Misiones para entretenerse

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Salí de mi cuarto recién bañada, aun enrollada en la toalla de baño fui a la cocina, abrí el refrigerador y tome el litro de jugo de naranja que estaba allí. Lo trague sin respirar, al terminar solté un eructo.




-Vaya, parece que la tía Nat anda de malas.




Voltee hacia el origen de la voz y me encontré con un Tony medio jorobado ya que estaba algo agachado hacia el vientre de Pepper, quien estaba callada pero me miraba con una ligera sonrisa y comía un pastelillo como si fuera una niña. Al parecer Tony acariciaba o hablaba con el bebé por el gesto de pato que tenía en la cara y la posición de su cuerpo y su mano. Me reí. Tony si que podría sorprendernos.




-No estoy enojada -dije como modo de saludo.




-Cuando una mujer dice que no... es que si -después pareció meditar un momento- escucha eso bebé Tony, tienes que entender lo que dice una mujer, y si eres bebé Pepper... no seas tan así.




-¿Sabes que te ves estúpido hablando como si tuvieras mal la mandíbula y encima hablando como descerebrado idiota verdad? -dije cruzando me de brazos.




-Cállate que así te ves tu cuando le hablas a un perro o gato -yo puedo atacar mejor.




-¿Enserio? No recuerdo hablarte así a ti -fingí cara de despistada- ha cierto, es que los perros son lindos a exepción de ti.




-¿Ha si? Pues las pelirrojas naturales son más lindas que las falsas.




-!Ya te dije que soy pelirroja natural¡ !¿Eres idiota o ciego para no ver la raíz?¡




-!Qué no eres...¡




-Ya deténganse, nunca podemos iniciar una mañana normal como todo el mundo, el bebé quiere que papy y tía se queden calmados y lo mimen -dijo Pepper levantando el dedo y con cara de sabionda.




-Vaya ese bebé es un chiflado...




-¿Qué querías? Tu eres el padre -le dije respondiendo su comentario. Me encamine a mi recamara de nuevo.

No estaba en mis planes (En Reedición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora