LEGACY (Terminada)

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—¡Vamos, levanta el culo del hielo! Yo no soy Naruto, no voy a ir a besarte para que lo hagas— bociferó Jiraiya, desde una esquina de la pista.

Sasuke, quien permanecía acostado después de una aparatosa caída, bufó con hastío y se puso de pie, frotándose el costado de su pierna derecha. Patinó hacia el centro y enfrentó al entrenador.

—No sé que estoy haciendo mal...— rechistó.

—Nada, simplemente tu cuerpo no es capaz— señaló Jiraiya.

—Gracias por el comentario esperanzador— murmuró sarcástico.

—Repasa todo desde el inicio, recuerda que no solo necesitas cinco vueltas, sinó otra media para aterrizar de espaldas.

—¡¿Cómo carajos voy a hacer eso, si ni siquiera puedo con cuatro?!— exclamó y luego su vista se dirigió al par de intrusos que habían entrado a curiosear en las gradas.

—¡¿Qué mierda hacen aquí?! ¡Les dije que está cerrado!— gritó el entrenador y ellos salieron corriendo, luego miró a Sasuke, quien sujetaba su cabello y observaba el techo —Eres más ligero y joven que Naruto cuando hizo ese salto, es verdad que no tienes su fuerza, pero lo compensas con velocidad y flexibilidad. Intenta entrar más deprisa a la preparación y la patada de impulso hazla lo más enérgica que puedas.

Sasuke suspiró y patinó hasta el borde del hielo, hizo algunas figuras para tomar impulso; se preparó para el salto doblando un poco las rodillas, cuando dejó explotar la energía y justo antes de despegar, lanzó hacia adelante e izquierda una fuerte patada que le dió impulso para girar. Cuatro vueltas logró, pero cayó de frente otra vez, faltándole la de presentación. Se quedó acostado con el rostro pegado a lo helado y soltó una risita de impotencia.

—¿Cómo lo lograste...?— murmuró muy bajo.

—Hazlo otra vez— ordenó Jiraiya. Era aún más exigente que el mismo Naruto —No, espera... Ven aquí— lo llamó con un gesto de su mano. Con trabajo se puso de pie hasta acercarse de nuevo —¿Eres diestro o zurdo? Porque aún observando de cerca tus movimientos, no logro saber.

—Soy ambidiestro— respondió, pero el mayor sujetó su cabeza y observó con atención —¿Qué haces?

—Tu remolino gira hacia la derecha.

—¿Y eso qué?— preguntó confundido.

—Intenta ahora patear con el pie izquierdo a favor de las agujas del reloj— aconsejó.

—Estaría haciendo el salto al revés. Naruto no lo hace así— señaló con el ceño fruncido.

—Tú no eres Naruto, eres Sasuke Uchiha. Me parece que te has olvidado de eso.

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—¿Por qué estás tan cansado? Apenas empezamos— señaló el rubio al ver a Sasuke doblado sobre si mismo, apoyado en sus rodillas temblorosas.

—No es nada, solo... dame un momento— pidió con la voz entrecortada.

—No te estarás excediendo en el gimnasio...— señaló.

—No— exhaló fuerte al incorporarse y lo miró de frente —Han sido días duros— admitió.

—Es verdad. Vamos a terminar por hoy, de todas formas dominas las rutinas a la perfección y a solo tres días del viaje no hay mucho que podamos cambiar— Sasuke asintió, mordiendo su labio inferior para disimular su decepción.

Faltaban tres días y no había logrado nada, solo lastimarse y fatigarse. Comenzó a pensar que Naruto tenía razón, era imposible para él hacer ese salto...