19

5 1 0
                                    

Abre los ojos Nyx

Nyx

Antes de bajar del auto, Venus sujeta mi mano para detenerme, así que vuelvo a acomodarme en el asiento.

-Antes de que entres, Becca regresó hoy así que hablaré con ella de nosotros. -lo observo por un instante y asiento.

Al entrar a la biblioteca, Kaedy deja su mirada en mí, desciende a nuestras manos entrelazadas, mira a Venus y sonríe de manera cómplice.

-Kaedy. -saluda nuestro jefe. La morena asiente en respuesta.

Venus observa la sala de lectura general, supongo que observando cuantas personas se encuentran. Los fines de semana son los días más frecuentados, son muy pocos los días que se mantiene vacía y creo que hoy es un día de esos.
Me indica ir al salón a atender a un grupo de adolescentes que tratan de buscar un libro en la parte de arriba de los estantes.
Posa sus labios en los míos y camina hacia la ludoteca.

Luego de secundar a los jóvenes, regreso de nuevo a la recepción, tomo un taburete y lo coloco al lado de la rizada.

-No le digas a Venus pero, te tiene una sorpresa. -informa emocionadamente.

-¿Una sorpresa? Dime.

-Ahh, mira las gafas de sol que compré. -escarba en su bolsa ignorando mis palabras.

-No sé porqué lo informas si no vas a terminar de decirlo. -expreso indignada.

Sonriendo, toma sus lentes amarillos y se los coloca sobre el cabello. Cruzo las manos sobre el pecho y la observo en descontento.

-Solo ponte un vestido y luce ese cuerpo espectacular. -relajo mi expresión de inmediato.

En busca de algo, bajo al sótano y registro si hay cajas para clasificar. Hallo una caja etiquetada, así que, antes de subirla, tomo una escoba de mano, la coloco sobre la caja, y la cargo hasta la colección de consulta. Camino hasta el último estante, que está pegando a la pared e inicio a abrir la caja. Organizo y desempolvo libros junto al cómodo silencio, esta sección no es muy visitada, quizás porque a casi nadie le interesan las enciclopedias y diccionarios.

Me pregunto si Venus terminó de conversar con Becca. Tengo un impulso de ir a la parte delantera de los estantes, que es donde está la ludoteca, y chequear si él sigue allí, pero me concentro en la plácidez del lugar y continúo en mi labor.

Siento unos brazos envolverme y no hace falta mirar abajo para saber que es Venus.
Dejo la escobita junto a un libro y me giro.

-¿Cómo lo tomó?

-Mejor de lo que esperaba. Se molestó pero, creo que lo entendió, así que no te preocupes. -sonrío levemente.

Intento escaparme de sus brazos para seguir trabajando, pero él tira de mí y me estrecha a su cuerpo. Avanza un paso haciendo que mi espalda quede contra el estante, libera su agarre y lleva una mano al estante, junto a mi cabeza.

Mi respiración se torna entrecortada, mis labios se secan y se hace dificultoso observar sus ojos, pero con mi fuerza de voluntad logro mantener la mirada fija.
Venus dirige su otra mano a mi rostro, me toma del mentón y estampa su boca contra la mía. Sus labios saborean los míos fervientemente y baja sus manos atrapando mi trasero. Coloco mis manos alrededor de su cuello y sigo su ritmo. Deja mi boca para depositar pequeños besos en mi cuello, sube las manos a mis caderas y me presiona a su miembro, eso me hace emitir un bajo gemido.
Él deja una mano en mi cadera y la otra la desliza al borde de mi falda.

-Venus, alguien puede vernos. -menciono entre jadeos.

-Mi lumi, sabes que aquí no viene nadie.

Aunque sé que es cierto, miro a ambos lados y agudizo mi oído para detectar si alguien se encuentra cerca y en efecto, lo único que escucho son nuestras agitadas respiraciones.

Desliza su mano debajo de mi falda holgada y aprieta mi muslo junto a un ardiente beso. Se detiene, se coloca junto a mí, de modo que tenga más comodidad y introduce su mano en mis bragas.
Mete dos de sus dedos a la vez y calla mi gemido con un beso. Mis piernas se debilitan al sentir sus dedos dentro de mí, me sujeto de su camisa y cierro mis ojos.

-Abre los ojos Nyx.

Abro los ojos con dificultad y él besa de nuevo mi cuello. No me importa si estamos en una biblioteca, lo quiero a él dentro de mí.
Venus sigue moviendo sus dedos, yo extiendo mi mano y lo acaricio por encima de su pantalón, eso lo hace acelerar el ritmo. Con ambas manos, desprendo el cinturón, el botón y la cremallera. Él retira sus dedos de mis bragas y me carga, envolviendo ambos pies en su cintura.
Nos lleva al lado contrario, quedando contra la pared, saca su miembro del pantalón y levanta mi falda. Lo tomo entre mis manos, aparto las bragas y lo llevo a mi entrada, él me sujeta del trasero y da la primera embestida.
Me aferro con fuerza a sus hombros y muerdo mi mano para silenciar los gemidos, su gran longitud me hace temer a que puedan oirme. Entra y sale de mí en repetidas ocasiones y clavo las uñas en sus hombros.

Inicio a oír voces así que le digo a Venus que se detenga. Él se mantiene dentro mío y escucha con detenimiento.

-Se encuentran lejos.

-Están a dos estant... -no finalizo la oración porque él vuelve a arremeter.

Inicia a moverse más rápido, sin importarle que hayan personas cerca, creo que la adrenalina de que puedan encontrarnos lo hace exitarse aún más.
Me penetra profundamente, haciéndome terminar y al ver que él ya no continúa moviéndose concluyo que también él.

Descanso mi cabeza en su hombro por un momento, hasta que él sale de mí. Me coloca en el suelo, acomoda su pantalón y camisa, yo mi falda y mi cabello, me besa dulcemente por unos segundos, tomo la caja que traje y salimos de esa colección, como si no hubiera pasado nada.
















Lluvias de Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora