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Frigidez

Nyx

Empujo la puerta de Letters Nook y observo el mostrador vacío, Kaedy no está.
Guardo mis cosas como siempre, y después de unos minutos atisbo a Kaedy, molesta.

-¿Qué sucede?

-Es solo una tontería.

-Sabes que puedes contar conmigo si necesitas ayuda.

-Te agradezco Nyx, pero no se trata de mí. -mi ceño se frunce en confusión pero, no puedo preguntar nada, ya que Venus aparece.

-Nyx ve al sótano, sube las cajas etiquetadas y categoriza los libros. -y se retira sin decir nada más.

Miro a Kaedy y ella solo se encoje de hombros. Camino hacia el sótano, verifico que cajas están etiquetadas y tomo la primera.
Al descender las escaleras nuevamente, pienso en porqué Venus no está aquí. Es extraño que no me ayudara con las cajas, siempre lo hace.

Termino de transportar todas las cajas, tomo una y me dirijo hacia la sección de no ficción. Coloco cada libro en orden alfabético, según su autor. 
Luego me dirijo al salón general, pero me doy cuenta que necesito una escalera para destinar los libros en la parte alta de los estantes. Regreso al sótano y tomo una escalera de aluminio y asciendo las gradas.

<Esto es agotador>

Concluyo en la sala general así que traslado la escalera, por si es necesaria y llevo las últimas dos cajas a la colección de consulta.
Vislumbro a Venus dentro de la ludoteca y eso me hace pensar en que Becca no asistió hoy al trabajo.

<¿Será que renunció?
No lo creo, está enamorada de Venus.
Quizás se cansó de sus rechazos.
Quizás tomó unas vacaciones.>

Río en voz baja, con ironía, al ver como mi propia mente se contradice. 

Finalizo de situar todos los libros en los estantes, tomo las cuatro cajas vacías, introduzco las más pequeñas en la de mayor tamaño, sujeto la escalera y las cargo devuelta al sótano.
Camino hacia la ludoteca y toco la puerta con los nudillos.
Venus me observa de reojo pero no me invita a entrar, eso no me importa, de igual manera cruzo el umbral.

-He terminado de clasificar los libros.

-Quédate en el mostrador lo que resta de la noche.

-Venus. -tensa la mandíbula al escucharme decir su nombre, pero no responde. -¿Qué está pasando?

-No sucede nada Nyx, continúa con tu deber. -su tono me indica no seguir insistiendo.

-Claro, jefe.

Salgo de la ludoteca, irascible, y al llegar al mostrador tomo asiento en un taburete.
Hundo los dedos en mi cabello, con agobio al no comprender que sucede con Venus, ayer disfrutamos la cita, toda la semana estuvo genial, ¿y ahora? Solo se comporta de esta manera, tratando de evitarme.
La chica rizada me ojea cada cierto tiempo, pero no dice ni una palabra y eso me hace imaginar que su leve enfado tiene que ver con Venus.

Dan las 9:00 p.m y me cuestiono si mi querido jefe me llevara a casa o tendré que pedir un taxi.
Hoy me corresponde cerrar la biblioteca, así que al poner el candado, guardo la lleve en mi cartera e inicio a caminar.

El auto de Venus está estacionado frente a Letters Nook, pero él no está fuera. Observo las ventanas polarizadas pero, efectivamente no puedo ver si él se encuentra allí. Supongo que, por su manera de comportarse, decidió no llevarme.

Paso junto al Mercedes y cuando mi decepción estaba cerca de elevarse a la superficie, su voz hizo que poco a poco se diluyera, llegando de nuevo hasta el  insondable lugar de mi ser.

-Sube al auto Nyx.

Lluvias de Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora