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—¿De verdad no hablarás conmigo?— protestó Naruto al entrar a la habitación del hotel en París. Sasuke desde Japón, y durante todo el vuelo. No le había dirigido la palabra. El chico solo mantenía la cabeza baja intentando no mirarlo a la cara —¿Es por lo del baño? ¿Aún estás molesto?

Lo ignoró y corrió las cortinas de la habitación, solo para encontrarse con un feo edificio que tapaba la vista. Suspiró con molestia y se sentó en su cama.

—No es por eso— contestó, recordando las palabras de Marian. Según ella, Naruto estaba enamorado de él, pero, ¿cómo? Le había dicho que... —¡Ashh...!— ¿Qué importaba? Solo hacía su situación más incómoda y estaba enojado porque le gustó, le gustó escucharlo.

El entrenador, después de dejar sus maletas y sacar un traje para colocarlo en una percha, tomó la tarjeta de la habitación con la intención de salir, logrando al fin que Sasuke levantara la vista.

—¿Te vas?— preguntó ansioso.

—Bueno, obviamente no estás cómodo conmigo, así que pediré otro cuarto— informó y el chico se puso de pie.

—No hagas eso, no hace falta...— se apresuró a decir y Naruto suspiró.

—Creo que sería mejor— Sasuke caminó hasta él y tomó su mano de manera impulsiva.

—No lo sería— exclamó y se quedó muy quieto cuando el entrenador colocó un mechón de su flequillo detrás de la oreja —¿Harás lo mismo que en Ottawa, te irás con tus amigos? ¿Me dejarás solo?

—¿Por qué tanto miedo, Sasuke?— preguntó de repente y con el ceño fruncido—¿En serio aún no te das cuenta de lo que está pasando, o solamente decides ignorarlo?

—No sé de qué hablas...— murmuró mirando a un costado.

—¿Es así? ¿Tanto te disgusto?— inquirió dolido —¡Demonios, no quiero hacer ésto ahora!— exclamó para sí mismo cuando notó sus ojos húmedos.

—¿Hacer... qué?— sollozó y el rubio le sujetó ambas mejillas.

—Vamos a dar un paseo y no pienses en nada hasta el final de la competencia, ¿de acuerdo? París es muy bonito— dijo y sin esperar su respuesta, tiró de su mano y lo sacó de la habitación.

Caminaron por largo rato en las avenidas adoquinadas, visitaron varios museos cercanos y terminaron paseando por Place du Tertre; un parque enorme lleno de pintores. El entrenador lo miraba todo con curiosidad e intentaba animar a Sasuke con alguna broma, para sacarlo de la maraña de pensamientos confusos que sabía tenía. Compraron llaveros de recuerdo de la torre Eiffel, y una estatuilla de la misma para Marian.

Ya a medio día y mientras buscaban un lugar donde almorzar, Naruto tuvo que apartar a Sasuke rápidamente para que evitara chocar con un pequeño y travieso perro que venía corriendo, con un niño detrás.

Aún en sus brazos, Sasuke vió como el animal provocó que dos jóvenes chocaran más adelante, haciendo un desorden de pinturas sobre la vereda. Rió burlón y Naruto lo imitó.

—Menudo lío— exclamó el rubio muy cerca de su oído cuando ambos chicos comenzaron a discutir, haciéndolo carraspear e incorporarse con mejillas rojas.

Si el entrenador lo notó, no hizo comentario, solo lo instó a seguir caminando. Terminaron en una cafetería cercana y luego de comer algo, regresaron al hotel.

En la pista, durante el entrenamiento, Naruto solo saludó a par de personas y ésta vez no era Sasuke el centro de atención, sinó un tal Neji Hyuga, también novato a nivel senior, pero que venía arrazando con cada competencia y que el igual que él, obtuvo la medalla de oro en el primer evento; La Copa Rostelecom, en Rusia.

LEGACY (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora