No estaba en mis planes (En Reedición)

¿Qué me esta pasando?

Yo solo levante el muñeco. Y reí un poco. Luego hice una mueca de dolor mezclado de de risa.

-Ven -dijo Steve ayudándome a pararme con cuidado.

Pero yo no podía estar de pie, así que con más delicadeza me tomo y me puso sobre un sofá, aún no reconocía el lugar.

-Wow, Romanoff, no sabia que fueras fan del Capipaleta -dijo Stark viendo a mi pequeño Rogers.

-Ni yo -dije murmurando, ni yo me había dado cuenta de cual significativo se volvió este personaje tan simbólico en mi vida, quien diría que ahora es mi amigo y después de la aventura con ese pequeño, el ver como las personas le tienen tanta fe y devoción, me hizo ver la realidad.

-Muy bien Stark, ahora, ¿Me explicas porque están aquí y no en mi casa escondite? -pregunto Bruce con brazos cruzados mirando amenazante a Tony.

-Am, bien, ejem... pues, Bruce... amigo... veras... -se veía que Tony se había quedado congelado.

-Ya Tony, dile que lo explotaste -le dije sin inmutarme.

-!¿COMO DEMONIOS SUPISTE ESO MALDITA¡? -me grito exaltado el millonario, apuntándome con un dedo y asombrado.

-Primera, a Steve no le gusta que maldigan -le dije con una sonrisa ladina.

-¿Tu también Romanoff? -me miro el rubio y sonrió divertido.

-Segunda, es obvio, después de tu comportamiento era fácil deducir que habías ocasionado un accidente y necesitaron moverse rápidamente, así que llegaste a este lugar y por eso el mensaje de "cuando lleguen le explico a Bruce" -le dije victoriosa y con una sonrisa maléfica.

-¿Enserio Tony? -dijo entre dientes Bruce, mirando a Tony como si se lo fuera a devorar.

-Oye Brucy, tranquilo, después de todo Tony es millonario, te lo pagara -le dije.

-¿Brucy? -dijeron los dos rubios y el playboll- ¿Desde cuando ustedes son tan... amigos?

-Desde hoy, pasaron unas cositas que... -dije volando en mis recuerdos, ese niño había sido un arcángel para mi, me hizo ver tantas cosas, en las que me debería de poner a pensar.

Todos, inclusive un recién llegado Clint con papel de baño en los pies se quedaron con los ojos abiertos y bocas a punto de llegar al suelo.

-¿Q...qu... que, que? -dijo mi mejor amigo tartamudeando.

-¿Ustedes dos...? -empezó Steve con una mano en la boca.

-Oh my fucking goodn... -pronuncio Tony en modo diva con una mano al pecho.

-Por Odin... -dijo el poseedor del martillo.