Un Trabajo Interesante

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Ambos se quedaron totalmente asombrados cuando fueron presentados.

Solo ellos dos sabían que se conocían, y antes se congelaría el infierno, que admitir que tres días antes habían compartido un momento loco.

Afortunadamente para ellos sus puestos de trabajo estarían en secciones diferentes, incluso en plantas diferentes.

El caminaba, pensando que nadie en esa empresa, sabría la verdadera personalidad de aquello mujer, vestida como una eficiente secretaria, con una falda de tubo de paño, camisa blanca de algodón y un moño alto enmarañado por peinado.

Ella sonrió mientras le miraba el culo al caminar, recordando lo bien hecho que estaba. Suspiro y siguió tecleando en el ordenador.

Pero ninguno realmente estaba en su puesto de trabajo, si no recordando.

**-No me lo puedo creer ¿Qué haces aquí?

*-Pues acudir a una Worldcon, como tú me supongo. ¿Y has venido solo?

**-Si la gente de mi entorno, es bastante más seca y gris de lo que parece ¿Y tú?

*-No nosotras somos cuatro, si quieres puedes venirte.

**-No me gustaría romper vuestro equilibrio.

*-Oaaa vamos como que el caminar de un stand a otro, se necesitara mucho equilibrio.

Le agarro de la mano y le arrastro al grupo de amigas, todas le saludaron y apenas notaron su presencia, aunque era agradable estar en un grupo de mujeres que le abrazaban y gritaban a su alrededor cuando se emocionaban por algo.

A la hora del almuerzo, consiguieron un buen claro sobre una explanada y al abrigo de una sombra ancha de un roble, ella sacaron de sus mochilas toda clase de comida, que sinceramente tenía un aspecto lamentable después de haber sido transportada horas sobre su espalda y con apretujones constantes, así que cuando decidieron tirarlo y comprar tazones de ramen instantáneo acepto, incluso se ofreció a cruzar la carretera fuera del recinto para conseguir los cinco tazones.

A la vuelta con el ramen y una botella de agua caliente para hacerlos, las encontró sentadas con un grupo de seis hombres de diferentes edades.

Supo que había lanzado una mirada asesina sobre el chaval que estaba al lado de su amiga, cuando este retrocedió, alejándose de ella al tiempo que movía la cabeza en plan de disculpa.

Ciertamente los frikis se comunicaban bien sin palabras.

Después de comer, perdieron un poco el tiempo para no llegar demasiado pronto a la siguiente representación en vivo de una de las mejores escenas de la película y como no....el juego no podía ser otro que verdad o multa.

Cuando le llegó el turno contesto valientemente, mientras que su amiga, prefirió multa cuando él le pregunto algo, que el ya sabía la respuesta.

Los altavoces anunciaron que el siguiente evento ya estaba abierto por lo que se libró de pagar la multa, al recoger y salir caminando.

***-Si nos separamos quedamos debajo de este robot a la salida.

Los muchachos quedaron en guardarlas sitio pero ella les dijeron que no, irían por su cuenta, ya que necesitaban ir al baño.

Cuando por fin ella salió, la vio mirar al rededor en busca de sus amigas, las cuales ya estaban caminando en dirección a las gradas.

Así que la agarro por la muñeca y camino tirando de ella con intención de alcanzarlas.

Una carroza motorizada, con personajes ataviados para la ocasión, empezó a circular en cu dirección, haciendo que la gente se apiñara, así que giro tras un panel para que los protegiera de ser aplastados, lo que sintió al ver esos ojos asombrados quiso achacarlo a que ambos iban vestidos como iban y al ambiente.

**-No me has pagado tu apuesta.

*-No pensé que quisieras cobrarla.

**-¿Crees que fui tan especifico porque no quería cobrarla?

*-Bien, hagámoslo.

**-¿Aquí?

Ella miro al rededor y le arrastro más dentro, donde otro panel, terminaría de taparles si alguien se asomaba.

Ella levanto el top, tirando de entre los senos para arriba, hacia su barbilla.

El tenía derecho a tres besos rápidos en el canillo.

Con el primero, sintió sus labios cálidos y aunque fue un beso más lento de lo acordado, fue muy agradable.

El segundo fue aún más lento y prolongado, la gusto más, o si mucho más, estaban por fallarla las rodillas.

Con el tercero no solo sintió los labios, si no la humedad y calidez de su lengua, al tiempo que notaba como sus senos eran agarrados con mimo, haciendo que sus pezones se pusieran tiesos antes de darse cuenta.

Debería pararlo, pensó, pero una corriente húmeda la atravesó distrayéndola del pensamiento que se disipo cuando los labios masculinos alcanzaron uno de sus pezones.

Entonces sí la fallaron las rodillas, así que su espada contra la pared ofrecía sus senos y sus rodillas dobladas ofrecían su pelvis.

Abrió los ojos y los rodo hasta que quedaron en blanco, al sentir sus dedos, debajo de la maya negra que era su vestimenta, los cuales había esquivado la línea del tanga para jugar dentro de sus labios, moviéndolos de forma maestra, haciendo que un gemido saliera de sus labios, pero él se lo bebió antes de que nadie p descubrirlos.

**-Susssssssssss

La giro, dejándola mirando una pared de ladrillo, sobre la que extendió las palmas de sus manos, al tiempo que sentía como su ropa era bajada y apartada, según lo necesitaba.

Se mordió un labio al sentir la longitud del arma masculina deslizarse por su humedad, dándola tiempo a asimilar que toda esa longitud y anchura seria enterrada en su mojada feminidad.

El puso una mano en su cadera y la otra nuevamente sobre su preciado botón femenino, para colocarla más cómodamente y comenzó a enfundar su espada, tan lentamente que ella quiso retroceder para acelerar el momento pero él no lo permitió. Todo fue lento y suave, así que cuando cambio el ritmo y comenzó a empujar como si quisiera taladrar con ella la pared, solo pudo disfrutar del momento, hasta que el sintiéndola cerca la mordió el lóbulo de la oreja y la sujeto contra sí, cuando las piernas la terminaron de fallar.

Cuando se reunieron con sus amigas debajo del robot, recibieron unas cuantas miradas raras, pero el simplemente se despidió y marcho. No se habían vuelto a ver hasta ese día.

Este sin duda, iba a ser un trabajo interesante.

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