-De todas maneras yo y Kaedy hubiéramos viajado por nuestra parte.

-Eso es indignante.

-¡Indignante es escuchar que querías venir solo! -exclama Kaedy.

-Vamos a empacar, es hora de regresar a Ealing.

-¡No! -gritamos al unísono.

-De acuerdo, me iré y ustedes dos verán en que regresar. -seguido a esto se aleja.

Kaedy y yo empezamos a correr detrás de él pero, inicia a correr para que no lo alcancemos.

Kaedy llega jadeando a la habitación y yo me mofo.

-Tendré que ejercitarme como tú. -me señala.

Cambio de habitación a la de Venus y mía e inicio a guardar mis cosas en la maleta.
Tomo el equipaje de Venus y ordeno sus cosas.

Luego de horas de aburrimiento llegamos a la cuidad. Kaedy baja del auto y se queda en el porche hasta que arrancamos el Mercedes.

Llegamos a mi departamento, dejamos las maletas en una esquina de la habitación y me quito los zapatos.

-Estoy exhausto pero, ¿Podría utilizar tu laptop? Dejé la mía en mi departamento y tengo que coordinar juntas.

-Claro está en el escritorio, tomaré una ducha. -beso su mejilla.

Tomo la toalla que cuelga de un soporte,  ropa interior y me dirijo a la ducha.
Deslizo el jabón de avena sobre mi piel y me tomo el tiempo de disfrutar la ducha.
Salgo del baño agitando mi cabello con la toalla y noto que Venus aprieta la mandíbula.

-¿Hay problemas con las reuniones? -me observa y baja la mirada lentamente.

-"Agradezco la propuesta pero no estoy buscando proyectos fuera de Londres."

-Puedo explic...

-"Lamento informarle que no puedo aceptar la propuesta de trabajo, gracias por tomarme en cuenta."

-Venus...

-"Gracias por hacerme saber de este proyecto pero...

-¡Es suficiente! -exclamo aguantando las lágrimas.

-Prometiste...

-Sé lo que prometí. -expreso esta vez con una lágrima en la mejilla.

-Mentiste, todas estas veces que pregunté me dijiste que no te habían hecho propuestas.

-No quise...

-¡Sí quisiste! Lo prometiste Nyx.

-Lo siento.

-No puedes decir lo siento cada vez que pase esto. No te rehusaste a un proyecto, fueron más de tres.

-Yo, yo aceptaré el siguiente...

-Esto ya no es cuestión de aceptar el siguiente. Me mentiste, más veces de las que quisiera. ¿Te quedarás atada aquí solo por mí?

-¡No funcionaría si me alejo!

-¡Hubiéramos encontrado la forma!

-¿Cómo? ¿Yo en Francia y tú en Inglaterra? -cierra la laptop y pasa una mano por su cabello.

-Tienes razón, no hubiera funcionado. Ni funcionará.

-¿Que... Qué quieres decir?

-Te dejo ser libre, sin ataduras.

-No... -pronuncio entre lágrimas.

Él se pone de pie y me toma del mentón.
Besa mis labios pero sabe salado, sabe a despedida.

-Nos encontraremos de nuevo si el destino lo quiere.

Y se marcha, se marcha con su equipaje, con su amor. Deja mi corazón vacío y no sé si algo pueda llegar a llenarlo.



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¿Final inesperado? :(

Lluvias de Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora