cálido

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Las cosas habían tomado un rumbo diferente, Daryl ahora era parte de las clases y se sentaba junto a Mimi, él no iba en ese nivel y ni siquiera estaba en ese grado, pero poco le importó el primer día que se metió y los profesores estaban contentos de que al menos forme parte de las clases, no iban a arruinar eso.

Daryl hacía lo que podía, no estaba acostumbrado a estudiar y con la panza vacía todo se complicaba aún más, los primeros días Mimi mentía diciendo que estaba llena y le ofrecía su comida, pero la realidad es que los dos se quedaban con hambre, así que comenzó a mentir en su casa.

- madre

- ¿qué pasa? - preguntó ella

Su madre siempre desayunaba un café mientras miraba las noticias en el televisor, pero cuando Mimi llamaba su atención ella dejaba todo de lado para mirarla.

- me quedo con hambre en la escuela, ¿puedo llevarme más comida?

Obviamente su madre estaba extrañada de eso y no creía ni una sola palabra de lo que su hija le decía, Mimi siempre comía como pajarito y que ahora con dos sandwiches no se llene, era preocupante.

- ¿tres sándwiches? - interrogó su madre, ella lo pensó e hizo un cuatro con sus dedos - ¿cuatro?!

- estoy creciendo

Ahí estaba esa sonrisa compradora que solo ella sabía hacer, su madre no se preocupaba por el lugar dónde iba la comida, pero que su hija le mienta si era preocupante, probablemente tenía una muy buena razón para ello.

- ¿algo nuevo en la escuela?

Andromeda no era una mujer que dejara pasar las cosas, ella llegaría al fondo de todo este misterio.

- todo está bien

Mimi se levantó de su asiento, tomó su lonchera en la que ya tenía los cuatro sandwiches, su mochila y besó la mejilla de su madre.

- ve con cuidado

- lo haré, nos vemos madre

Salió de la casa apurada y Andromeda sintió que la ventana la llamaba, se acercó lentamente y vio a su hija allí, pero no estaba sola, había un niño rubio junto a ella que al verla le sonrió, tomó su mano y cruzaron la calle juntos.

- de tal palo, tal astilla

Dijo para luego tomar su café, nadie conocía mejor a su hija que ella y sabía que esto no era algo para preocuparse por ahora, Mimi no había tenido muchos amigos y probablemente, este niño rubio no era común y corriente, por algo ella había evitado el tema a toda costa, pero en algún momento lo preguntaría y su hija ya no podría evitar el tema.

Por otro lado, en el hogar de Daryl pasaban cosas parecidas, su hermano Merle estaba preocupado por las horas en las que Daryl se levantaba de la cama, él nunca estaba despierto, pero un día quiso ir al baño y no lo vió, su hermano le dijo que solo había ido a ayudar al mercado y para Merle eso sonó convincente...al menos en un principio, pero el rumor no tardó en llegar a sus oídos.

- ¿por qué diablos tu hermano va a la escuela? - interrogó su amigo, Merle tenía catorce años y sus amigos igual

- mi hermano no va a la escuela

Aseguró Merle como si lo dicho se tratase de algo imperdonable.

- claro que si - dijo otro que estaba fumando - se sienta con la sorda

Tan cerca pero tan lejos 🌥 [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora