LEGACY (Terminada)

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Sentado y apoyado sobre sus rodillas, daba golpecitos nerviosos en el suelo con el talón. Había buscado todo el día, en todos los lugares que se le ocurrió, pero no aparecía. Ya al atardecer regresó al hotel y se colocó un traje sin corbata, puso el de Sasuke sobre la cama y allí se quedó, esperando...

Otra vez su teléfono sonó, y maldijo en voz alta antes de descolgar.

—Señor Namikaze, no podemos esperar más, si su patinador no está aquí en media hora, será descalificado— advirtió una mujer con voz severa.

—Entiendo, haremos lo posible por llegar a tiempo— respondió y ella colgó la llamada.

Naruto se quedó mirando la pantalla y entonces escuchó el pitido de la cerradura. Sasuke entró, pero solo caminó par de pasos. El entrenador lo miró girando un poco la cabeza y después cerró los ojos y exhaló. Con un nudo en la garganta negó y se puso de pie.

—Tienes cinco minutos para cambiarte, te espero afuera— ordenó y pasó a su lado.

Sasuke esperaba reclamos, gritos, regaños; se había preparado mentalmente para recibirlos después de decidir huir nada más abrir los ojos; pero la actitud fría de Naruto dolía más.

Él no iba a entender, lo que sucedió la noche anterior lo había dejado aún más confundido. Una parte de él todavía estaba renuente a aceptarlo. A la vez que disfrutó, se sintió sucio ¿Pero cómo explicarlo?

Después de cambiarse fueron a la pista, llegando justo a tiempo para su presentación. El entrenador no le habló, no le aconsejó nada; ese abrazo de rutina que lo calmaba no estuvo y no se atrevió a pedirlo tampoco.

La música animada; esa canción cuya letra era una declaración de amor, no reflejaba sus sentimientos. No logró expresar, ni siquiera fingir ánimo. Cada salto lo falló, incluso las fáciles piruetas resultaron torpes cuando atisbó la decepción en los azules ojos de Naruto.

—"No pertenezco aquí"— dijo para si mismo cuando la música paró.

El rubio no hizo comentario de su mal desempeño, simplemente se sentó de brazos cruzados a su lado en el banquillo, para esperar la nota; un penoso 80.2.

Sasuke se levantó con la intención de ir tras bastidores para quitarse los patines, pero uno de los patinadores, Neji Hyuga, pasó a su lado y chocó con su brazo a propósito.

—¿Se te acabó la buena racha?— dijo burlón y Sasuke se detuvo al escucharlo —Tú, con Naruto Namikaze... Eres como un cerdo que pretende vestir con perlas— exclamó y siguió su camino.

—Vámonos— dijo Naruto severo, ignorando lo que había pasado.

Cuando regresaron al cuarto de hotel, lo agarró fuerte del brazo y lo obligó a mirarlo.

—¿Te doy asco acaso?— inquirió furioso —¿Fué tan malo como para que huyeras de mí?

—¡Déjame! Es muy fácil para tí decirlo. Nadie te folló, ni te utilizó...

—¡¿Me estás jodiendo?!— gritó incrédulo —¡¿Qué mierda te pasa por esa cabeza?!

—¡No soy gay! No quiero que todos me señalen y me critiquen. Estoy confundido, tengo miedo de mi mismo y es tu culpa...

—¿Acaso te forcé en algún momento? ¡Fuiste tú el que me besó!— exclamó señalando el lugar donde lo había hecho.

—No entiendes...— balbuceó.

—Sí, sí lo hago...— gruñó —Yo pasé por lo que tú, pero no fuí tan insensible. Muy rápido te victimizas y olvidas lo que puedan sentir los demás. Yo no me acuesto con cualquiera, no voy por la calle buscando a quien follarme. Si lo hice contigo es porque lo deseaba y pensé que tú también. Es muy fácil decir que estás confundido y pretender que los demás te entiendan ¿Acaso crees que no me dolió que la persona que amo desaparezca después de dormir juntos? ¡La decepción, el miedo que sentí al no saber dónde carajos te habías metido! Creyéndome culpable sin razón, por ceder, por dejarme llevar por mis sentimientos...— Sasuke retuvo la respiración cuando lo vió llorar y limpiarse con brusquedad una lágrima de la mejilla —¡Todo el maldito día temiendo por tu seguridad! ¿Entonces vienes y me dices que no quieres que te señalen y critiquen? Eso acaban de hacer después de la porquería de rutina que mostraste en el hielo— se dió la vuelta con la intención de irse, pero Sasuke sujetó la manga de su saco.

—Naruto...— sollozó, y éste se sacudió con rabia para soltarse.

—Ojalá pudiera olvidarlo todo, haberte dejado bajo la nieve aquel día, definitivamente hubiese sido mejor— siseó y abandonó la habitación.

Sasuke cayó de rodillas llorando desconsolado ¿Por qué tenía que joderlo todo?

"Tú eres lo mejor que me ha pasado... y no lo quiero arruinar".

—¿Y que demonios estoy haciendo?— balbuceó y apoyó la frente en el suelo mientras su espalda temblaba por los espasmos de su llanto.

Esa madrugada vió a Naruto llegar y quedarse sentado largo rato en el borde de la cama, mientras fingía dormir; pero cuando lo escuchó sollozar en la oscuridad, otra vez lloró, delatándose. El rubio no lo miró, simplemente se secó sus lágrimas y se acostó, dándole la espalda.

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—Sasuke Uchiha, presentando su programa libre con In This Shits, de Irrepressibles. Coreografía de Ino Yamanaka...

Otra vez estaba en la pista, después de pasar toda una jornada pensando, arrepintiéndose de su actitud infantil, añorando la voz de Naruto. Pero incluso, aunque había herido su corazón, él estaba ahí... siempre.

Cuando comenzó la música inmediatamente vinieron a su cabeza las imágenes de aquel vídeo secreto. Patinó, se dejó llevar por la melodía, mostrándole al Naruto del pasado que él podía sacar a flote esa rutina. Que aunque no había actuado bien, lucharía por merecerla.

El entrenador ésta vez tenía ojos tristes.

—"¿Lo sientes? Te llega mi arrepentimiento"

—Tal parece que Sasuke Uchiha se ha recuperado de su actuación anterior— dijo el narrador —Pirueta baja saltada... Continúa con una secuencia de pasos, dejará la mayoría de los saltos para la segunda mitad del programa.

Cuando Sasuke se dió cuenta, estaba llorando otra vez, pero ya no dolía, sinó que era liberador.

"¿Acaso crees que no me dolió que la persona que amo desaparezca después de dormir juntos?"

—"La persona que amas"— no se dió cuenta cuando integró nuevos pasos a la rutina, aunque los había visto una sola vez.

Naruto apretó la baranda al reconocerlos y en una ocasión en que Sasuke se acercó lo suficiente, notó su llanto y el sentimiento con el que patinaba.

—Triple Axel, doble Axel... clava la combinación. Cuádruple Salchow... Ina Bauer... Otra vez se prepara para saltar ¡Lutz cuádruple! ¡Lo clava...!

—"Yo también te amo, ¿pero cómo puedo ser capaz de decirlo ahora?"— giró lentamente y se detuvo, señalando al cielo.

Cuando escuchó los aplausos limpió con disimulo sus lágrimas y después de una reverencia, se dirigió a la salida de la pista, donde su entrenador lo esperaba.

—Dímelo...— pidió Naruto, haciéndolo levantar la vista.

—¿Lo pudiste sentir?

—¡Dímelo, Sasuke!— exigió y él miró a su alrededor cuando todos se les quedaron viendo.

—Te amo— confesó —Perdóname por...— no pudo terminar, Naruto lo sujetó de ambas mejillas y lo besó.