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Cariño te he estado buscando...

Nyx

Despierto por la gélida brisa que se filtra por una hendidura de la ventana. Ayer luego de ducharme, vine directo a mi cama y olvidé cerrarla.

Aunque hay personas que salen a ejercitarse sin ducharse, porque de igual manera se sudarán, no es mi caso, necesito darme un baño para poder despertar por completo, así que luego de hacerlo, me coloco ropa deportiva, ato mis tennis, me realizo una cola alta y sitúo mi teléfono en el brazalete que envolveré en mi brazo.

Luego de mi entrenamiento, llego a casa. Vuelvo a ducharme y me dirijo a la universidad.

Al llegar de la universidad, dejo la mochila en el sofá y pienso por un momento con que outfit iré al trabajo. Necesito un atuendo que me haga ver sexy y elegante, el cual provoque surgir en Venus ese arrepentimiento y lo obligue a dejar de comportarse de esa manera.

Selecciono un vestido lavanda, pegado al cuerpo, de mangas largas pero escotado y del largo adecuado, unos dedos arriba de la rodilla. Lo complemento con un collar y pendientes plateados, tacones peltre, una gabardina beige y libero mis mechones blancos que tenía atados con una liga.
Me realizo un delineado de gato, encrespo mis pestañas, aplico base de poca cobertura y pinto mis labios de rosa oscuro.

Antes de ingresar a la biblioteca, diviso a lo lejos a Gian y a Beth. Emito una risita al verlos tan melodramáticos y empujo la puerta de cristal.

La morena está inclinada junto al mostrador. Está vestida con un atuendo color ocre, tacones negros, aretes de girasoles y su cabello esponjoso suelto.
Me da un fuerte abrazo y rodeamos el mostrador.
Coloco los codos sobre este y observo a mi jefe sobre la escalera, tomando un libro de los altos estantes.

-¿Has hablado con él?

-¿De qué precisamente?

-No lo sé...

-Kaedy. -advierto.

-No es asunto mío Nyx. -asiento indignada pero entiendo que ella quiere que Venus me haga saber lo que sea que tiene que decirme.

Nos giramos y damos la espalda al mostrador, para que Kaedy tome la libreta de registro.

-A todo esto, toma mi número de teléfono. -me lo dicta y lo agendo.- No sé porqué no te lo dí antes.

-Pensé en preguntarte si tenías WhatsApp o si el celular que tienes era de tu madre. -expreso divertida.

-Mejor ve a hacerle compañía a Venus.

-Kaedy. -ella me mira antes de voltear.

-Jefe.

-Deja de hablar y ponte a trabajar. Nyx, quédate en el salón de lectura general y atiende a los clientes. -asiento.

Venus se queda en el mismo lugar, así que comprendo que es de inmediato.
Desato la gabardina, la coloco sobre el mostrador y le digo a Kaedy que la cuide por mí. Lo cual genera en Venus curiosidad, porque echa un vistazo a la gabardina, sin girarse por completo.

-¿Necesita algo más jefe? -cuestiono rodeando el mostrador.

-No Nyx.

Su mirada se concentra en mi rostro por un momento, luego desciende a mi escote, hasta llegar a mis pies y rápidamente regresa a mi rostro.
Respondo con un "de acuerdo" y me dirijo hacia el salón principal. Siento su intensa mirada sobre mí en todo el camino. No es hasta que llego al taburete a un extremo de los estantes que él se marcha del mostrador.

Lluvias de Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora