No estaba en mis planes (En Reedición)

Recuerdos, mandados y sorpresas... ¿Un bebé?

Hay mucho humo, tanto que no puedo respirar y la obscuridad es demasiada. Corro por una habitación tratando de encontrar una salida pero no puedo, mis pequeños pulmones no dan para más. Luego siento como alguien me toma y se acerca a una ventana.

-Mi pequeña, tienes que salir. Haras una nueva vida y si sufres... solo recuerda que es porque gratificantes cosas vendrán. Perdón por dejarte. Te amo -decía esa hermosa mujer de ojos verdes ahora cristalizados y pelo con un leve rizado y un rojo que se confundió con otro color por tanto humo.

Esa hermosa mujer era mi madre.

Luego me tiro por la ventana y abajo un hombre me atrapó.

- Hola Natalia. Tranquila estarás bien conmigo, soy Ivan Petrovich, un amigo de la familia, salvaremos a tus padre...

Y luego una explosión acabo con el edificio. Dejándome con otro recuerdo en negro.

Luego de nuevo hay luz, y lo veo.

-Natalia - pronuncio Ivan con su típica y cálida sonrisa.

Yo corrí a sus brazos y le di todo el cariño que en ese entonces podía profesar. Después de nuevo la obscuridad se cierne.

Yo estaba saliendo de la academia de baile, me despedí de mis amigas y de entre las penumbras distinguí a Ivan.

- Hola papá -le dije dándole un beso en la mejilla.

-Hola pequeña ¿Como te fue? -me dijo tomando mis cosas y caminábamos hacia nuestra casa.

Era invierno, por lo que el frío ya típico del país era mayor y me subí el abrigo hasta el cuello.

-Bien, pero ¿Qué haces aquí? no acostumbras venir tan seguido ¿Ocurrió algo? -le pregunté preocupada.

Caminábamos por las frías y obscuras calles de Rusia que ya me eran tan familiares.

- Hija, ¿Recuerdas a Alexi, Alexi Shostakov? ¿Sigues saliendo con el?  -me pregunto mirándome como con suplica. Algo raro pasaba.

- Si, bueno, nos peleamos hace como un mes y le dije que nos diéramos un tiempo. Desde entonces no se nada de el. Solo habíamos salido 3 meses - le dije mientras doblavamos una esquina y la señora de la cafetería nos sonrió amablemente - ¿Por que?