"El chico de al frente" •Lee Know•

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- Si, si, ya sabemos que hacer. Sabemos cómo cocinar no vamos a quemar la casa -dijo Misuk al igual que yo empujando a nuestro padre.

- P-pero -intentó decir pero ambas lo tiramos adentro del auto cerrando la puerta para que no pudiera salir.

- Ya vayanse, se les hará tarde para tomar su vuelo -dije acercándome a mamá para darle un beso en su frente, ella sonrió para hacerlo conmigo también.

Estábamos despidiéndonos de nuestros padres que hiban a irse de luna de miel, ¿A dónde irían? Pues no lo sabía con exactitud, estaban de entre Jeju a Hong Kong. Por lo menos su viaje de dos semanas con todo pago lo había pagado la empresa donde trabajan

- ¡Adiós! ¡Diviértanse! -gritó Misuk desde el marco de la puerta conmigo mientras veíamos el auto salir empezando a alejarse.

- ¡Traigan una hermanita! -grite yo ahora riendo junto a Misuk cuándo escuchamos el grito de mamá.

- ¡Hagan muchos bebés! -gritamos las dos fuerte cuándo ya estaban los suficientemente lejos entramos a la casa.

- ¿Quien cocinará? -nos preguntamos viéndonos fijamente.

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Estuvimos solo viéndonos un buen rato hasta que lo único que nos saco de nuestra pelea mental fue el timbre sonar.

- ¡Ve tu! -gritamos al mismo tiempo, ella corrió a subir las escaleras mientras yo como una estúpida me lanze al sofá.

- ¡Estas más cerca! -la escuché gritar desde arriba.

Ah, papá tenía razón. Moriremos nosotras solas y eso que apenas llevábamos menos de 15 minutos solas.

Maldije mentalmente un par de segundos antes de levantarme para ir a abrir la puerta. Hay estaba Lee Know viendo hacia los lados con sus manos en sus bolsillos como un niño pequeño.

- ¿Qué te trae por aquí? -le pregunté recostandome en el marco de la puerta con los brazos cruzados viendo fijamente su rostro, aún no podía acostumbrarme a ver su rostro sin ser cubierto por ese trapo, aunque eso apenas fue ayer.

- Quería verte -dijo sin rodeos.

- ¿No será que viste que se fueron mis padres y quieres venir a aprovecharte de mi? No esperaba eso de ti Lee Min-ho -dije entornando los ojos reprimiendo una sonrisa al ver lo rojo que se había puesto, dios, era aún más adorable ver el sonrojo de sus mejillas- No sabía que eras de ese tipo de chicos -para hacerlo enrojecer sin más me incline hacia el muy cerca de su rostro- eres muy ingenioso.

- ¡Claro que no! -exclamó el con sus manos- ¡No vine a eso!

Rei en cuánto empezó a escusarce  moviendo sus manos como loco sin desaparecer el rojo de sus mejillas, incluso sus orejas se habían enrojecido.

- Solo bromeaba Min-ho -dije con mi sonrisa cuando deje de reír.

Hice que entrara a la casa hasta llegar a la cocina donde me subí al mesón para verlo de pie en la puerta de la cocina mirando el suelo aún rojo.

- ¿Sabes cocinar? -le pregunté ladeando mi cabeza a un lado, el asintió suavemente- pues cocina porqué si Misuk y yo lo hacemos seguro incendiamos la cocina hirviendo agua.

Vi la comisura de sus labios elevarse en una sonrisa mientras se acercaba a mi. Le dije dónde quedaba todo mientras se ponía un delantal de mamá que lo hacía ludir demasiado adorable, ah, morirá de ternura con este hombre.

Decir que ver a Min-ho caminar de un lado a otro bastante dedicado en su labor me resultaba bastante adorable, si no cortaba algo estaba revisando algo en la cocina. En un momento donde paso por mi lado no dude en tomarlo del delantal para besarlo, el no tardo en corresponder aunque se había sorprendido. Sus manos no pudieron tocarme ya que se encontraba cortando unas cosas, por eso las dejo a mi lado en la mesa, por mi parte las mías estaban en su rostro ladeando mi rostro para más profundidad. Separé sus labios con los míos para hacerle paso a mi lengua hasta encontrarme con la de el, me hacia falta aire y sabía que a él también pero no quería alejarme al final tuvimos que hacerlo al escuchar el grito de Misuk quien entraba a la cocina.

- ¡Hey! ¡Está prohibido follar en la cocina! -gritó como histérica apuntandonos con sus manos.

- No estamos follando por lo que ves -dije pasando una mano por mi boca viendo mal a Misuk por interrumpir- estamos vestidos ¿No?

Ella bufó para ver a Min-ho quien nos daba la espalda seguramente sonrojado prestándole atención a su comida.

- ¿Ahora lo tienes cocinando? -preguntó cruzandose de brazos volviendo a verme de manera encriminatoria.

- Entonces no comas, le pedí que cocinará para mí. Trae a WooJin si quieres -dije sin verla- es tu novio después de todo.

- ¡El no sabe cocinar! -se quejó- además Min-ho como el buen chico que es me dará de comer ¿Verdad Min-ho? -el asintió sin verla.

[...]

- ¡Dios mío cásate conmigo! -le pedí a Min-ho en cuánto probe el primer bocado de comida- ¡Es deliciosa!

El sonrió agradecido seguramente sonrojado por lo que acababa de decirle, al contrario Misuk. Ella, bueno como decirlo, se encontraba tragando como cerdo la comida sin importarle tener a su novio viéndola asombrado de la rapidez y mucho qué comía su novia.

- Cariño, te ahogaras -dijo su novio y casi reí cuándo el intentó tocarla pero ella gruño como animal rabioso.

- Es mejor mantenerla comprándole ropa que comida a Misuk y eso que no la has visto en una festividad o navidad, come aún peor -le explique a WooJin cuándo me miró pidiendo una explicación del comportamiento de ella.

- ¡Ya guallate! -gritó con la boca llena apuntandome con los palillos amenazante.

Le di un golpe con una cuchara qué la hizo sobarse está mientras sus ojos se humedecian, era una exagerada.

- No hables con la boca llena -la regañe comiendo con calma, no como ella.

Dios, la comida que Min-ho preparaba era tan deliciosa qué sentía qué tenía que comerla con calma para probar y guardar más su sabor, era exquisita a mi parecer.

Tenía qué conseguirme a un esposo como Min-ho en el futuro, si fuera por mi ambos moririamos de hambre o quemados si encendía la cocina.

O mejor al mismo Min-ho.

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