Misión #2

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Mis sueños son simples, vagos. No se esmeran en mostrarme mucho, porque las emociones que emana me penetran. Algo espeso, agua, fuerza, cansancio, dolor y gritando el nombre de mis padres. Obviamente nadie responde, porque ellos se mueren justo al momento en que los llamo. Luego me doy cuenta que no estaba entre agua, sino entre sangre, y voy creciendo en la sangre, camino saliendo de ella. Desde niña a la actualidad, emerjo de ella y al salir hay obscuridad, pero parece que yo se a donde ir, porque me muevo a pesar de no ver un camino. Luego la escena cambia, es New York, pero esta solo, sin gente y lo acompaña el viento. Veo un punto fijo pero mi yo interno no sabe que ve el yo de mis sueños, el yo de mis sueños parece decidido y avanza a su objetivo, sin prisas, con calma. Todo tranquilo.




Siento algo áspero, baboso y caliente moviéndose junto a mi mejilla, mi instinto de dormida es moverme un poco pero ahora esa sensación se va arriba de mi pómulo. Río y doy un pequeño manotazo para luego escuchar algo como un quejido, uno muy bonito. Me doy la vuelta y me acomodo para dormir mejor. Luego siento una bola pequeña, esponjosa y calentita se pone a la mitad de mi cara, lo ignoro sea lo que sea y sigo durmiendo. Pero a lo que yo creo pasan 5 minutos esa bola se adueña de toda mi cara como Juan por su casa. Abro un ojo, o trato de hacerlo. Al abrir el ojo siento que cositas me pican y me muevo un poco y obtengo una mejor vista, el gato esta acostado cómodamente en mi cara.




- James Grant Romanoff alias Chikorita, sal de mi cara ahora mismo -pronuncie con voz ronca y lo único que obtuve fue un maullido del dormido gato que empezaba a moverse demaciado a causa de sus sueños.




Lo quite de mi cara y lo acune en un brazo, el reloj marcaba las 8:25, me siento en la cama aún adormilada y me tallo los ojos. James empieza a despertarse también y empieza a maullar infernalmente. Solo lo tomo y lo pongo en mi mejilla como abrazándolo y más o menos se tranquiliza, no tengo ni idea de como entró pero le doy un beso y camino a la cocina .




Al ir a la cocina, cuando paso por la sala se encuentran Tony, Clint, Bruce (extrañamente sin Betty) y Francis mirando la tele, entre pláticas y miradas a la pantalla. 




-Hola Naty la laty -saluda Tony.




-Hola Nat.




-!Hola tía¡ -Cómo era de esperarse el pequeño corrió hacia mi y lo cargue un momento.




-¿Y tu mamy? -le pregunté dándole un beso.




-En la cocina.

No estaba en mis planes (En Reedición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora