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Becca

Nyx

Pongo un pie dentro de la biblioteca y mis ojos captan enseguida a Becca, con un brazo alrededor del de Venus. Su cabello cobrizo atado en una trenza francesa, con un broche dorado al final del cabello. Su atuendo es un vestido cian, ajustado al cuerpo, de tirantes delgados y tacones negros.
Venus, luce impecable, como siempre.
Una camisa oliva, pantalón y zapatos de vestir negros y su cinturón del mismo color.

Su gélida mirada me recorre de pies a cabeza y se aparta de la pelirroja; su expresión cambia al verme.
Mando mi mano al gafete, por inercia y me apresuro a guardar mi bolsa.

-Buenas tardes. Hoy organizarás los libros que llegaron, las cajas están en el sótano, etiquetadas.

-De acuerdo.

Y así, sin más, se voltea y desaparece por el salón principal.
Inspecciono cada área en busca de Kaedy pero no está en ningún sitio.

Al traspaso de 10 min, la puerta se abre y la campana resuena por unos segundos.
Kaedy entra con un café en la mano y ofreciendo su mejor sonrisa.
Su cabello negro, al inicio trenzado y el resto en un moño. Viste una falda naranja, ceñida, alzando su figura y un cardigan beige de botones grandes. Cartera negra, combinando con sus tacones bajos.

Rodea el mostrador y queda junto a mí.
Soy al menos cinco centímetros más alta que ella. Me abraza fuertemente y al separarnos, sonrío despreocupada.

-Llegaste tarde.

-Lo sé. -se encoje de hombros.

-¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí?

-Un año, al igual que Venus.

-¿Son cercanos?

-Lo somos, quiero decir, es como mi hermano. -ríe por lo bajo.

-¿Desde hace cuánto se conocen?

-Alrededor de dos años, él estudió bibliotecología, al igual que yo, pero, él logró encontrar el empleo y necesitaba un asistente, así que, aquí estoy.

-¿Si ya te tiene a ti, por qué me contrataron? -queda abstraída pero sacude la cabeza rápidamente.

-La biblioteca es algo extensa. ¿No lo has notado? -señala sonriente.

-Por supuesto, debí pensarlo antes.
Iré hacer mi trabajo nos vemos luego. -le dedico una sonrisa de boca cerrada.

Subo las escaleras con la última caja de libros y me dirijo hacia la colección de ficción.
Disminuyo el paso al oír voces.

-Venus...

-¿Qué quieres Becca?

-¿Cuándo dejaras de rechazarme?

-Ya hemos hablado de esto antes.

-Dime...

Camino a paso normal al escuchar esa exasperante voz y al estar cerca, carraspeo la garganta.
Becca sujeta a Venus de la muñeca, gira su rostro en mi dirrección y mi fulmina con su mirada. Él, con su mano libre se libera del agarre suavemente, en tanto la mira a los ojos en una disculpa.
La chica se aleja despacio, en su rostro reflejado el enfado y su vez, el desconsuelo.
Cuando se pierde a través del pasillo, dejo la caja en una esquina e inicio a extraer los libros.
El jefe se acerca y, silenciosamente me acompaña a colocar los libros en los estantes determinados.

Pasan unos minutos y pienso si romper el silencio o abandonar esa idea.

-Es hermosa. -las palabras brotan de mi boca sin previo aviso. Venus me mira de soslayo, así que aclaro las cosas.- Becca.

-Sí, lo es. -declara, mientras continúa organizando los libros.

-¿Entonces... Por qué la rechazas?

-Hay una mujer más hermosa que ella.






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