Sexo con Macarrones

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Recordé que tengo una copia de la llave de tu piso, así que me cuelo en el. Rebusco en los cajones y en las alacenas, en tu nevera y me decido a preparar una fuente de macarrones con chorizo y tomate al horno. La salsa de tomate la hago casera y al darla la vuelta me salta y me mancha así que me quito la camisa y sigo hasta terminar. Lavo la camisa, ya que tengo que volver con ella a mi casa y la tiendo. Aun queda bastante rato para que salgas de trabajar, así que, me voy a tu armario y cojo esa camisa tuya que a veces me pongo cuando estoy allí. La ato el borde inferior y solo la sujeto por un botón, el efecto es el que yo quiero, pero se me ve el sujetador, así que me lo quito y lo guardo en el bolso, el resultado es que el escote de la camisa baja hasta casi el ombligo sin mostrar nada, ajustándose a las curvas de mis tetas, pero dejando ver justo que no llevo sostén. Embutida en mis pantalones blancos y con dos coletas bajas, me encamino a tu trabajo. No me cruzo con mucha gente y con los que lo hago son hombres que me miran largamente, espero que sea con apreciación positiva.Minutos después de haber llegado, sales con un grupito de compañeros que se me quedaron mirando, lógico no es normal que vayan a buscaros. Cuando me vistes se te cambio la expresión de la cara, la sonrisa se te congelo. Trague saliva, me pareció que te habías molestado conmigo. Te acercaste rápido, pisando como una apisonadora, me cogiste por las coletas para colocar mi cabeza como querías al tiempo que me pegabas a ti y me besaste con dureza y pasión a pesar de estar en la calle a la vista de todos.Te despediste de tus compañeros que seguían serios y extrañados y tiraste de mi mano hasta el coche, me metiste allí a empujones. Condujiste rápido hasta el parquin debajo de tu casa. Sin hablarme aun, me sacaste del coche a tirones y me llevaste casi a la rastra, hasta el ascensor, sin mirarme. Ahí fue donde recupere el habla.*-He preparado macarrones para comer...Pero tu actitud no cambio ni un ápice, abriste y cerraste la puerta de la casa con la llave, tiraste de mi hasta el comedor y allí vistes la mesa montada para comer. Con un giro de tu muñeca me situaste delante de la mesa y solo entonces te sentí respirar.*- Eres una maldita,  intrigante y tentadora Así me volviste a coger de las coletas y comenzaste a besarme, haciéndome retroceder sobre la mesa, sentarme en ella y me arrancaste la camisa, para apropiarte de mis pechos.Los platos, vasos y demás cosas rodaron al suelo cuando me distes la vuelta y me tumbaste encima de la mesa, tras bajarme los pantalones.*-Ahora recibirás tu castigo.Te agachaste y me lamiste todo, me mojaste y tocaste y cuando yo te pedía que me follaras, te negabas y volvías a torturarme, paseándome tu pene sin llegar a penetrarme. Así estuviste durante bastante tiempo, hasta que me rendí y se me doblaron las rodillas, solo entonces me penetraste a un ritmo infernal que me arranco unos gemidos que terminaron en chillidos cuando me corrí, pero al hacerlo me estreche tanto que te arrastre conmigo.Simplemente pasamos de comer

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