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- Me siento tan avergonzada -le dije al chico detrás de mi mientras ponía mis codos sobre el mostrador y ponía mi rostro en mis manos.

- No deberías porqué estarlo -lo escuché decir.

Voltee mi rostro un poco para verlo un poco mientras alzaba una ceja, el solo me miraba sin entender.

- Hice el total ridículo con tus padres, Min-ho me vieron pelearme con mi familia, no quería que ellos vieran esa parte de mí -solte un suspiró volteando mi cuerpo para verlo mejor, recostando mi cuerpo en mis brazos detrás de mi.

- No tendrías porque avergonzarte, a mí no me molestó, además me gustó verte pelear -dijo con una sonrisa, podía verlo en sus ojos al cerrarse.

- Aquí están sus pedidos -voltee a ver a la mujer de la tienda, le agradecí antes de tomar las dos cajas.

- Igual no me gustó a mi -dije, subiendo al taxi con ayuda de Lee Know- ¿Cómo van las cosas con mi papá? -le pregunté.

- Está algo nervioso pero está feliz -dijo en voz baja acercándose a mi, aún le cuesta acostumbrarse a estar con personas que no conocé- habla mucho de ti.

- Me imaginó que debe de ser incómodo para tí -dije refiriéndome a lo que estaba pasando ahora, para intentar hacerlo sentir mejor tome su mano entrelazandola con la mía.

- Un poco -dijo apretando mi mano un poco.

[...]

- ¿No es aún muy temprano para tener el vestido? -preguntó Lee Know detrás de mi.

- Conozco a mi madre, aún queda una semana para la boda pero después no habrá tiempo de buscarlo, además si no lo escondo papá irá de chismoso a buscarlo para verlo -dije cerrando mi armario donde se encontraba tanto el vestido de mamá como el traje de papá.

- A mi familia hay que esconderle todo, son como pequeños niños hurgando por hay para saber que encuentran ¿Tus padres no son así? -le pregunté entrando a la habitación de mis padres con el detrás de mi.

- Respetan mi privacidad -dijo alzandose de hombros.

- Suertudo, ¿Ni siquiera te han encontrado por ay algo escondido? Yo que se, porno, condones o ese tipo de cosas -rei al ver lo rojo que se puso, incluso sus brazos se habían enrojecido.

- No hables, no te atrevas a mentir -dije aún riendo mientras abría el armario de mis padres agachandome para tomar una pequeña caja- mis padres buscan en cada rincón excepto en su propia habitación -quite la tapa de la caja para enseñarle lo que había adentró.

- ¿No crees que ya lo hayan visto? -preguntó acercándose a mí para verlo mejor.

- Ya lo hubiera sabido, porque se que apartir de esta semana van a estar como locos en esta habitación me lo llevo a la mía.

- Me lleva la...

Chille del susto al ver cómo se había cortado la electricidad, si pensaba que mi habitación era oscura está habitación es como un cueva.

- Solo se fue la luz -lo escuché decir y rei con ironía.

- Si no lo dices no me doy cuenta -dije con ironía intentando tocarlo- Lee Know dame la mano, no te puedo tocar.

...

Genial.

Si antes cuando al menos podía verlo este chico era silencioso ahora es mucho más.

Gracias dios, por darme a un chico con el que sería genial jugar las escondidas, más suerte no puedo tener (nótese el sarcasmo)

- Lee Know -chille al escuchar la puerta de la habitación cerrarse con algo de fuerza.

Bien, si llego a sentir o ver algo juro por dios que me desmayo ahora mismo.

- ¡Puta! -grite alzando mis brazos para intentar golpear lo que sea que estuviera tocando mis muslos.

Cómo la grandiosa chica atlética y súper mega agil y nada estúpida terminé enredandome con no se que en el intento de salir, cayendo al suelo boca abajo, dandome un buen golpe en la nariz.

Esto no puede mejorar.

Falta poco para la boda y no quiero ir con mi nariz hinchada de nuevo.

Fue suficiente cuando fui a la de una de las gemelas.

- Tranquila soy yo -lo escuché decir cuándo di una patada al que creo que era su estómago, espero que en verdad lo sea.

- ¿¡Por qué no lo dijiste antes!? -le grité lanzando la caja creo que adentro del armario acercándome a Lee Know gateando, o a dónde creía que estaba porque de no ser por Lee Know me tomo del brazo no hubiera sabido que estaba hay ya que ya le había pasado por un lado sin darme cuenta.

Me volteo con cuidado de no caerme guiandome de su mano para poder estar frente a el, en el suelo de rodillas.

- ¿¡Por qué me asustas haci!? -le grité lanzandole un manotazo que hiba dirigido a su cabeza pero termine dándole en el hombro.

Estúpida oscuridad.

- ¿Por qué me golpeas? No quise asustarte -dijo luego de un quejido, ay no aguanta nada, ni siquiera le di tan duro.

- Claro, no quisiste -dije con rencor por el casi infarto que me causó.

- Ya vámonos de aquí -dije gateando intentando llegar al armario para buscar la cajita, no puedo irme sin ella, tenemos que salir antes de que llegue alguien.

No sé cómo pero ahora mi espalda estaba contra la pared de adentró del armario con Lee Know presionando su cuerpo contra el mío, sus labios devorando los míos con algo de rapidez y torpeza.

Mi pequeño Lee Know.

Dejándome llevar por sus torpes pero suaves besos lleve mis manos detrás de su cuello apegandolo más a mí, acariciaba su cabello con mis manos mientras sus dos manos bajaban por mi cintura.

Sentí sus manos tocarme con fuerza de la cadera para subirme sobre sus piernas, su pecho estaba pegado al mío, su respiración era agitada al igual que la mía, sus manos solo me apretaban aún más contra el, también quería estar aún más cerca de el aunque no fuera posible hacerlo aún más.

- Lee Know -jadee al sentir como jalo mi labio inferior entre sus dientes para chuparlo un poco para luego volver a besarme, está ganando experiencia por lo que veo.

¿Está haciendo calor aquí o soy yo?

Moví inconscientemente mis caderas sobre el y no pude evitar la sonrisa que se esparció por mí rostro al escucharlo soltar un gemido ronco, es tan adorable.

- Hani -lo escuché decir en un jadeo, sus manos empezaba a hacer presión en mi cadera, podría sentir como temblaba debajo de mi, está muy nervioso.

Y eso es lo más adorable.

- Relájate Min-ho -dije en un susurró.

Lo escuché suspirar cuándo mis labios hicieron contacto contra la sueve piel de su cuello, sostuve sus manos intentando calmarlo cuándo sentí como intentaba desabrochar los botones de mi camisa con mucha torpeza y sin nada de éxito.

- Cálmate, no tengas miedo -dije con suavidad aún sosteniendo sus manos, sabía que no podía calmarlo con solo palabras haci de fácil pero por lo menos podía intentar tranquilizarlo.

- No quiero hacerte algo malo -lo escuché decir, sonreí levemente mientras me acercaba a besarlo con suavidad.

Cuando por fin se había empezando a calmar, empezó a desabrochar mi camiseta con cuidado y lentitud pero cuando sentía que estaba por llegar más abajo de mi sostén escuchamos la puerta de la sala abrirse.

- Mierda -susurramos separandonos.

No era necesario vernos la cara para saber qué ambos estamos más que nerviosos y asustados.

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"El chico de al frente" •Lee Know•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora