Relax

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El cuarto tenía esa tonalidad color melocotón que crea un efecto de calidez sensual.
En la cama primorosamente doblados dos albornoces, eran acompañados por unas decorativas toallas las cuales habían sido manipuladas hasta formar un realista cisne.

Me frote las manos contra los jean, me estaban sudando.

*-¿Te gusta?-me preguntaste.
*-Es demasiado...
*-Por una vez nadie se va a enterar.
*-Eso espero...
*-Preciosa, no te asustes te prometo que todo saldrá bien y estarás a gusto, no pasara nada que no quieras que pase.
*-Sabes que quiero que pase.

Tu dedo debajo de mi barbilla, me hizo levantar la cabeza, hasta quedar en una postura cómoda que te permitiera besarme sin movernos.

Después de varios besos sencillos, destinados a tranquilizarme avanzaste para dejarme reposar mi cuerpo contra el tuyo.

*-Me conformare con besarte durante horas.

Así que me alce sobre las puntas de mis pies y te pase los brazos alrededor del cuello, tus brazos me recorrieron en sentido contrario para abrazarme fuerte de la cintura, estrechándome contra ti, haciéndome sentir que tu cuerpo no era tan paciente como tus palabras y eso me animo.

Retrocedí dos pasos y me quite la chaqueta que me había estado protegiendo del frescor de la mañana, la deje descuidadamente sobre la silla y gire hacia la piscina termal que estaba a unos metros tan solo de la cama.

Tenía luz y multitud de orificios destinados a facilitar un relax absoluto.

Me descalce usando los pies para sacar los zapatos, mientras me desabotonaba los jean, saque la camiseta, después contone las caderas ayudando a que el pantalón terminara de caer....sé que estabas mirando que no había ropa interior......no solo ibas a ser tu el único que tuviera sorpresas para ese día.

Gire, dejándote ver mi frontal totalmente desnudo y volví a retroceder un paso para dejarme caer ruidosamente en el agua....la parte más difícil ya estaba hecha.



Pudo observarla flotar por aquella mini piscina, mientras ardía de deseo, pero aguantando el tirón de su entrepierna para no asustarla.

Se sacó la camiseta y se bajó los vaqueros al tiempo que su ropa interior, dejando ver cuán grande era su excitación.... se giró hacia un mueble que había junto al jacuzzi y, abriéndolo, sacó el set de productos destinados al relax completo.

Sentándose en el borde, saco del agua, una de las velas flotantes que paso cerca, mientras miraba lleno de deseo a la hermosa mujer que, sentada junto a los streamers le miraba con los ojos muy abiertos y jadeante... se zambulló en el agua hasta cubrirle mientras con una patada en el borde se impulsó hacia ella rozando al pasar, su sexo bajo el agua.

Se incorporo pegándose a ella, para que su piel la acariciara al ponerse de pie, tomar sus labios al tiempo fue fácil y pasar las manos por la piel de satén de su cintura algo natural.

Comerla la boca, morderla la barbilla y pasar a su cuello era algo inevitable, al tiempo que la sujetaba para que no se hiciera uno con el agua.

Con delicadeza la tumbo en el agua sujetándola con sus manos por los riñones, al tiempo que presionaba con su cuerpo para hacerla abrir las piernas.

Su lengua la toco y tal como esperaba estaba caliente y dispuesta para él, tan dulce como siempre y tan suave como recordaba, no pudo tomarlo con calma a pesar de que ella se lo rogara entre gemido y gemido.
Supo que la había llevado al primer orgasmo al sentirla como se tensaba, antes de que el sabor le cambiara el la boca...sonrió...ahora ya era suya sin objeciones.

La atrajo hacia los escalones en donde podría maniobrar con más facilidad, se sentó sobre ellos y a ella sobre él, introduciéndose en ella con toda su excitación, mientras ella comenzaba el descenso a la tierra.
No protesto, solo reclino su frente sobre la de él y el la dio besos de mariposa por el rostro.

Ninguno de los dos se movía, estaban a la espera de...

Pero ella nunca había sido paciente a la hora de desearle y perdió el reto contrayendo la vagina, para darle pequeños apretones que le pusieran tenso.

El sonrió y cogió sus pechos en sus manos, apretándola los pezones por cada apretón que recibía.

Podía ver como se iba calentando por las llamaradas de sus ojos.

*-Tramposa te has movido...
*-Has sido tú...
*-¿Yo?
*-Si te has retraído y he tenido que ir a buscarte.
*-Mujer deja de moverte o no asumo las consecuencias...

Sabía que la advertencia era inútil.

Se estiro sobre él para aprisionar las muñecas con sus manos en el borde del jacuzzi al tiempo que movía sus caderas en redondo y le rozaba el torso con su pecho.

Estaba vencido así que solo podía hacer una cosa y era cerrar los ojos, poner la cabeza hacia atrás y dejarse hacer...

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