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Escuché cómo tocaron la puerta y fui a abrir y para mí sorpresa eran los padres de Lee Know.

- ¿Sucede algo? -les pregunté.

- Queremos hablar contigo -dijo la mujer- ¿Están tus padres? -preguntó.

- Salieron de viaje y Misuk tampoco está -dije- pasen por favor.

Me hice a un lado y los tres nos sentamos en la sala.

- Queremos hablar sobre Lee Know -dijo el hombre.

- ¿Le sucedió algo? -les pregunté y ambos negaron.

- Nuestro hijo le ha hecho bien estar contigo -dijo la mujer- ha estado más animado y habla mucho más de lo normal y eso casi nunca lo hacía.
Se nota que le agrada estar contigo.

- También nos alegra que lo estés animando a vivir su vida.
Sabemos que es algo raro qué estemos de acuerdo en eso pero Lee Know podrá ser un adolescente normal y no estar retraído toda su vida si estás hay -dijo el padre del chico.

- También queríamos decirte qué sabemos qué puede qué tengas curiosidad del porqué el es haci -la interrumpí.

- No quiero saberlo -me adelanté a decirlo y ambos me vieron sorprendidos- si me llegó a enterar de eso me gustaría que fuera por su boca, sin ofender.

Aún recordaba las palabras de los padres de Lee Know.

- ¿Y cómo está? -preguntó del otro lado de la línea.

- Está planeando asesinarme -dije con la mirada aún en el.

- No exageres, solo tiene 5 y es tu primo.

- Porqué es mi primo se qué lleva la misma sangre de locura por sus venas, además ¿Tu qué sabes que piensa un niño? Está pensando en matarme te lo juro, me mira como examinandome el alma.

- Solo cuídalo hasta qué llegué tu tía -dijo.

- Pero -interrumpida.

- Pero nada señorita.

Y corto la llamada dejandome con la palabra en la boca.

Mire al pequeño engendro que estaba en el sofá casi acostado viendo televisión. El niño me miró serio como lo hacía casa tanto para dejar su mirada fija en mí.

¿Por qué demonios me mira haci ese mocoso?

¿Acaso le robe un juguete o qué?

También lo mire igual.
No me pensaba dejar intimidar por un mocoso al cual le cambié los pañales en su momento y siendo obligada.

- Eres detestable -dijo sin quitarme la mirada de encima.

Malcriado.

¿Quién le enseño esas palabras?

Los niños se ahora ya no respetan a los mayores.

- Tu también -respondí haciendo lo mismo qué el.

- Vieja -dijo.

- Mocoso.

- Anciana.

- Por lo menos yo no me orino la cama -dije y el gruño.

- ¡No lo hago! ¡Ya no! -grito.

- Eso no fue lo qué me dijo tu madre -dije con una sonrisa burlona.

- Te odió.

- Es mutuo niño -dije levantandome del sofá- ahora vuelvo ni se te ocurra salir porqué ya es noche ¿Entendiste? -asintio de mala gana.

"El chico de al frente" •Lee Know•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora