Que suerte...
Nyx
Después de mirar rápidamente los otros diseños, me enfoco en Venus. Sus primeros pasos son algo inestables pero parece recordar de inmediato que se encuentra sobre un escenario.
Desvío la vista hacia los jueces; no logro descifrar la expresión de uno, pero atisbo un brillo en la mirada de la diseñadora al observar mi confección.
Antes de girar Venus me observa y trato de transmitirle seguridad a través de una sonrisa.-Todos los diseños estuvieron deslumbrantes, será complicado que un diseñador elija el mío. -pronuncio al llegar al camerino.
-Estoy casi cien por ciento seguro de que lo harán.
-Claro, dices eso porque eres mi novio.
-Digo eso porque es la verdad. -declara al tomar mi rostro con ambas manos y besarme suavemente.
-Ahora sí lo creo.
Luego de que Venus volviera a su atuendo habitual, salimos de la universidad junto a mis padres y Kaedy, con rumbo a algún restaurante de comida rápida.
Eso era lo que pensaba pero al transcurso de 40 minutos nos encontrábamos en el parking de un restaurante cuatro estrellas.-Parecías un modelo de agencia. -dicta mamá.
-Yo solo ví que tropezó.
-Eso no es cierto Green.
-Lo es pero te da vergüenza admitirlo frente a los padres de Nyx.
-Nyx, dile que no he tropezado, ya que tú me observaste todo el tiempo.
-Quizas lo hiciste en el tiempo que estuve mirando las expresiones de los jueces.
-Por supuesto, debí suponer que ibas a seguirle el juego a Green.
-Lo hiciste bien, sí parecías de esos modelos profesionales. -pronuncio cerca de su oído.
El lugar era un restaurante de comida china, el tono rojo sobresaliendo.
Lámparas de papel colgaban del techo con dibujos de dragones; eso me hizo recordar el tatuaje de Venus. Un gato mecánico posado sobre el mostrador, abanicos de mano colgados en la pared, junto a cada mesa, y una enorme pecera con peces dorados.Luego de que Kaedy fuera a retocar su maquillaje, ordenamos los platillos.
Mis padres ordenaron sushi, Kaedy, Venus y yo chow mein, no sabía que Kaedy tuviera ese gusto en común.Al terminar los platillos, mi padre se pone de pie pero Venus lo detiene.
-Yo pagaré la cuenta señor Wortendyke.
-Oh no te molestes y dime Kelman. -expresa mi padre al mover sus manos en negación.
-Insisto.
-¿También me pagarás el mío?
-No Green, a tí te pago lo suficiente.
-Recuérdame no salir a comer de nuevo con mi jefe. -menciona Kaedy en mi dirección, luego de entornar los ojos.
Venus se dirige al mostrador y mi padre lo sigue, intentando de convencerlo.
En tanto, mamá, la morena y yo nos dirigimos al baño.Tomo mi cepillo de la cartera y peino algunos mechones blancos.
Kaedy ingresa a un cubículo, mamá gira el grifo y deja que el agua fría caiga sobre sus manos.-¿Siempre abre la puerta del auto?
-¿Venus? -asiento.
-Es el hombre perfecto para tí.
-¿Dices eso por solo abrir la puerta del auto?
-Y por pagar la cuenta.
-Mamá. -declaro riendo.
-Lo digo porque sus ojos brillan al verte.
-Que suerte ser la que hace sus ojos brillar.
-Oh, dejen de hablar de Venus. -expresa la morena al salir del cubículo.
Venus dejó a mis padres en el aeropuerto, a Kaedy en su departamento y luego llegamos al mío.
Después de todo, logré presentar mi diseño, gracias a Venus. Lo que dijo mamá me hace pensar en querer a Venus siempre conmigo, espero sea así.
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Lluvias de Octubre
Romance·Primer libro de la Bilogía Cambios. Tras su ruptura, Nyx promete no volver a abrir su corazón. Enfocarse en su último año de universidad y buscar un nuevo trabajo. Pero, unos ojos esmeraldas le hacen romper su promesa.