—Dame el recibo de la mesa cinco— pidió a Tenten, la cajera de la cafetería donde trabajaba.
Las mesas un poco dispersas eran el lugar frecuentado de las personas que visitaban la pista de hielo, paraban a descansar o a tomar alguna bebida caliente. Después de entregar la cuenta y cobrar, Sasuke regresó a la caja justo cuando su jefe salía desde el fondo y le daba una llave ya conocida.
—Intenta no salir tan tarde hoy— pidió éste, apartando su cabello castaño de la frente, haciendo más notable la cicatriz que tenía sobre el tabique.
—No voy a entrenar ésta noche— murmuró serio y luego ni siquiera se quejó cuando sintió que se apoyaban en su hombro.
—Eso es raro— señaló su jefe —De todas formas hazme el favor de pasar la pulidora, te pagaré horas extras— sonrió cuando Sasuke tomó las llaves y las metió en el bolsillo de su delantal oscuro.
—Oye, cariño...— la voz melosa en su oído lo hizo girarse un poco y recibir un beso rápido de su novia —Si no vas a entrenar hoy, ¿podemos salir?
—No tengo deseos, perdón Sakura— respondió.
—Hace semanas que no vamos a ninguna parte...— se quejó —Te apoyo en todo, pero necesito que ésta relación funcione.
Sasuke miró como Tenten fingía no escuchar y su jefe se rascaba la nuca, algo incómodo.
—Éste no es el momento. Hablamos después, ¿sí?
—De acuerdo...— exhaló el quejido y luego se quedó mirando hacia la entrada de la cafetería, solo delimitada por un cordón púrpura que rodeaba las mesas —¿Ese no es el sujeto que está en el afiche de tu habitación?— al escucharla, Sasuke giró rápidamente y reconoció a Naruto Namikaze. Llevaba un sobretodo negro, bufanda azul y un par de lentes oscuros —Nunca lo había visto por aquí.
—¿Saku, puedes atender tú la mesa?— pidió entre dientes y ella, notando su incomodidad, asintió y se alejó.
No quería ni ver su cara; después de la vergüenza que pasó y sus palabras crueles, Sasuke se estaba replanteando su futuro ¿Valía la pena luchar por un sueño cuando alguien de su índole le había dicho que no tenía talento?
Rodó los ojos cuando Tenten le dijo a Iruka, su jefe, de quien se trataba, y éste también se acercó a la mesa con una sonrisa hipócrita.
—Ni que fuera Tom Cruz— protestó en voz baja justo cuando Sakura regresó.
—Un chocolate mediano, mesa siete— anunció el pedido.
—Marchando...— canturreó Tenten.
—¿Por qué no vas y saludas?— le preguntó Sakura a su novio.
—Ni loco— rechistó, cubriendo su rostro con una mano mientras intentaba darle la espalda a Naruto.
—¿No quieres que le pida un autógrafo por tí?
—¿Para qué querría yo esa mierda?— observó de reojo como el patinador se colocaba los lentes sobre el cabello y le daba la mano a Iruka con formalidad.
Al par de minutos, mientras Sakura tomaba el chocolate y lo colocaba en una bandeja, el jefe regresó y quitándola de las manos de la chica, se la dió a él.
—El señor Namikaze quiere hablar contigo— anunció —Llévale el pedido y aprovecha. Puede ser una gran oportunidad para tí— exclamó con entusiasmo y le dió un empujoncito por la espalda.
Sasuke, con el rostro serio, resistió las ganas de gritar una maldición y se acercó a la mesa. Dejó la bebida y la servilleta sobre ésta y se quedó de pie, con la bandeja sobre las piernas. Naruto lo miró un momento y luego probó su bebida, sobresaltádose al quemarse los labios.
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LEGACY (Terminada)
FanfictionNaruto pensó que con el fin de su carrera llegaba el fin de su vida, pero un joven de talento sin pulir se le atravesó en el camino y éste le traerá mucho mas que motivación para continuar. Aún así, no todo es tan facil, dudas e inseguridades estorb...